Estaba muy aburrida, no tenía ni tengo nada que hacer desde que iniciaron mis vacaciones.
Ya no había nada que quisiera dibujar.
Nada que escribir.
Nada que hacer en general.
Me enfermé múltiples veces y la depresión no tardó en hacerse venir.
Mientras escuchaba música o veía videos, o también, me la pasaba en la redes sociales me llegaban ganas de escribir...pero no sabia que ni porque. Así que por eso decidí crear este diario para matar el tiempo propio y quizá ajeno.
Montones de personajes e historias venían a mi mente de forma total desordenada, cuando dibujaba o escribía una, empezaba bien, llena de inspiración y creatividad pero, conforme avanzaba me aburría y perdía el interés en la misma.
No olvido también mencionar que al sentirme aburrida, me sentía vacía y por ende sola. Era como si no valieses nada para el mundo ni para ti mismo.
Deseaba atención y ser popular como los ídolos que veo a casi diario.
Busque llenar mi necesidad creando historias, cuentas, dibujos, etc.
Nada cambiaba y la sensación no se iba.
Llegó el momento en que mande todo al carajo y...
Al final solo me vino esta idea y cree el diario de ideas.
No me importa si este es querido, odiado o ignorado.
Sera una terapia, una cura, desahogo, una purga.
Mi utopía ideal.
