y si.

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Es el día más nublado de la historia mundial y yo acabo de decidir que te voy a olvidar. Que no te merecés todo el amor que te ando cargando, que es tanto y pesa tanto que hasta me duelen los hombros. Que para qué te voy a extrañar si vos ni me echas de menos y ni en lo más mínimo te hago falta. Que sí, que soy repugnante y hablo muy fuerte y molesto mucho y exagero todo y me río a gritos y ya sé que incomodo a la gente y que lloro por todo y que soy grosera y que como con las manos y beso con los ojos abiertos y nunca me corto las uñas y soy insoportable y amargada y no quiero hablar con nadie pero siempre quiero que todos me hablen y que todos me quieran y que estoy llena de defectos y que me distraigo mucho y me quejo demasiado y que sí, que todo eso. Pero también te quiero demasiado y siempre te escucho y te doy palmaditas en la mejilla y te pregunto cómo te fue en tu día y si estás feliz y por qué, y me río de tus chistes y canto con vos y te halago tu camisa celeste de manga de tres cuartos y te acompaño a donde querás y sonrío solo con verte y suspiro cuando no te das cuenta y te sacudo el pelo y trato con todo el cariño del mundo y con toda la dulzura de la que soy capaz, y que no, que nada de eso. Que no te das cuenta y que pareces ciego ante todo eso y que me decís que me querés pero luego es tan fácil despedirnos, me decís que soy la mejor del mundo pero luego es tan sencillo irte con otra y no sé si lo haces por maldad o por crueldad o porque estás harto de mi o porque simplemente no sos capaz de ver que todo el tiempo te veo con la sonrisa en los ojos y el amor en la punta de la lengua. No sé. Pero no me lo merezco, de verdad que no. Y vos no te mereces que te esté queriendo tanto porque es que, de verdad, está siendo demasiado. Y ya, se va a acabar. Lo acabo de decidir.

Es el día más nublado de mi vida y de este cielo y de este clima y de este universo donde todo me sale mal y yo acabo de decidir que ya no te voy a soñar más, y que un día nos vamos a sentar uno al lado del otro, con un café humeándonos frente a las narices, y vos me vas a preguntar "entonces, ¿me quisiste?" y yo voy a sonreirte como siempre aunque ya no va a ser igual, y voy a contestar que sí, que te quise, pero que ya no.

un montón de atardeceres igualesWhere stories live. Discover now