13. Despacito

3.6K 227 191
                                    

-Aguamenti- pronuncié apuntando mi varita hacia la cara de Hermione.

Un chorro de agua salió de mi varita disparado hacia la cara de Hermione haciendo que ella gritara.

-¡Feliz Navidad! La venganza es dulce.- reí mientras Hermione me daba golpes con su almohada.- Ya, ya vamos a abrir nuestros regalos.

Hermione dejó de golpearme con su almohada y se fue al suelo para comenzar a abrir sus regalos. Comenzó abriendo el mío y cuando lo hizo, su rostro no mostró alegría, como pensaba que reaccionaria, sino nada.

-¿Qué pasó?- pregunté confundida.- ¿No te gusta?- pregunté algo decepcionada.- Tiene un capítulo completo en lo que la Profesora McGonagall comenzará a dar en su clase, sobre los Amimagos.

Hermione aún no mostraba alguna expresión.

-Solo abre el mío.- dijo negando con la cabeza.

Hice lo que me pidió y abrí el de ella. Ya entendí porque había puesto aquella expresión.

Saqué aquel sensacional libro de Transformación de su envoltura. Era el mismo que yo le había regalado.

Ambas explotamos en risa. Mismos gustos en libros, nos conocíamos perfectamente.

-Perfecto, iba a comprármelo de todos modos.- reí.

-Yo igual.- río Hermione.

Me dediqué a abrir los demás regalos. El segundo que vi fue el de mi abuelo Albus, lo eché a un lado, lo abriría después. Abrí el de la Sra. Weasley, dentro estaba el tipico abrigo tejido con una gran "E" en el medio, este año el abrigo fue color lila. Mis tíos me enviaron unos riquísimos brownies, de la repostería que tanto amaba en el mundo muggle. Abrí el de Ron y este traía otra caja de dulces mágicos deliciosos.

Sin duda alguna, quieren que engorde estás navidades.

El regalo de Lupin traía varias camisas de mi banda favorita del mundo mágico, The Weird Sisters. ¿Cómo lo sabe? Aparte de las camisas, las cuales amé, había un extraño pequeño artefacto que daba miedo. Ni Hermione y yo teníamos idea de lo que era. Luego le preguntaría para que funcionaba.

Me pareció muy extraño no ver algún regalo de Harry. A Hermione le llegó el suyo de su parte, pero a mí no.

Hermione y yo al ya haber abierto nuestros regalos nos dirigimos al dormitorio de los chicos. Sabemos que no es permitido, pero vamos, es Navidad.

-No deberías llevarte a Crookshanks para su dormitorio. Sabes cómo se pone cuando está cerca de Scabbers.- dije al ver cómo Hermione llevaba en brazos a su horrible gato.

-Se portará bien, sabes que es solo su instinto.-dijo lo cual me hizo rodar los ojos.

Al entrar al dormitorio de Los chicos, Harry nos mostró la gran escoba que había recibido. Una Saeta de Fuego. No tenía nota, no sabía quién se lo había enviado.

-Ni la toques.- dijo Hermione a lo cual Harry la miró como si estuviese demente.

-¿Porqué no lo haría?- preguntó Harry.

-¿Qué tal si fue Black?- dijo Hermione cruzándose de brazos.

-¿Porqué Black me enviaría la escoba más costosa que hay?

-Quizás este maldita.

Con esto Harry mantuvo silencio y observó la escoba serio por unos segundos.

-Ya la toqué, y no me sucedió nada.- respondió encogiéndose de hombros.

De la nada Crookshanks se soltó del agarre de Hermione para ir a atacar a Scabbers, el cual estaba en la cama de Ronald.

Tercer Curso (Harry Potter)Where stories live. Discover now