La verdad es dolorosa.

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Días para que Akashi se enamore completamente: 09

—No se compara en nada a lo que veías, pero es muy hermoso, Kouki. — Akashi extendió su mano y Kouki la tomó sin dudar, caminaron por los extensos y vacíos pasillos.

A lo largo del pasillo había varios carteles, horarios, funciones, los días que habría, los costos y carteles donde varios paisajes eran acentuados con la luz de una hermosa luna, un mar de estrellas, los anillos de Saturno, una experiencia que prometía ser inolvidable.

Había escuchado con anterioridad sobre el planetario que recientemente había abierto sus puertas en Tokyo, recordó también como Kouki le había platicado sobre el hermoso paisaje que veía en las noches en su pueblo natal, recordó el brillo que se había reflejado en sus ojos al recordarlo y también la mirada triste de Kouki cuando subió la mirada al cielo y no ver ese hermoso panorama.

Cuando busco en internet más tarde esa noche, no lo pensó dos veces antes de reservar por completo el lugar. Llevaría a Kouki el siguiente fin de semana.

Caminaron en silencio hasta que una bonita chica les indico el lugar donde se llevaría a cabo la proyección que Akashi había pedido específicamente, cuando la bonita chica de ojos color miel le sonrió, Kouki no pudo hacer nada más que sonrojarse furiosamente.

—Espero que disfruten la función. — les dijo amablemente, sonriéndole al castaño en específico.

—Lo haremos, gracias. — Respondió Akashi, en un tono que a Kouki le pareció normal, sin en cambio a la chica que coqueteaba descaradamente con Kouki le helo la sangre. Akashi le llevó con suavidad, sosteniendo su mano con fuerza, Akashi no quería que la soltara, aunque Kouki no planeaba hacerlo.

Las luces se encontraban encendidas, dejando ver a Kouki que no había nadie más que ellos dos en ese sitio tan grande, los asientos grandes sillones reclinables que le darían la sensación de estar en una cama, lo suficientemente grandes como para dos personas, incluso aunque eran individuales.

—Ven, vamos a sentarnos. — Akashi le indico, tomaron los asientos que quedaban justo en medio de toda la habitación, Kouki demasiado emocionado observaba todo con curiosidad, sonrió como un niño pequeño cuando el asiento se reclinó, Akashi a su lado esbozaba una pequeña sonrisa.

— ¿Tienes algo que hacer mañana, Akashi? — Pregunto Kouki, le gustaba estar con Akashi y le encantaría poder darle sorpresas , o dar pequeños paseos o salir al centro comercial, ir al cine espontáneamente, ir de compras... incluso solo pasar un tiempo juntos, sin hablar, sin pensar... simplemente sentir la presencia del otro. Pero no podía, no cuando Akashi era una persona tan ocupada.

En el tiempo que Akashi y él se conocían pudo darse cuenta de las miles de responsabilidades que caían sobre el pelirrojo.

Él a duras penas podía con la universidad y el trabajo a medio tiempo que había encontrado no hace mucho en la pequeña librería cerca del apartamento, la dueña era una anciana dulce y amable, le encantaba ir a ese lugar, había un aroma que le recordaba un poco a su pueblo natal, además los libros que había encontrado, todos y cada uno eran realmente interesantes.

No podía imaginarse cómo es que Akashi podía acomodar en un solo día todas las cosas que debía hacer.

La primera vez que Akashi le dijo sobre todos los deberes que tenía que hacer, Kouki se quedó completamente en blanco y tontamente se preguntó ¿Cuántas horas tenía el día para Akashi? Era simplemente imposible que 24 horas fueran suficientes... Sus clases en la universidad, sus clases particulares para aprender diferentes idiomas, entre ellos el chino, Francés y alemán. La pequeña, pero no menos importante empresa que él mismo manejaba por mandato de su padre en harás de darle experiencia en ese campo.

I Can Make You Love Me.  |AkaFuri|Where stories live. Discover now