Mal día [y.m Omegaverse]

2. Una visita inesperada

Vestido con una linda y adorable pijama de conejitos bajó a abrir la puerta, ese fin de semana descansaban todos los del servicio por lo que en esos dos días se tenía que servir a sí mismo, con su pequeña mano froto su ojo derecho con el afán de aclarar su vista y lograr distinguir a la persona que estaba del otro lado.

Saltó en su lugar cuando reconoció quien era, nada más y nada menos que el alfa de aquella noche pasada, sus ojos se abrieron un poco más del tamaño normal y se llevó una mano a su corazón, no podía creer que él estuviera allí, justo frente a él, después de todas las noches que pasó en vela pensando quién era y dónde estaba aquel atractivo chico que desde esa acción de antes logró cautivarlo y atraerlo.

Yoongi sonrió mostrando sus rosadas encías, parecía todo un gatito y esa sonrisa hizo que Jimin tuviera un pequeño infarto, la más hermosa que haya visto jamás, fue lo que pensó el menor.

-No te sorprendas, era obvio que volvería hermoso omega roba corazones -el alfa sacó detrás de sus manos un ramo con lirios hermosos, dio una inclinación y con una radiante sonrisa se presentó con un tono de seriedad.

-Hola, un gusto en conocerte. Soy Min Yoongi, me declaro un humilde pretendiente suyo y espero que acepte mis intenciones. -Sus palabras hicieron que a Jimin se le colorearan las mejillas de un rosa intenso y apartó la mirada por la vergüenza que sentía en aquellos momentos, no sabía qué hacer exactamente, nunca nadie había llegado y le había hablado de esa manera, con las manos temblando de nervios aceptó las flores y las apretó un poco contra su pecho y con los nervios al cien contesto al bello hombre.

-H-hola, yo realmente no sé qué decir... sólo espero que realmente te e-esfuerces -no supo si lo que dijo estaba bien pero sus palabras salieron con dificultad y sintió que se mareó de pensar en la bochornosa situación en la que estaba, Yoongi sonrió de medio lado y le guiñó un ojo antes de dar un paso hasta él y plantarle un beso en la mejilla.

-Tenlo por seguro pequeño -respondió y luego con pasos lentos se dio media vuelta y comenzó a caminar hasta su automóvil color negro estacionado en la calle, Jimin sentía que su corazón iba a salir de su pecho, la mañana fue realmente sorprendente para él, nunca imaginó ver al pelinegro del otro lado de la puerta y menos que le diría lo que le dijo.

Tomó el teléfono y marcó un número que se sabía de memoria con emoción notable en su voz contesto una persona al tercer tono.

-Sehunnie, tienes que saber esto -Jimin habló tan rápido que el alfa con dificultad logro entender.

-Habla cachetón.

-¡Min Yoongi! Es el nombre del alfa que te hablé la vez pasada, hoy vino a mi puerta y me dijo que... -Sehun cortó a su hermano menor y con un tonó algo molesto por lo sobreprotector que era con su hermanito.

-Ah, ese idiota, es el hermano de Luhan, tendré que hablar con él personalmente -, su voz era seria y molesta, Jimin soltó una risa divertida y siguió hablando con Sehun durante una hora.

Su primera cita fue en un lago alimentando patos y hablando de cosas triviales que mantenían a ambos cómodos, Yoongi decidió que conquistaría al menor de una manera lenta y sin prisas, quería que todo fuera perfecto como siempre lo había deseado, quería que el menor en un futuro lo aceptara.

Con dudas el mayor tomo la mano de Jimin y entrelazo sus dedos con los de él, su mano era grande a comparación con la de Jimin y eso le dio mucha ternura, miró sus dedos entrelazados, mientras que el castaño se mantenía relajado, sorprendentemente ese gesto no hizo que surgieran nervios dentro de él, sino todo lo contrario, se sentía jodidamente bien, correcto.

Siguió aventando comida al lago y poco después recostó su cabeza en las piernas del mayor, Yoongi se encontraba muy sorprendido, pensaba que tardaría mucho tiempo para que el menor tomara la confianza necesaria para hacer ese tipo de cosas pero al parecer estaba muy equivocado, suspiró y acarició los cabellos castaños del cachorro en sus piernas, Jimin cerró los ojos y de dejó llevar por la agradable música de los pájaros en los alrededores, se sentía muy relajado al lado de Yoongi.

-Realmente me siento bien a tu lado.

Yoongi no quiso responder y sólo se dedicó a dejar suaves caricias por el rostro del menor, se acercó a su cuello y aspiro el delicioso aroma del menor, miró la parte de su cuello y deseo que allí hubiera una marca, una marca hecha por él.

Anhelaba con toda su alma que ese pequeño y delgado chico fuera suyo y que juntos tuvieran la vida feliz que desde niño quiso, pero sabía que para llegar a ello tendría que hacer mucho.

No importaba cuanto tuviera que hacer, Park Jimin terminaría con él.

Fin

(Ustedes ajaja)

Creo que quedó muy sencillo.
Si es que alguien lo leyó (?) gracias xd
Espero en un futuro escribir cosas que valgan la pena.

-azu