2. Todo lo que Yuuri quería era una semana sin ataques de pánico.

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¿Pero desde cuando Yuuri obtiene lo que desea?



Justo cuando pensó que ya se había sonrojado lo suficiente, Yuuri sintió sus mejillas y orejas aumentar de temperatura. Podía sentir el sudor comenzar a bajarle por la nuca. Se apartó de Viktor pero no pudo irse demasiado lejos ya que sus manos aún estaban sujetas firmemente en las manos del alfa.

-¿Q-Qué? -. Yuuri apenas pudo registrar el chillido agudo que salió de sus labios. Parpadeó y sacudió la cabeza, como si eso le ayudara a entender el extraño escenario en el que se encontraba.

La sonrisa en forma de corazón de Viktor creció aún más y ladeó la cabeza, viendo que ahora la cara de Yuuri parecía como un tomate maduro.

-Eres mi compañero, Yuuri. Como tu alfa, voy a estar siempre a tu lado y te cuidaré de ahora en más -pausó y pensó en las palabras que oyó en una de las películas que su Baba Lilia, en la salud y en la enfermedad-citó-, y en la muerte no nos... ¿separaremos? -frunció las cejas. No, eso no sonaba correcto. ¿Cómo seguía? Oh bueno, que importaba. -¡Algo así! -sonrió y balanceó los brazos de ambos hacia adelante y hacia atrás.

-Yuuri, ¡sonríe!

Una voz vino desde la derecha de Viktor y el alfa se volteó y fue cegado por un destello. Parpadeó varias veces y vio que era el beta de piel aceitunada que había estado sentado al lado de Yuuri antes. Viktor no podía ver su rostro ya que estaba siendo obstaculizado por un Polaroid, pero recordó que el beta normalmente se sentaba en el fondo del salón de clases.

-¡PHICHIT! -Yuuri parecía verdaderamente horrorizado mientras veía al beta dar un paso hacia a la izquierda.

-Todavía no estás sonriendo -protestó Phichit. Otro flash. -Viktor, tú igual por favor.

El beta hizo una seña con la mano.

-¡De acuerdo! -Viktor gentilmente acercó a Yuuri a su lado, con los brazos alrededor de los hombros del omega. Yuuri se quedó tenso, con los hombros encorvados cuando Phichit dio un paso más cerca.

-¡Perfecto! -otro flash. Phichit miró la cámara-. Estas se verán geniales -dijo, sacudiendo la recién revelada foto.

-¡Gracias! Es Phichit, ¿verdad? ¿Puedo quedarme con una? -preguntó Viktor caminando lejos de Yuuri.

-¡Por supuesto!

Yuuri gimió y escondió el rostro en sus manos. Todavía no podía entender que era lo que estaba sucediendo. Hacían tan solo dos minutos había estado hablando con Phichit y riendo sobre algo que Guang Hong le dijo a Leo cuando notó que Viktor se aproximaba a ellos. En realidad él había sentido la esencia única a eucalipto y cítricos de Viktor antes de ver al alfa, el viento trayéndola a donde estaba Yuuri sentado. Desde el primer día había estado en sintonía con el paradero del alfa y no sabía porque.

Ahora que su confusión inicial se había ido era como si alguien hubiese encendido el sonido del patio. Escuchó algunos arrullos y risitas, más que nada de omegas, sobre lo adorable que se veía Viktor. Luego vinieron los susurros y murmullos que crearon, rápidamente, un coro de escandalosas carcajadas de betas y alfas más grandes. Yuuri echó un vistazo a través de sus dedos y vio como sus compañeros de clase estaban mirándolo y señalándolo fijamente a él y a Viktor. Sus ojos recorrieron todo el patio y para su consternación notó a todo el mundo mirándole. Yuuri se mordió el labio cuando notó que no eran sólo los alumnos.

Los profesores. Los adultos también estaban mirándolo. Sí, algunos de ellos sonreían pero Yuuri no pudo pasar por alto los que lo miraban a él y a Viktor con preocupación y una pizca de desaprobación.

Precoz (pausada)Where stories live. Discover now