Beautiful Stranger

Capítulo 7 "Recuento de Daños"

Julio’s POV

Toda mi vida se han esperado grandes cosas de mí. Mi familia siempre ha logrado resaltar en todos aspectos y viviendo bajo la sombra de mi hermano, un gran abogado, el mejor de su clase, siempre me ha motivado a ser el mejor en lo que sea que haga. No suelo ser expresivo, no suelo abrirme con cualquiera y mi inteligencia nata suele intimidar a los que me rodean.

En mis intentos por mantener el prestigio de mi familia, he logrado conseguir irme de intercambio un semestre, becado por completo a Estados Unidos. Quizá no el país de mi mayor agrado, pero el viaje es lo que importa. Por razones económicas, tendré que compartir el departamento con otro estudiante, algo que no me agrada del todo, pero puedo soportarlo.

Toda persona merece tener la oportunidad de aventurarse a algo nuevo por su cuenta y el poder vivir por mi cuenta, es una gran experiencia que anhelo experimentar. Siempre he sido una persona seria, habló sólo cuando se amerita, ya sea un comentario sarcástico, una respuesta compleja o una burla ocasional. Las mujeres nunca han sido una prioridad en mí vida, sin embargo siempre he estado rodeado de ellas. Una peculiar mujer  complicó mi existencia universitaria, nunca le di importancia hasta el día que descubrí que los dos formaríamos parte de la misma carrera. Preferí ignorarla, no me gusta llamar la atención y esta mujer provocó burlas entre mis compañeros cuando sus “sentimientos” por mí fueron revelados. Propiamente jamás me había dicho nada, a decir verdad me hablaba poco sino que nada, supongo que se sentía inferior a mí, quizá lo único que me agradaba de ella.

Los años pasaron, pretender que no existía se complicaba ya que cada vez tenía que convivir más y más con ella, su sonrisa, su ingenuidad, su alegría. Quizá nunca me confesó sus sentimientos, pero siempre he estado al tanto de ellos, no es precisamente la mujer más brillante ni la más misteriosa. Aunque mientras más me alejaba de ella, parecía que la vida más no quería juntar, eso tenía que terminar, ella no entraba siquiera en mis gustos, y su existencia complicaba la mía.

Mi viaje sería un respiro, de eso no había duda. Admito que era de las pocas veces que me emocionaba tanto por algo. Llegué al departamento en Denver,  supongo que estaba de buen humor, ya que estaba dispuesto a darle una oportunidad a mi compañero de cuarto. Tal véz compartiríamos gustos deportivos y musicales, propiamente llevarme bien con él sería algo viable para mi supervivencia por los próximos 6 meses.

Las horas pasaron y nadie llegaba, deje mis maletas en un rincón de la sala y me aventuré a un cuarto que tenía una vista interesante a la ciudad. Ahí estuve, perdido en mis pensamientos por quien sabe cuanto tiempo, la tardanza no era algo que me agradará. Pronto escuché ruidos y me acerqué a la sala, por lo visto por fin conocería a mi compañero. Vaya sorpresa que recibí cuando vi a una mujer en el sofá, y no sólo a una mujer, tenía que ser precisamente la única mujer en el mundo que no quería que estuviese ahí, Laura, la chica que estaba enamorada de mí.

Sus ojos marrones me observaban igualmente sorprendida mientras yo trataba de ser lo más diplomático posible tratando de ocultar mi enojo. Se retiro a su cuarto y yo al mío. Me senté en la orilla de la cama, tratando de relajarme, seguramente había hallado el modo de seguirme, de venir hasta Denver en su locura por mí. Vaya que esa mujer complicaba mi existencia, pero no pensaba dejarla ganar, para mí ella no era más que la persona que vive en el cuarto de a lado, no pienso dejar que se acerque a mí.

Pretendía evitar convivir con ella, mientras menos tiempo pasará a su lado, mi vida sería más sencilla. Al día siguiente continué mi vida como si viviera solo, como si ella no existiera. La vi correr al elevador, pretendí no ver nada; la escuché gritarme en la parada del camión, hice como si aquel grito fuera un susurro del aire; vi su mirada al entrar al salón, la consideré una mirada desconocida.