Capítulo 1.

23K 909 299
                                    

Mi nombre es Gabrielle Siddal. Tengo 38 años y dos hijos que son mi vida.

Mi peculiar sarcasmo me caracteriza, hasta a mí en veces me resulta insoportable... nah, no es verdad. ¡Lo amo! Es la mejor forma de poner a los estúpidos en su lugar. 

Soy compradora impulsiva en honor a mis tacones, y también estoy medio loca, pero bueno... ¿para qué presumir? 

Y soy muy feliz... ¡ja, ¿te la creíste? 

Hace poco más de un año me divorcié de Christian Steer, un famoso empresario que tiene dos canicas de testículos. Resultó que el muy hijo de... ¡su madre!, me estaba siendo infiel con su secretaria. Un día simplemente llegué a su oficina y estaba dándole a la rubia como a cajón que no cierra. ¡Me repugna recordarlo! 

Me casé forzada por mi madre, yo no lo amaba. La noche de bodas fue un asco, en el "acto" no hubo ni placer y menos amor pero si quedé embarazada de Melody, mi hija mayor.....

Según mi madre el patrimonio de Christian era perfecto, a ella no le importa mi felicidad, yo sólo era su pase VIP para conservar la gran vida que estaba acostumbrada a llevar. Por supuesto que yo no quería depender de ningún hombre, por lo tanto, continué con mis estudios y hoy en día soy la gerente y fundadora de "Siddal Company". 

Steer era muy violento y celoso; me obligaba a tener sexo con él, así fue como quedé embarazada de Thiago, nuestro segundo hijo. Sinceramente cuando ya era toda una empresaria muy bien posicionada, anhelaba divorciarme pero, cometí el error de muchas mujeres y es continuar con un matrimonio que no funciona, sólo por los niños. Claro que, después de descubrirlo, me decidí y ahora, ¡bendita soltería! Soporté abusos, golpes y humillaciones durante muchos años, ya era hora de valorarme un poco y buscar la verdadera felicidad. 

Las mujeres merecemos un buen hombre; no hablo de un multimillonario con cara de actor porno, me refiero a un hombre caballeroso, humilde, con metas en la vida y lo más importante, ¡leal! 

Pero existe un problema, y es que hay muchas mujeres interesadas, mentirosas y complejas que nos hacen ver mal también a las demás cómo si todas fuéramos iguales, en pocas palabras, les llega un príncipe azul pero no es del tono de azul que deseaban. ¡Ellos también merecen una buena mujer! 

La definición de buena mujer no es que, pase las 24 horas del día en casa o en la cama, sino la que ama sin peros, la que no busca que él sea un cajero automático, al contrario, intenta ayudar para salir ambos adelante, es independiente y sobretodo es ¡fiel! 

El dinero y el físico son sólo simplezas, cuando hay amor verdadero.  

 En fin, desde mi divorcio la relación con mis hijos no es muy buena, ven muy seguido a su padre y el muy gilipollas se encarga de decirles que su madre prefiere el trabajo que a su familia, que por eso no estoy con él, pero eso es mentira. Trabajo un montón, es verdad, pero yo quiero que mis hijos vivan bien. Karen, mi madre siempre ha vivido con nosotros y obviamente apoya las ideas que el muy desgraciado les está metiendo en la cabeza, sólo para que regrese con él, pero ¡qué no joda! Prefiero casarme con el borrachito del vecindario que regresar con ese patán.

Melody tiene 17 años, se ha vuelto una chica rebelde, grosera y los problemas en su escuela son muy frecuentes, el psicólogo ha dicho que quiere llamar la atención y que, lo único que desea es ver a sus padres de nuevo juntos. Y qué pena por ella, pero eso es algo que no va a pasar nunca más. 

Thiago tiene 10 años, está loco por los videojuegos y es un completo terremoto. 

Mis hijos son mi mundo, los amo más que a nada, aunque ellos no lo crean gracias a su padre...

Fue en París (Borrador) || DISPONIBLE EN FÍSICOWhere stories live. Discover now