Miraculous texting stories #PremiosYYMLB #Changermlbfandom

Adrinath|1|

Este one-shot participará en los premios yuri yaoi [MLB]

Un poco de yaoi no hace daño ;3
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Advertencia
¡Contenido homosexual, si no te gusta te invito a retirarte!
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Esto es para las amantes del yaoi 7u7

Lo había confundido con una chica, algo que él no era. No era su culpa tener los rasgos parecidos al de una mujer, no era su culpa haber nacido así.
Eres hermosa
Y-yo no soy una chica....
Aún podía recordar aquello, ese momento que daba vueltas en su cabeza, se volvería loco tarde o temprano y quien no? Oh espera, no sabes que sucedió, cierto? Permíteme contarte la tarde más loca de este joven pelirrojo, usualmente confundido de sexo.
***************(brillo mágico)************

-Tenías que tocarme como compañero....
-¡Te escuché tomate!
-¡Deja de llamarme tomate!
El modelo era muy irritante, no lo soportaba y en cualquier momento saltaría sobre él para ahorcarlo, aunque pensándolo mejor, no quería ir tras la rejas aunque eso sería difícil con el Agreste presente a su lado, torturándolo.
Parecían gato y ratón, Adrien era un gatito hambriento que perseguía al pobre ratón pelirrojo que desesperado corría.
Nathaniel huía de las ganas de asesinar al rubio que parecía un niño en estos momentos, viendo toda la casa asombrado.
-Podrías dejar eso.
-Lo siento, eso solo que es tan brillante....
-Ya vuelvo y no toques nada.
-Como ordene capitán!
Hace un saludo militar junto a una sonrisa burlona, obviamente estaba planeando algo aquel chico.
Sube los 16 escalones, y podría hacerlo con los ojos cerrados. Aprendió cuantos eran y la distancia entre cada uno. ¿Quien no lo haría cuando está aburrido, sin internet y sin lápices para dibujar? Yo, yo lo haría y también él.
En su habitación, comienza a buscar los materiales, una tabla de madera, pinturas, pinceles, apuntes, bocetos del proyecto y más cosas.
-¿Que haces hermanito?-Pregunta una voz femenina con desinterés.
-Nada de tu incumbencia.-Responde enfadado, no estaba de humos para lidiar con su hermana, Laila, una universitaria de largos cabellos , pelirroja y de ojos verdes, muy hermosa.
-Parece que ninguno de los dos está de humor.
-Ninguno lo está desde hace meses Laila.
-No es nuestra culpa lo qué pasó Nath.
-Yo opinó que si.
-Ah. ¿Porque?
-Distrajimos al conductor.
-Él se distrajo solito.
-Aún así, lastimamos a una familia.
-¡¿Cuantas veces tendré que repetir que no fue nuestra culpa que los padres descuidarán a su hija?!
-¡Si fue nuestra culpa! Si no hubiéramos estado discutiendo nada hubiera sucedido.-La gota que derramó el vaso.
Su mano fue directo al rostro del pelirrojo, dejando una marca roja, una bofetada, le había dado una bofetada.
-No vuelvas a decir eso idiota.
Un fuerte ruido resuena por toda la casa, los presentes se alarman excepto uno que suspira frustrado, deduciendo quién era el culpable.
-Agreste está aquí.
-El guapo modelo perfecto para el papel de seme ?-Pregunta con ojos soñadores la mayor de los Kurtzberg.
Laila era una fujoshi, una chica obsesionada con el amor entre chicos o mejor conocido como yaoi. Su obsesión comenzó a los 13 años un día normal que ella navegaba en internet, buscando algo que la entretuviese cuando vio algo que llamo su atención de una manera única; dos chicos semidesnudos besándose con pasión. De inmediato se aferró al yaoi y comenzó a ver series y leer fanfics, para después compartirlo con su hermano menor que terminó asustado de por vida.
-Se me acaba de ocurrir una idea.-Menciona con una sonrisa que insinuaba sus intenciones.
