V

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Jungkook no sabía que le pasaba. De alguna forma Jimin le hacía sentir muchas cosas. Si, Jeon era un caliente por excelencia. Pero había algo en el chico pelirosado que lo ponía. Tal vez era su carita inocente o su carácter volátil, pero había cierta cosa que le llamaba la atención.

El nunca había sido bueno en nada. Ni en la escuela, ni en el amor. Su único fuerte eran sus habilidades en la cama. A menudo recibía halagos por ello. Desde los 17, se le había hecho costumbre tener 'citas de una noche'. Nunca fue difícil, pues su atractivo dejaba a cualquiera a sus pies. Jungkook tenía un gran ego, eso era más que claro. Por supuesto que se iba a llevar a Jimin a la cama, lo tenía asegurado.

—A que no adivinas que.

—Mira Kook, cuando sea adivino ten por seguro que lucraré con ello. Dime. —Responde provocando la risa de Jungkook.

—Hoy ví un chico...—Dice mordiéndose el labio.

Yugyeom sólo rió.

—No chingues Jungkook, acabas de llegar hoy.

—Nunca es demasiado rápido para follar amiguito.

—¿Tan bueno está?

—Trasero de ensueño, con carácter algo... difícil. Aunque es algo diferente a lo que acostumbro.

—¿A qué te refieres?

Jungkook recuerda con detenimiento lo que ocurrió en su día. Desde el momento en que lo vio, hasta la cena de la que había escapado.

—Comencemos porque puedo apostar mi Lamborghini a que todo su guardarropa se compone por colores pastel.

Yugyeom rió nuevamente, enciendendo su cigarro.

—Suena a que es demasiado suave para ti.

—Tal vez. Pero hay algo en él que me atrae, no se bien que es.

—Jeon, lo acabas de conocer hoy. Piensa con el cerebro, no con el pene. Siempre eres selectivo con tus acostones. A menos que traigas unas copas encima.

—Como ahora. — Dijo tomando directamente de la botella de tequila. Siempre le había gustado lo caro, y las bebidas mexicanas resultaban en altos precios.

Hacía mucho que no tenía sexo. Con mucho se refería a tres semanas. Sus padres lo habían castigado, no les gustaba el estilo de vida que llevaba su hijo, el que él describía como "salvaje".

Le encantaba ir en contra de lo que le decían sus padres. Tal como esa noche. Se suponía que habían llegado a Seúl buscando un cambio, algo "mejor para Jungkook", decían.

Claro, que lo que no sabían era que cuando el joven salía de casa y no regresaba en días no estaba en casa de su amigo Jaemin, sino que se iba a Seúl para "despejarse". Conocía la ciudad —o más bien los bares y clubes en esta— e incluso tenía amigos allí. El cambio no fue tan duro para él.

Por eso en ese instante se encontraba en el baño del recinto dándole a un muchacho cuyo nombre no recordaba, y sinceramente no le interesaba recordar. Sólo quería quitarse lo caliente que lo había dejado Jimin.

Tal vez el no era tan salvaje como creía.

Tal vez, a su vida sólo le hacía falta un poco de color pastel.

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—¡¿Cómo que no sabes dónde está?!

—Tranquila SoHyang, él suele hacer esto.

—Pero esta en una ciudad extraña. Jimin, ¿qué tal si está perdido?

En ese momento, Jimin quería que la tierra lo tragara. El rubor corría por sus mejillas de la vergüenza. No, no era enteramente su culpa, pero si sentía mal por tener a ambas madres preocupadas.

—¿No contesta, Seungyeon?

—No, cuando Jungkook escapa es muy raro que es responda. Supongo que lo esperaré en casa.

La Sra. Seungyeon, madre de Jungkook, se fue a su casa después de tranquilizar un  poco a la de Jimin, aunque esto no evitó que lo regañara.

—Pero dejando de lado todo eso. —Dijo Seungyeon al terminar su regaño— ¿No te parece guapo Jungkook?

Jimin se sonrojó casi al instante. La relación con su madre era muy estrecha, le contaba todo y esta le conocía como la palma de su mano; por supuesto que estaba enterada de la orientación sexual de su hijo.

—N-No mamá, que cosas dices.

—¡Tu sonrojo no miente! Te pareció guapo. Pero bueno, no hay que acelerar las cosas. Dejemos que el tiempo fluya.

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La noche seguía, y sin quererlo, ambos jovenes pensaban el uno en el otro.

Ellos no tenían ni idea del vínculo tan especial que, con un sólo día de verse, se comenzaba a formar entre en los dos.

Color pastel 🌙 Kookmin Where stories live. Discover now