Tentación Prohibida (Lauren Jauregui y Tu)

CAPITULO 9

👉¿Miedo?👈

Jamas me imagine él haber estado inonsciente durante ese tiempo, dos días era demasiado. Aun todo esto me resultaba sumamente extraño, tenia que buscar una explicación. Aunque no tenía ni la menor idea de que era lo que pasaba solo me levante de aquella camilla, no aguantaría mas tiempo en la enfermería.

-No lo hagas- Trataron de detenerme Dinah y Normani

-Aun estas pálida- Continuo Camila.

Yareli soltó una risa un poco fuerte y todas la miraron, a excepción de mi ya que yo me levante demasiado rápido pues sentí un leve mareo, ignore eso yo solo tenia mucha hambre, mi estómago seguramente estaba vacío.

-La verdad, es que es demasiado necia, no crean que les hará caso de quedarse un poco mas- Se encoje se hombros

-No se si les importa pero tengo demasiada hambre, así que vámonos

La enfermera se puso enfrente de mi y me sujeto de brazos sentándome en la camilla, la mire extrañada y con un poco de enojo.

-Aun no te puedes ir, así que sientate al menos. Tal vez mañana te puedas ir

-¡Yo me quiero ir ahora!- Exclame impaciente- Además tengo mucha hambre.

Después de estar insistiendo que me quería ir, finalmente no logre hacer que la enfermera dejara irme, estuve acostada en la camilla un poco mas, las chicas ya se habían ido, menos Yareli que aun seguía conmigo.

Debido a mi hambre incontrolado la enfermera me dio un poco de comida pero no era nada de buen aspecto, parecían puras verduras, y odio las verduras.

Deje a un lado la bandeja de la comida (Realmente apenas y probé la comida) y me cruce de brazos sentada en la cama. Las horas transcurrían rápidamente, se podían escuchar los estruendos de los rayos, aun no podía creer que no dejara de llover y menos me podía creer que aquí en Miami estuviera lloviendo de esa manera.

-Mañana iremos a un pequeño viaje, cerca de aquí esta la playa y hay unas cuantas cabañas, en realidad no se porque saldremos

Solté un gruñido de enojo.

-Yo quisiera ir, necesitó salir de este lugar aunque sean unos minutos- Él ardor en mi brazo volvió y por un instante quise quitar la venda pero preferiría hacerlo después.

-Tal vez pudieras haber ido si te hubiera dejado salir de aquí

Me quede callada unos momentos, y mire él reloj de pared, ya era un poco tarde, Yareli no tardó mucho en irse ya que la corrió del lugar la enfermera.

Justo cuando se fueron, la enfermera se encargó de apagar todo y entro en una habitación donde supuse dormía.

Me acomode en la cama mientras esperaba unos minutos para poder salir de ahí. Recogí mi teléfono de él pequeño mueble donde además de eso estaba mis dos sudaderas rotas de la parte de él brazo derecho. Decidí dejarlas ya no me servirían de nada.

Todo estaba sumamente oscuro, se veía bien. Solo alumbraban los rayos que se proyectaban en él cielo, abrí lentamente la puerta de la enfermería así evitando hacer ruido. Por mucho que intente guardar silencio la puerta gruño, rápidamente salí.

Busque él camino de regreso al edificio, no sabia aun orientarme en este lugar así que seguí un pasillo largo, mire las ventanas a lo largo que iba caminando, tenía mucho frío.

Ahora que me daba cuenta, llovía pero se me hacia algo extraño, no podía simplemente llover como si nada en esta época, se supone que durante él día debería este soleado y en la noche hacer calor, estábamos en Miami.