1. Una parte de mí que no conocías

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‘‘Estas cordialmente invitada a la fiesta de rencuentro de la clase 2004-2005…

Leah leyó la primera línea de la invitación que acababa de llegar a su bandeja de entrada y quedo pensativa. ¿Fiesta de reencuentro? Ni de juego.

No había nadie con quien se quisiera reencontrar de esa clase, la pesadilla más grande que había vivido en su vida.

Estaremos recordando momentos emotivos de nuestro tiempo en la preparatoria y queremos contar con tu presencia. –Siguió leyendo por pura curiosidad- Nos reuniremos en el hotel celuisma Tropical cabarete, Republica Dominicana en la Semana Santa del año próximo, 2014.

...Favor confirmar asistencia y notificar que tipo de habitación va a escoger. Sencilla, doble, triple. ’’

Cerró su correo electrónico y se dirigió a su habitación a tomar una ducha. Hoy había sido un día muy tedioso. Su jefe se había pasado el día completo llamando a la oficina y para colmo no había nada que hacer allí. Era temporada baja para el pleasure travel and tours, agencia de viajes ubicada en Miami, de la cual Leah era gerente general.

El clima por su parte estaba más caluroso que el infierno, Y eso que apenas estaba a principios de febrero. Se supone que debía estar fresco, pero claro, en  Miami el clima era tan loco como el de su país, donde se haría la reunión de reencuentro.

Se metió a la ducha y tardo más de lo que esperaba. Se perdió en sus pensamientos, recordando ese último año de instituto…

Llegó iniciando el  último año de preparatoria ya que se había mudado de ciudad. La primera semana no fue tan difícil, un poco aburrida si, pero había hecho algunos amigos, entre ellos Richard. Era el típico chico popular de la escuela, no tan guapo como se espera que sean los populares, pero al ser jugador del equipo de basket todos lo conocían. Era muy simpático y había sido el primer chico que le dirigió la palabra.

Ella había entrado con todas las ganas de tener amigos en ese nuevo colegio, tantos como  había tenido en el colegio anterior; no por orgullo ni altanería, si no porque no le gustaba la soledad ni sentirse marginada. Siempre se había llevado bien con todos, hombres y mujeres. Los hombres la encontraban tierna y linda y se sentían atraídos a protegerla, quizás por no medir más de un metro sesenta y cinco, se podía decir que era una enana delante de los jugadores de basket; y bueno las chicas no la veían como una amenaza. La tildaban de linda pero nunca sexy. La veían más como una hermana y eso le había asegurado la aceptación donde quiera que llegaba. Aunque  no es que fuera la más simpática ni sumisa del grupo, tenía su mal carácter de vez en cuando.

Para la segunda semana del nuevo año escolar se habían integrado los demás estudiantes al colegio, ya que como siempre, nunca faltaban los que ni de broma iban la primera semana de clases, entre ellos el dolor de cabeza de leah durante el resto del instituto: William Alexander... conocido por todos como Al.

Era el mejor amigo de Richard y sobra decir que era otro de los jugadores populares de basket. A leah le pareció extraña la mirada que le dio éste nada más entrar al curso, quizás Richard ya le había hablado de ella, pero no dijo nada.

Efectivamente, Richard los presentó casi de inmediato, confirmando así sus sospechas.

-Al, esta es la nueva, Leah; Leah, el es mi amigo, William

-Mucho gusto-dijo Alexander mirando a leah.

-Igual. –contestó esta.

Se hicieron buenos amigos los tres, aunque no los mejores amigos. Compartían en horas libres y recesos, pero sus mejores amigas eran Tiffany, la creída del grupo, Pía, la madura y mejor amiga de Leah, y Amber, la fiestera. Eran todas muy inteligentes y selectivas, es decir que no se involucraban en todos los grupos del curso, aunque no tenían problemas con nadie…  Justo como le gustaba a Leah.

Ex or Next? -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora