Que rayos paso.

Capitulo 3.

¿Es una cita?

Moony, me ha dicho que tengo cara de idiota y por las risas que sueltan James y Petter es más seguro que sea cierto, pero en estos momentos no me importa, se me declaro, él a mí, claro que si él no lo hacía terminaría siendo yo el que lo hiciera, ¿cuándo? No lo sé, pero lo haría.

No le he dado una respuesta ya que se me ha escapado antes de poder pronunciar palabra alguna; jamás en la vida me había quedado callado, y eso les consta a mis amigos.

Me gustaría poder hablar detenidamente un instante con Severus, pero es tan escurridizo y el hecho de que el imbécil del rubio teñido siempre este pegado a él me exaspera, acaso no lo puede dejar solo un instante y mi hermano que tiene la osadía de colgarse de su cuello como un animalejo cada que puede; jamás me imagine deseando que las vacaciones no llegaran.

Tenía la esperanza de encontrarme con Sev en el tren, pero ni siquiera lo vi junto con mi hermano y su grupito de amigos; pero viendo el pequeño cuerpo que posee no me extraña que se le dé bien esconderse, ese pequeño y frágil cuerpo de hermosa piel blanca... carajo cada vez veo más creciente la opción de recurrir a mi mano para aliviar me, el hecho de que me excite con solo imaginarme como es su cuerpo me sorprende en demasía.

James se la ha pasado atosigando con preguntas acerca de a que se debe mi buen humor de un día para otro, aun no estoy seguro de decirle; tengo la liguera sospecha de Remus lo sabe, pero es más que obvio que Moony lo haya descubierto incluso puede que antes que yo mismo, pero antes de ser el quien me saque el tema prefiero ser yo el que lo haga, sé que Petter no tendrá la iniciativa de preguntar por si solo es demasiado tímido como para hacerlo. Ahora la cuestión es que haré después de hablar con Snape, tengo que pensarlo detenidamente, y considerar que el hecho de que de un momento a otro paramos de estarnos insultando y maldiciendo, a querer establecer una relación será lago extraño para mí, para ambos; mejor dicho y Sev ya ha dado el primer paso ahora me corresponde a mí, espero que al abrir la boca delante de él no salgan los insultos de siempre.

Me pasé pensando la mayor parte del recorrido que puedo sentir como mi perfecto trasero quedara plano si no me levanto pronto, los chicos me han ignorado en casi todo el camino y me imagino que se debe al hecho de que no hable hasta por los codos como de costumbre, pero eso me dio más tiempo para pensar en cómo actuare frente a él de ahora en adelante. El tren por fin se detuvo y pronto baje del bajo hablando con mis hermanos postizos acerca de vernos o salir a explorar un poco, y por un momento pensé que mi cuello se rompería y jamás me imaginé que tuviera dotes de contorsionista, porque la manera en la que mi cuello giro para captar la figura menuda del chico que me hizo cambiar de gustos sexuales paso se alejaba de mi a paso apresurado y como si me hubieran poseído en ese instante salí disparado sin importar los gritos de mis amigos a mis espaldas.

Lo jale de su muñeca lo cual hiso que girar por impulso, y por un momento creí perderme en eso hermosos ojos que posee, un pequeño sonrojo se asomó por sus pálidas mejillas, casi imperceptible debido a la bufanda que las cubría, pero ahí estaba y lo hacía ver más tierno ante mis ojos, de haber estado en mi forma animaga en este momento le estaría moviendo la cola y rogando por caricias suyas; pero no era el momento de quedar como idiota nuevamente; tenía que decirle algo, pero todas las palabras que ensaye mentalmente para hablar con él en el vagón, murieron y se fueron en el instante en que mis ojos conectaron con los suyos.

-Ho...hola.

De todas las cosas que pude haber dicho tuvo que ser eso, estoy más que seguro que todas las chicas con las cuales he coqueteado se estarían burlando de verme nervioso al tratar de mantener una conversación con el chico que me gusta, claro, si ese "hola" se le puede llamar conversación.

-Sirius, sucede algo.

Como si no poder hablar fuera suficiente escuchar mi nombre saliendo de sus labios no tenía precio, es la primera vez que escuchar mi nombre me estremece tanto, que puedo estar casi, y digo casi, agradecido con la madre que tengo por dármelo.

-No.... digo si, bueno tu sabes... bueno tal vez no sabes.

Jamás en mi vida pase tal vergüenza, lo único que me alegra es haber que casi no hay nadie en esta zona. Me aclare la garganta un poco, podía sentir su penetrante mirada clavada en mí, estoy seguro que pensara que tantos golpes me han hecho más retrasado mental de lo que me considera, así que controlando mi compostura; le tome del mentón alzando cabeza para que me viera fijo a los ojos, y controlando mis impulsos que me decían besalo, hable de manera más lenta y pausada parque así mis ideas estuvieran más coordinadas.

-Esa noche... aquella noche tú, bueno lo que quiero decir es que tú...

Solo toma aire Sirius

-Severus, ¿tú me aceptarías como tu pareja si te dijo que sí?

- ya me he confesado yo antes, no veo el caso de negarme ahora.

Una felicidad me embargo en ese instante, lo tome por los hombros y termine estrechando su cuerpo junto al mío, pude sentir como se tensaba un poco por el contacto, pero poco a poco se relajaba, su cabello, huele tan bien, una mezcla de vainilla y canela, era dulce, pero no empalagoso, más bien relajante. Unas campanadas se escucharon y en ese instante el cuerpo de Sev se puso rígido y me alejo de su cuerpo.

-Lo siento, se ha hecho de noche y necesito ir a mi casa y me alegra que me correspon...

-Quiere que te acompañe, el sol ya se ha ocultado y no creo que sea segu...

- ¡NO!... no es necesario puedo llegar a mi casa perfectamente solo.

- En ese caso que te parece salir un día de estos tu y yo a algún sitio de aquí, si no lo crees inconveniente claro.

- Me parece bien, ¿adónde iremos?

- Será sorpresa. Entonces te parece bien el viernes a las 12:00 del día, en la plaza.

- Si, nos vemos el viernes.

Se acercó y me obsequio un tímido beso en la mejilla y mientras lo vi retirarse hasta que ya no distinguí su silueta, me di cuenta que efectivamente ya era tarde, salí de ensoñación y camine asía mi casa, necesitaba hablar con Regi cuanto antes, tenía que saber que sitios eran preferidos por mi novio.

- ¿una cita?... ¿tengo una cita?... ¡tengo una cita!

Sin duda será la mejor que allá tenido en mi vida.