1. Romeo y Julieta

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1. Romeo y Julieta


¿Se imaginaron alguna vez estar en un cuento de hadas?

Ser la princesa que es rescatada por un hermoso príncipe de armadura tan brillante como sus ojos, que luche contra el inmenso dragón y luego se casan, viviendo felices para siempre.

Es el sueño de cualquiera, pero para mí, es una pesadilla.

En mi caso, soy un chico viviendo solo en un apartamento tan vació como el fondo de un pozo. Teniendo que cocinar, limpiar, alistar mi ropa, comprar los alimentos, entre otras miles de obligaciones tan tediosas como vivir.

06:00 a.m.

El sol se estaba colando e iluminaba todo a su alrededor, se escuchan los bullicios que ocasionaba la gente tratando de tomar un bus y el ensordecedor despertador sonando. Apago el cigarrillo y siento la suave brisa traspasar mi piel, abandono el pequeño balcón y predispongo a vestirme.

Una vez listo, tomo una manzana y mi mochila saliendo para lo que el gran día de mierda me depare. Mi caminata era lenta mientras comía la manzana, las calles se empezaban a llenar y las personas se hacían cada vez más.

Ya divisaba el gran montón de personas, disminuí aún más mi caminar y terminé el fruto rojo. Entré al Instituto sin saludar a nadie y fui directamente a mi casillero, dejé algunos libros y me adentré para mi clase.

El nuevo semestre había comenzado y mis ganas de venir se desvanecían día por día. Solo venía para poder librarme de ello y así poder abandonar la ciudad.

Los últimos años no fueron los mejores, muchos problemas pocas soluciones.

¿Por qué no buscar una solución? Imposible.

¿Pesimista? Probable.

Pero es que solo a veces, para los problemas no hay soluciones, uno tiene que adaptarse y sobrellevar las adversidades que el camino presente.

— Buenos días alumnos —dijo un regordete dejando su no muy limpio bolso sobre la mesa —. Soy el profesor de Literatura Paul Ugarte, ustedes llámenme Paul. Es mi primer día como su nuevo profesor y espero que nos llevemos bien...

Pláticas del primer día, tan tedioso, solo me faltaba seis meses para acabar todo este circo e irme.

Fijé mi mirada a las afueras del salón, pude divisar un grupo de chicos hablando mientras entraban, un niño llorando por no querer soltar a su probablemente hermana y a un señor con cara de enojo tocando la claxon para que el pequeño vuelva al automóvil. La hermana solo se limitada a acariciar el pelo del niño y decirle palabras, mientras que el otro seguía llorando; en esa imagen pude ver a mi hermanito, buscando un poco de cariño, en lugares carentes de ello.

Volví mi vista al profesor, quien seguía parloteando y por primera vez pude decir que extrañaba a mi amigo, Stanlin, el único que me mantendría despierto en las clases y por así decir, me haría pasar las materias.

Saqué un cuaderno y un lápiz, empezando a dibujar cualquier cosa que se me viniera a la mente, sin siquiera darme cuenta que una figura estaba posada frente mío. Levanté la mirada, chocando con unos ojos color avellana, mirándome molesto.

— Señor Price...— dijo el amargado de mi profesor—, ya veo que tenemos todo un artista en este salón...

— Un raro querrá decir...— dijo Luke, un muchacho con el cual, particularmente, no me llevaba bien. La clase explotó en risas.

— Como sea —prosiguió Paul—, estamos en clase de Literatura, no en Artes, así que le pido que preste atención a lo que estoy diciendo porque créame...— se acercó a mi rostro, podía sentir el olor a dentífrico— me han contado bastante de usted como para que lo tenga en la mira, así que si quiere pasar mi materia este semestre debe escucharme más de lo que usted desea.

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⏰ Last updated: Dec 11, 2017 ⏰

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Noah ©Where stories live. Discover now