8.Capítulo

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Una semana después Elena y Dani se volvieron inseparables, más bien como si fueran mejores amigos. Elena sabía todo sobre Dani; el tambien creía saber todo sobre ella pero había una cosa que no le había contado. Durante aquella  semana Elena había conocido a sus amigos y amigas.Y lo más importante de todo. Por fin sabía distinguirlos. La cosa llevo sus días pero mereció la pena.

Como cada semana ahí estaba Elena en casa de sus vecinos. Por mucho que lo intentaba no había manera de convencer a su tía para que se pudiera quedar en su casa. Estaban en el jardín, como cada mañana, tomando el sol.

-Tengo sueño.-Bufó Elena.

-Duermete.-Dijo Dani y esta negó.Tranquila,no te vamos a tirar a la piscina. O quizás si.-Dijo riendo.

-Mejor me quedo despierta. Miedo me dais.-Dijo Elena riendo.

-Me voy a la piscina.-Dijo Jesús no muy animado.

En cuanto se fue Dani se sentó junto a Elena. Esta le miro sin entender lo que estaba pasando.

-Problemas amorosos.-Le susurró Dani al oido.

-Habra que animarlo un poco entonces. ¿Te vienes a la piscina?-Preguntó Elena levantándose de la toalla.

-Esta bien.-Dijo Dani levantándose también.

Elena iba detrás de Dani por si a este se le ocurría tirarla a la piscina. Justo cuando Dani estaba a punto de tirarse al agua se giró y miró a Elena con una sonrisa traviesa. Esta, antes de que Dani hiciera lo que tenía planeado, se tiró al agua sin pensárselo dos veces.

-¿Me has leído la mente o algo?-Preguntó Dani que seguía fuera.

-Más o menos. Se podría decir que si.-Dijo Elena riendo.

Jesús contemplaba la escena no muy animado. Se le veía triste, más bien raro. Según Dani eran problemas amorosos. O quizás le estaba mintiendo. Quien sabe. En esos instantes sintió como alguien le intentaba hacer una aguadilla. Era Dani. Cabreada le dio un manotazo y se escapó de su agarre.

-¿Oye a ti te ha dado por pegarnos últimamente, no?-Preguntó Dani riendo.

-Ya ves. Sois gemelos. Si le doy a uno le tendré que dar al otro. No vaya a ser que le entre envidia al otro.-Dijo Elena sonriendo. -Ahora voy a por Jesús.-Dijo Elena bromeando.

-¿Qué?-Preguntó Jesús reaccionando.

-Nada déjalo. ¿Qué te pasa?-Preguntó Elena preocupada.

-Nada.-Dijo Jesús borde.

-Ya claro. Eso cuéntaselo a otro que conmigo no cuela.-Dijo Elena junto a Jesús.

-Es Mery. Últimamente esta muy rara y estoy preocupado.-Dijo Jesús cabizbajo.

-Serán paranoias tuyas.-Dijo Dani intentándolo animar. -Mery no es de esas chicas que sale con uno y al día siguiente lo deja.

-Si, lo se. No digo que ande con otro chico, yo confió en ella. Lo que pasa es que la veo triste, diferente, rara...No se si me explico.-Dijo Jesús.

-¿Quieres que hable con ella?-Preguntó Elena seria.

-¿Enserio harías eso por mi?-Preguntó Jesús centrando la mirada en Elena.

-Por ti lo que sea. Ya veras que Dani tiene razón y son paranoias tuyas.-Dijo Elena sonriendo.

-Eso espero.-Dijo Jesús serio, más bien triste.

Después de comer Elena quedó con Mery en la plaza para hablar sobre lo que pasaba entre Jesús y ella. Estuvo esperando a Mery varios minutos hasta que llego. En cuanto la vio se acercó a ella:

Inevitable (Daniel y Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora