Tercer Curso (Harry Potter)

16. ¿El Grim?

Ya había terminado de coger los exámenes finales. No eran tan terribles como todos los estaban comentando. El examen de la clase de Hagrid fue el más sencillo, y ni hablo del de Adivinación donde solo me inventé las cosas que "veía" en las esferas de cristales. Al parecer la Profesora Trelawney se creyó todo ya que me dio calificación casi perfecta. Para DCAO y Transfiguración obtuve de las puntuaciones más altas, así que estoy muy satisfecha con mi proceso este año.

Estaba con Harry en la sala común, estábamos muy cerca sentados en el sofá. Harry jugaba con mis manos mientras me contaba como le fue en los exámenes, los cuales le ha ido muy bien.

-Ya falta poco para ir juntos al concierto.- sonrió a lo cual yo asentí con mi cabeza emocionada.

-No sabes lo emocionada que estoy.- dije en una voz muy chillona.- Lo siento, creo que ya si sabes.- reí.

-No te tienes que disculpar.- rió y acarició mi mejilla.

-Emily..- comenzó a decir poniéndose serio, lo cual me tomó por sorpresa.

-¿Qué pasó?- pregunté confundida por el cambio expresión.

-He querido preguntarte esto desde el principio, pero tenía que estar seguro de algunas cosas.- comenzó a explicar nervioso, no quería mirarme a los ojos.

-Harry..- reí. -Puedes preguntarme lo que sea tranquilo, no tienes que estar nervioso.

-Okay, bueno pues me preguntaba si...- comenzó a decir ahora mirándome a los ojos, esos verdosos ojos.

No pude descubrir que me preguntaría, ya que Hermione entró alterada por el retrato de la Señora Gorda junto a Ron.

-Debemos ir con Hagrid.- casi grita Hermione.

Harry y yo nos levantamos rápidamente preocupados olvidándonos por completo de la conversación que estábamos teniendo.

-Hermione, ¿qué pasó?- preguntó Harry acercándose a ella.

-Es hoy en el atardecer que ejecutarán a Buckbeak.

Harry y yo abrimos nuestros ojos como plato. Tenemos que estar para Hagrid. Esto es una injusticia. Se supone que no estemos por los jardines a estas horas, pero no importaba.

-Iremos. Hagrid nos necesita.- dije empujando a los chicos por el retrato de la Señora Gorda.

-Espera, Em. Déjame buscar la Capa de mi padre.- dijo Harry y subió rápidamente a su dormitorio.

Harry al regresar con la Capa de invisibilidad ayudó a que todos cupiéramos dentro de ella. Caminábamos lentamente para estar seguros de que ningún pie se saliera de la capa.

No nos encontramos a nadie por el camino, pero el peligro de ser encontrados aún estaba hasta que estuviéramos dentro de la cabaña de Hagrid.

Después de varios regaños por parte de Hagrid logramos entrar a su cabaña y pudimos quitarnos la capa de invisibilidad. Algo extraño había sucedido de camino y no pude evitar mencionar algo al respecto.

-Solo quiero decir que si tienen muchas ganas de echarse un pedo, háganlo cuando no todos estemos pegados cubiertos por una capa en la cual respiramos prácticamente el mismo aire.- dije cerrando los ojos mientras respiraba felizmente aire fresco, aunque la cabaña de Hagrid no tuviera un olor completamente refrescante.