-¡Oh no! ¡No no no no no! ¡No te atrevas a ponerme de uke! ¡La última vez terminé en un bar gay!-Y no era mentira. ¿Ya se imaginan a un pobre Nathaniel rodeado de semes no?
-¡No escaparas de mi pequeño tomate!
En la primera planta, el rubio pensó que el pelirrojo bajaría corriendo pues hizo mucho ruido al tumbar accidentalmente una estatua de madera. No era su culpa ser tan curioso como los gatos aunque ahora que lo piensa....
-Paso demasiado tiempo con Plagg.
-Te escuché niño.
No le tomo importancia y siguió vagando admirando todo lo que había.
-¡Retrocede Laila! ¡Tengo un plumón permanente y no temo usarlo!
-¡Pues yo tengo un pinta labios rojo!
-¡¿Que haces?! ¡Detente!
-¡La tómate alfa siempre gana!
-¿Que está haciendo Nathaniel?-Con intriga sube las escaleras silenciosamente, no quería parecer entrometido, solo echaría un vistazo y volvería abajo.
Se acerca a la puerta donde se escuchaba el ruido. La puerta estaba cerrada, que estaría pasando allí?
Iba a retirarse pero el destino tenía planeado otra cosa.
La estructura de madera se mueve, permitiendo el paso a cualquiera aunque fue acompañado de cierto pelirrojo que pensó que la puerta tenía seguro.
Los dos caen bruscamente al suelo, haciendo un estruendo, llamando la atención de la otra pelirroja quien al ver la escena, no duda en esconderse y fangirlear en secreto.
-¡Aaaah!-Grita silenciosamente (¿eso es posible?) mientras de su nariz, pequeñas gotas de sangre comienzan a caer.
Nathaniel se sorprendió al nos sentir el duro y frío suelo al caer, más bien se sentía tibio y cómodo.
El Agreste adolorido levanta su cabeza, encontrándose cara a cara con una chica (según él) de una belleza majestuosa. ¡Su cabello pelirrojo largo y brillante, ojos con una atractiva inocencia, sus labios de un rojo profundo lo incitaban a besarla, parecía un ángel caído del cielo!
-Eres hermosa....
-Y-Yo no soy una chica.....
Estaba tan distraído por la hermosura frente a él que no escuchó lo que pronunció el pelirrojo quien se dio cuenta de que el modelo lo estaba ignorando.
-Quiero levantarme.
-Eh si lo siento.
Adrien quita su brazo de la cintura de Nathaniel permitiendo que él se levantara. Grave error tomatito.
El rubio parece ahora el tomate con su rostro rojo, la causa? La "chica" frente a él traía puesto un vestido muy ajustado que resaltaba sus curvas, y vaya que cautivarían a cualquier hombre.
-¿Q-que me ves?-Dice intentando sonar molesto pero no lo consigue.
-N-nada.
Nathaniel intrigado por el sonrojo de su compañero, busca hasta darse cuenta de que estaba usando un vestido que tenía relleno en el pecho, haciéndolo parecer una mujer realmente atractiva.
Al segundo también se sonroja mucho y tapa su pecho con sus brazos.
-¡Voltéate idiota!-Ese gritó salió muy agudo, su voz parecía de una chica.
-¡Alto Agreste!
-¡¿Laila qué haces?!
-Hola soy Laila, la hermana mayor de Nathaniel, por cierto, a que él tiene un buen cuerpo?
-¿Qué?
-Tontito, está suculenta chica de aquí, es Nathaniel!
La mayor quita las extensiones al menor quien queda petrificado al estar frente a su compañero de esa forma.
-¿N-N-N-Nathaniel?
-Está muy suculento y en bandeja de planta solo para ti, no hay de que.
-Tu haces la mitad del trabajo y yo la otra. ¡Nos vemos mañana!
Sin decir más, desapareció corriendo sin dejar rastro, mientras que el pelirrojo seguía petrificado, aunque al segundo se desmaya.
-¡Eres perfecto como uke Nathaniel!
Una vez que Adrien llega su casa, se encerró en su cuarto aún con la imagen de un sexy Nathaniel en su cabeza.
-¿Que me está pasando?
¡Inquieto da vueltas en círculos sin poder sacarse el recuerdo, tenía tantas ganas de volver a verlo usar ese vestido negro, se veía endemoniadamente sexy!
Y así, es como un bello romance homosexual entre estos dos chicos comienza.

Fin
Un final abierto para torturar.