»Un ángel cayó a un oscuro abismo y se volvió adicto a la enfermedad que poco a poco lo mataba«
→Esta historia está ambientada en un pasado "oscuro" de estos dos personajes de villanos←
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*No tiene nada que ver con teorías ni vacas locas*
→...
Con el tiempo las palabras no escritas se hacen débiles, los sentimientos se afilan cual cuchillos dispuestos a matar para defender su existencia y en su camino de hacerse más fuertes, cortan donde más te duele y te hacen más débil de lo que realmente eres.
Flug era alguien débil, pero se adaptaba tan bien al dolor, que cada pequeña cortada de ese filo infernal sobre la piel descubierta de sus debilidades se convertía suavemente en una furiosa brisa de tormenta; le daba vida, le enseñaba a vivir.
A Black Hat por otra parte le habían correspondido los relámpagos en ese huracán que amenazaba sacar de sí todo aquello que era apreciado, trataba constantemente de recordarse su fuerza ante el efímero valor de la lluvia atravesando su piel, pero ¿Había acaso algo contra esa apoteósica lluvia? ¿había manera alguna de salvar la pantomima que venía siendo su vida?
Tarde lluviosa y una bolsa de chocolates.
El libro en la mesa y una pared blanca siendo contemplada, 30 minutos perdidos en la blanca monotonía de la pintura.
¿Desde cuándo el tiempo perdido pasaba tan lento?
La puerta de entrada al apartamento resonó en el espacio. Las pisadas sonaron suaves y casi como un rayo, en poco tiempo el centro de su adoración pasaba por la puerta.
Los edredones de la sala estaban revueltos sobre su cuerpo, había armado un pequeño campamento ante la ventana donde ahora las gotas de agua resonaban fuertes y precisas, balas de realidad cayendo del cielo.
Cómo de costumbre un beso, uno que no denotaba un contrato de por medio.
La ropa del mayor estaba ligeramente mojada y aunque algo tan mínimo no pudiera dañarle realmente, preocupado y pícaro el menor lo desvistió invitándolo a su cálido nido de mantas.
- No sabía que te gustara tanto la lluvia.
- Realmente me parece una "eventualidad" interesante si se le pude llamar así, es la representación clara de lo destructiva que llega a ser la tierra sin afectar por ello su fuerza creadora. Es como un milagro que empeora las cosas, no lo podemos clasificar de ninguna manera; es el claro reflejo de la naturaleza.
Flug se calló, comprendiendo que quizás había hablado demasiado. El clima gris solía soltar un poco su lengua y para empeorar, el calor tan familiar junto a su piel lo llenaban de la seguridad que le faltaba en su actuar diario.
A Black Hat por otro lado le había sorprendido en sobremanera su respuesta, experimentó un deseo tan carnal como emocional que recorrió cada neurona y cada nervio.
Jamás había sentido una necesidad tal, acababa de descubrir una nueva faceta en su enferma mente.
- Pensé que lo suyo era la ciencia Doc, ¿Desde cuándo nos interesamos tanto en filosofía?
La pregunta era retórica, su lengua se había cargado de veneno como siempre que enfrentaba algo que parecía superarlo.
- Desde que todos mis muros morales cayeron en su habitación, jefe. He tenido que replantearme ciertos conceptos.
La picardía en su voz lo aturdió, esa mueca nueva que rondaba sus facciones, esa sonrisa coqueta.
El veneno de su lengua fue reemplazado por un sabor agradable, un dolor para nada físico se expandió por todo su cuerpo cuando el menor lo abrazó.
Ninguno de los rayos que recorrían el cielo e iluminaban sus rostros entre la opaca habitación podría compararse a la dolorosa electricidad que recorría sus arterias cuando veía al delicado ser entre sus brazos sonreirle tan sinceramente.
Solo quería volverse tan reactivo y tan cruel como su amante. Quería igualar ese nivel de poder que le estaba haciendo caer del pedestal.
Su ego pedía a gritos merecer esas sonrisas.
- Deberíamos tener una cita
~
Mientras tanto quienes esperan capítulo:
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