Incomodidad

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Finalmente cuando escucho que Ericka callo en llanto, decidió salir de su habitación. Vio a Ericka arrodillada en el suelo, mientras el vampiro intentaba tranquilizarla. La vio tan dolida y se notaba que sufría.

-Ericka.- Leiftan se acerco y poso su mano sobre su hombro, la castaña por su lado lo miro y lo abrazo sin decir nada. -Ericka, ¿Estas bien?-

-No!, ¿¡Que no has visto que me han borrado la memoria?!, Me han quitado el recuerdo de mi familia!.- Ella sollozó mirándolo con una mueca de dolor y ojo -Y el me pide que lo perdone!!- Señalo a Nevra

-¿Recuerdas lo que hablamos hace poco?- El dijo mirándola, ella asintió -Debes perdonar, y centrarte en mejorar la situación, no ganarás nada, recuerda que no todo fue culpa de Nevra, no vivas con ese rencor...-

-Tu haces lo mismo!!- Ella lo miro

-Por eso lo digo, no quiero que termines como yo.- El rubio negó

Ericka lo miró pensativa, quizá tenía razón. Lo suyo podía tener solución, pero nada traería a la familia de Leiftan. Pero no se sentía capaz de hablar con Nevra, ni Miiko, nadie. Terminó por irse de ahí, el vampiro trato de seguirla.

-Es mejor que la dejes despejar su mente, cuando ella este más tranquila será capaz de escucharte- Leiftan lo detuvo tomando su hombro

-Ella esta muy frágil, no quiero que le pase nada- El se zafo del agarre del rubio

-Lo se, pero, debes dejar que se calme. Solo dale unas horas...- 

-Bien.- Asintió aún no muy seguro -Pero si algo le pasa, será tu culpa por dejarla que vaya sola-

-Wow, tranquilo, no le pasará nada.-

-¿Como puedes estar tan tranquilo?. -El nego

-Nevra, no podemos saturarla de información o intentando presionarla a hablar.-

-Simplemente no puedo- El se fue de ahí

Leiftan rodó los ojos pensando en lo increíblemente terco que podía ser el vampiro, bueno, eso no era sorpresa pero le exasperaba un poco.

-Leiftan!- La voz de Kero se acercó a el.

-¿Que sucede?- Leiftan lo miró

-Miiko quiere que vayas a verla.-

-¿Miiko?-

-Si- Asintió

-Esta bien, voy para allá.- El se retiró directo a la sala de juntas. Donde Miiko ya lo esperaba.

-Leiftan!- Miiko Sonrío y le señalo un asiento para que se sentará.

-Gracias, Miiko- El se sentó intentando disimular su incomodidad y enojo por lo que había escuchado hasta hace una hora atrás.

-Yo...- Ella se aclaró la garganta -Sabes, hemos descubierto que los de tu especie son curativos en algunos tipos de heridas, pensábamos...-

-Quieren un poco de mi sangre, ¿Cierto?- La miro 

-Si, eso mismo, captas rápido, por eso me caes bien!- 

-Supongo, que esta bien. Un poco de mi sangre no me afectará-

-Todo lo contrario, nos ayudará mucho a sanar a algunos refugiados Leiftan...- Toco su mano por encima del escritorio

-Si... Miiko... ¿Como averiguaron que mi sangre es curativa?- Esquivó su mirada

Extinto. (Eldarya)Where stories live. Discover now