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<< El tornado Katherine
Katherine Steel es una chica muy avispada. El sábado pasado la pudimos ver en una inquietante discusión con su mejor amigo Damien, el cual, al parecer, lleva mucho tiempo enamorado de ella. Katherine, sin embargo, lo ha rechazado por Jake Morgan, el chico con el que ha pasado mucho tiempo últimamente.
En la fiesta nuestra posible parejita había tenido una seria pelea en la cual se dijeron cosas muy graves. Según algunos estudiantes que habían presenciado la improvisada actuación de Jake Morgan, Damerine había estado muy cerca de besarse pero habían sido interrumpidos. ¿Estaba Jake Morgan celoso?
Ahora Katherine tiene que decidirse entre Damien o Jake. ¿Tenéis preferencia o creéis que acabará sola? Lo que sí sabemos por completo es que Jake y Katherine cada vez están más juntos y Damien y ella más separados. ¿Será este el final de su amistad para comenzar un romance con un Morgan o el odio entre las chicas Steel y los Morgan seguirá en pie?
Como ya sabemos, años atrás Jack Morgan y Madison Steel estuvieron saliendo un largo año. Cuando se separaron lo único que pudimos ver fue un triste Jack y una Madison volando sobre la popularidad. ¿Es eso lo que quiere también Katherine? Porque si hay algo que no les falta a las chicas Steel son admiradores y a los Morgan les sobran aprovechados.
¿Qué es lo que quiere Katherine? ¿Amor, sexo o popularidad?
Mientras todo esto se cocina, no podemos evitar pensar en nuestro pobre Damien. Al pobre le ha roto el corazón una chica sin las ideas claras. Parece que un tornado haya pasado por la universidad revolucionando a todos los estudiantes. >>
Cerré el portátil con fuerza y miré al frente con el ceño muy fruncido. Ni el café estaba consiguiendo calmarme. Mucho menos la melodiosa voz de los integrantes de Suicide Club. Sí, ya me había descargado su disco.
Me terminé la taza y me fui dando zapatazos hasta mi coche. Estaba hasta el moño de Sally Bruckman. Hoy iba a ir a hablar con ella y la iba a arrastrar de los pelos por toda la universidad si no eliminaba esa entrada en su blog y me dejaba jodidamente en paz. Yo solo pido intimidad. ¿Es tan difícil obtenerla? Esto es desesperante.
Aparqué en el parking de la universidad y caminé velozmente hasta la universidad de periodismo. Allí me encontré con Sally Bruckman cotilleando con su grupo de amigas cotillas. Seguro que todas las noticias que subía a su blog se las decían ellas. Incluso reconocí a una chica que había estado saliendo con Tony Keen y habían roto hace poco. Casualmente, el viernes la actualización del blog Cotilleo Suculento había sido de esa ruptura y había dejado en muy mal lugar a Tony.
Le toqué con un dedo el hombro a Sally. Ella se giró sonriente y me revisó con la mirada.
Es este estado de ánimo de matar, esta intención mental, que causa que el asesinato tenga las sanciones más rígidas en nuestro ordenamiento jurídico, como la muerte. Me repetía esto constantemente cuándo mis ganas de matar a Sally aumentaban.
