2. ¡Qué desastre de día!

41 4 4
                                    

5:45 A.m.

Leah mira por quinta vez la hora. No había dormido ni tres horas esa noche. Llevaba una semana preparándose mentalmente para el caos que sabía sería ese reencuentro. Se paró de la cama y entró al baño a cepillarse los dientes. Ya no podía intentar dormir más. Salió del baño, se puso ropa deportiva, encendió su Ipod y salió a trotar, quizás el ejercicio la ayudara a despejar la mente. Empezó a un ritmo de calentamiento con la canción número 1 de su playlist de ejercitarse, ‘‘work b**ch’’ y fue subiendo la velocidad, para cuando empezó la segunda canción, ya iba corriendo.

Llegó a su casa pasada las 7:00 A.m. y se detuvo en la cocina, tomó una taza de café y subió a prepararse para su día de trabajo. Se puso un pantalón de vestir color verde olivo y una blusa color beige y sus amadas plataformas, no le gustaba andar en calzado plano debido a su estatura. Salió de casa, encendió su Infiniti color negro, amaba ese auto. Pisó el acelerador y subió el volumen de su moderno radio, simplemente no podía estar sin música; debido a su estado emocional no le apetecía ningún artista en concreto así que puso una emisora y que ellos decidieran por ella.

Llega a su oficina, enciende su computadora, comprueba su correo electrónico del trabajo, responde a los emails más urgentes y mira al exterior, cae en la cuenta de que al igual que el poco tráfico de esa mañana, las calles estaban desoladas, algo bastante raro para un ¿domingo! No podía dar crédito, había ido a trabajar en pleno domingo. Apaga todo, computadora, impresora, scanner, calculadora, aire acondicionado, luces y pone la alarma. Sale riéndose de ella misma y piensa < ¿qué haría un domingo, con  depresión, jaqueca e insomnio…? >

Se supone que hoy vería a Jordi, ya que el otro día no pudieron reunirse, pero para eso faltaban aún tres horas, debía encontrar algo que hacer. Subió a su auto nueva vez y arranca el motor, no supo para donde iba hasta que vio aparecer la entrada de su apartamento. Cielos, había estado tan distraída que su subconsciente la había llevado a su casa. Baja del auto y entra a su apartamento, estaba solo. Claro, Vixen debía estar en casa de su hermana, los domingos almorzaba con ella y su esposo y sus niños… eran una hermosa familia, si tenían problemas familiares, nadie se daba cuenta.

Se preparó un sándwich con lo que encontró en la nevera, jamón de pavo, queso Gouda, un poco de mayonesa light y unas hojas de lechuga, tomó un vaso de zumo de naranjas y se sentó en el balcón. Aún no había encontrado un novio que la acompañara a su viaje, ya Vixen había decidido por ella que sí debía ir y qué mas daba, no se iba a perder ese desastre por Alex, aunque debía admitir que tenía ganas de volver a verlo, saber si estaba cambiado, si estaba sólo, qué había pasado con él, claro que no podría hacerle todas esas preguntas, tendría que conformarse con mirarle de lejos…  si era sincera consigo misma debía admitir que aún sentía cosas por su ex, aunque no le perdonaba lo que le había hecho; ella lo dio todo por estar con él y él… él se fue con la primera que se le cruzó en el camino. Una relación no puede funcionar si sólo una de las partes se sacrifica y se entrega; eso es cosa de dos.

No pudo terminarse su improvisado desayuno, el hambre que nunca sintió se disolvió por completo. Apartó el plato y empezó a pensar en todo lo que ocurrió previo a esa decepción.

William había actuado normal esos días, muy cariñoso con ella, le llevaba rosas cada vez que podía, él sabía que las príncipes negros eran su devoción pero que en general amaba toda clase de rosas y flores, así que solía comprarle las que más le llamaran la atención ese día y llevárselas, ella amaba ese detalle. Salían a cenar fuera muy a menudo, y siempre fueron un matrimonio feliz, sin embargo, días antes de ella descubrir el engaño, encontró un mensaje en su celular que decía: ‘‘Disfrútalo mientras puedas, querida, porque no te queda mucho tiempo’’…  Al principio no le encontró sentido así que lo borró, aunque el mensaje estuvo dándole vueltas en la cabeza todo el tiempo, no se atrevió a llamar al numero y cuando quiso hacerlo se dio cuenta que había borrado el mensaje y ni había visto el numero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 31, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ex or Next? -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora