"Reserve una hora especial para leer libros con su hijo. —Aliéntelo a que diga su nombre y su edad. —Enséñele canciones sencillas como “La araña pequeñita” u otras canciones tradicionales para niños."
Harry y León se encontraban en el jardín, Harry estaba sentado en un columpio y León en otro. Louis y él habían decidido ponerlos cuando se dieron cuenta que no podían ir siempre al parque. El día estaba nublado y el aire fresco.
—"¿Por qué no me enseñas? ¿A qué? Pues a sentir. Eso no se enseña, se aprende."
Louis sale al patio y ve a sus amores en los columpios, camina hasta ahí y empieza a mover el columpio de León, frunce el ceño al escuchar lo que su esposo lee.
—¿Bonito?—llama, Harry le mira y habla.
—¿Qué pasa, Lou?
—Es una sugerencia, ya sabes pero...estoy casi seguro que debes leerle cuentos infantiles y no una novela de corrupción e idealismo mexicana.
Harry le mira con el ceño fruncido.
—No le voy a leer como un pato se perdió por chiflado, Louis. Tampoco el de una niña golosa que se come la sopa de unos osos, ni tampoco el de una egoísta sirena que quiere piernas. Me niego.
Louis ríe y se acerca a su esposo para darle un beso.
—Dudo mucho que el niño entienda algo de lo que estás diciendo, ni siquiera creo que entienda un libro infantil.
—Pues entonces no molestes.
Louis rueda los ojos y le da otro beso, camina hasta su hijo y lo saca del columpio y camina hasta la casa.
—¿¡A dónde vas!?...¡Catalina apenas va a empezar a sentir!
—¡Vamos a ver una caricatura mientras comemos helado, Harry!
El rizado bufa y se pone de pie poniendo el separador del libro.
°°°°
Louis se encontraba sentado con León en el suelo del cuarto del niño, jugaban con algunos peluches.
—¡A peota, papáaa!
Louis voltea a donde el niño señala y toma la pequeña pelota que él le había comprado.
—¿Quieres jugar fútbol, Leo?—el niño asiente y Louis sonríe orgulloso. Se levanta y toma la mano de su pequeño, cuando dan vuelta ven a Harry de brazos cruzados en la puerta.
—¿Hiciste lo que te pedí, Louis?
—Claro que sí, por supuesto sí.
—¿Y qué te pedí, Louis?
—Sacar la basura.
El rizado le mira con ganas de matarlo y Louis sonríe nerviosamente.
—¡Te dije que le enseñaras al niño a decir su nombre y edad!
—No creo que no sepa su nombre, Hazz.
Harry niega con la cabeza y toma al niño en brazos, caminan hasta su pequeña cama y lo sienta.
—Ven para acá, Louis—el de ojos azules obedece y se acerca a su esposo, ambos se sientan en el suelo y León les mira jugando con su peluche de tortuga que usa para dormir—Vas a decirle a tu hijo que diga su nombre. Si alguna vez en un descuido tuyo el niño se llega a perder, tiene que saberlo.
Louis le mira con el ceño fruncido pero asiente.
—León ya sabe su nombre, ¿verdad campeón?—el niño asiente con una sonrisa.
—¿Y cuál es?—pregunta Harry.
—¿Cómo te llamas, cariño?—Louis le pregunta al pequeño.
—Eon—hay una sonrisa en su rostro cuando lo dice.
—¿Cuántos años tienes?
—Dos.
—¿Ves?, mi rey es un genio.
—Tiene que saber sus apellidos también.
Louis bufa y rueda los ojos.
—Di después de mi, León —el niño asiente y Louis sigue —León.
—Eón.
—Tomlinson.
—Linson.
—Styles.
—Ails.
Harry se pega en la frente con la palma de su mano y carcajea.
—¿Ves? Mi gordo será el genio de su generación.
°°°°
La musica inunda la sala de estar, Harry se encuentra bailando y cantando con su pequeño hijo.
—Solo eres feliz cuando tu inservible cabeza está llena de droga, espero que llegues al día en que tengas 28 años.—León ríe en los brazos de su padre mientras este canta—Estás desgarrada por cada filo, pero eres una obra maestra. Y ahora yo me estoy desgarrando pasando las páginas y la tinta. ¡Todo es azul, sus pastillas, sus manos, sus vaqueros. Y ahora estoy cubierta de colores, descosida por las costuras y es azul y es azuuuuuul!
Louis le mira mientras come una dona, su ceño está fruncido y su boca abierta. Harry y León dan vueltas por toda la sala. Unos segundos después sonríe bajando la mirada.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando la levanta toma una decisión; no va a intervenir. Al menos la canción habla de colores, suspira y vuelve a la cocina. Quedan tres donas y él no va a desperdiciar.
