002.

11.6K 1.1K 278
                                    

Miraba la televisión, recuerdo bien la sonrisa de mi abuela cuando veía a mi abuelo pelear en la televisión. Felicidad mezclada con preocupación, el deporte que él practicaba era asombroso y peligroso, un mal golpe o una mala caída y sería el fin de todo. Mi abuelo entraba a esos lugares con la vida pendiendo de un hilo. Dedicó años de su vida a demostrar que era el mejor en lo que hacia y poniendo el nombre de su familia en algo. Orgullosamente portaba un listón que usaba en su cabeza con su apellido, de esta forma al noquear a alguien, lo último que veía era su cara y su nombre, impidiéndole olvidarlo.
Fuerte y talentoso. Los contrincantes con los que peleaba eran tan débiles que a veces bastaba de un solo golpe para dejarlo en la lona.

En mi humilde hogar junto con el resto de mi familia, animábamos a mi abuelo en cada una de sus peleas.
Tres golpes más y lo acabo con una patada en la cara que lo hizo caer y rápidamente sacar un pañuelo blanco, rindiéndose.
Todos en el estadio gritaban de alegría y nosotros no éramos la excepción.

Recuerdo bien que con mucha determinación ese día confesé a mis padres mi mayor anhelo.
――¡De grande quiero ser como el abuelo!

――Soonkyu, ya eres como el abuelo, igual de fuerte y valiente que él.

――¡No! Quiero hacer lo que el abuelo hace, ¡Quiero estudiar Artes marciales y pelear con personas! ¡Como el abuelo!

Las sonrisas que tenían cayeron, como si hubiese dicho un mal chiste.
Mi padre fue a mi tratando de no sonar grosero, pero esas palabras hasta el día de hoy jamás voy a olvidarla.

――Hija, eso es para hombres. Tú no puedes estudiar eso, eres solo una mujer, puedes estudiar otras cosas, algo que vaya más contigo.

No lo entendí al principio. Me engañe, creyendo que quizá ellos no querían exponerme a tanto peligro como el que el abuelo vivía día con día, sin embargo, conforme los años pasaron me di cuenta que no era eso.
Que en realidad mis Padres me advertían de que algo como eso viniendo de una mujer sonaba absurdo. Querían evitar que me enfrentará al mundo y me menospreciaran.

Tome el listón de mi Abuelo y lo guarde en mi maleta.

Si algunas se resignan y cambian por el mundo, ¿Por qué no habré yo de hacer que el mundo cambie por mi?

――Tenemos carne fresca.
――El entrenador sonreía como niño con nuevos juguetes, echa un vistazo rápido a todos y trata de memorizar sus nombres. Ese proceso es más rápido, normalmente porque se coloca una placa en su uniforme, pero hasta dos semanas después de ser aceptados, mientras los nuevos solo podían usar una etiqueta pegada en el lado derecho de su pecho.
――Quiero ver que tanto tengo aquí.
En unos minutos me traerán la lista de sus puntajes, aunque si están aquí hoy debe ser porque fueron increíbles. Se merecen un aplauso por eso y un extenso felicidades. Como saben nuestra escuela entrena a los mejores en todo ámbito de las Artes. Hicieron una serie de pruebas, probaron los diferentes estilos y basado en eso, sabremos en qué edificio y grupo les tocará. Para los que son buenos en todas lo cual llega a ser muy difícil, podrán tener la oportunidad de debutar en el gran evento dentro de 5 meses, en el que nos enfrentamos a otras escuelas.

A Jimin parecía no importarle o estaba demasiado seguro que no tenía por qué preocuparse, sentado incluso con las piernas cruzadas, revisaba el celular sin escuchar al Entrenador.
――Profesor, ahorrése el trabajo. No lo piense demasiado, si no tenemos a ningún nuevo para estas ligas sabe que yo siempre seré el primero.

No mentía, el Profesor asintió dándole la razón. El orgullo de Taehwa en esta generación era Park Jimin. Hijo del campeón Park Jinsoo quien fue capaz de derrotar a maestros de Japón, China y Brasil. Se retiró a los 42 años y fundo su propia escuela de Artes Marciales en Busán y después se expandió a Seúl. A pesar de que había más de una escuela especializada en esto, la escuela Taehwa era la que tenía más demanda.
Pues se le conocía como una cazadora de talentos.

Su hijo no era una decepción, tal y como se espero, Jimin era tan bueno como su padre, no tan humilde como él, pero sí bueno a la hora de enfrentarse a alguien. Este talento opacaba totalmente sus pésimos modales, carencia de responsabilidad, egocentrismo y vanidad.

Para quienes conocían su imagen, aspiraban a ser como él, para quienes convivían con él aspiraban a querer romperle una silla en la cabeza.


Era difícil trabajar con él.
El entrenador paso su vista por la lista que tenía en sus manos y con un marca textos subraya unos cuantos nombres antes de levantar la mirada.――¿Quién de ustedes es Choi Soonkyu?


El más pequeño de entre todos los nuevos dio un paso al frente haciendo una reverencia. ――Soy yo.


Jimin lo reconoció y su lado imbécil salió a la luz.――Parece una pulga.
Había personas que le odiaban y personas que le admiraban o que le chupaban los pies con tal de caerle bien, estos últimos se rieron como si el chiste hubiese sido bueno.

Podrá ser el más pequeño de estatura entre ellos, pero su espíritu era más grande que el de todos juntos.
――Choi, ¿Vienes de alguna otra escuela?
Preguntó el profesor.

――No.

――¿En dónde entrenas?

――En el patio trasero de mi casa.

――Que patético.
Jimin ahogo una risa.

――Me sorprendes, haz sido el único que fue aceptado como un estudiante que maneja todos los estilos de las Artes. Aquí como observación dice que tu fuerte podría ser el Muay Thai, mejor conocido como Boxeo Tailandés.

――¿Enserio?
Una sonrisa se formó en su rostro. El Muay Thai es una arte marcial que combina el uso de todas las extremidades existentes como son los codos y rodillas hecho que la hace una de las artes marciales más letales del mundo por su brutalidad e impacto mediante las extremidades.

Si los jueces que evaluaron a Choi vieron talento en esa especialidad, era un avance.
Eso hizo que todos ahí soltaran una expresión de sorpresa.
――Incluso, se la pusiste difícil a los que quieran romper el récord de puntos de aprobación en el siguiente período. 


El puntaje más alto lo tenía Park, con 90 puntos. Tú hiciste 95.

Jimin dejó caer su boca hasta el piso.


¿Quién ríe ahora, idiota?
――Felicidades, no tienes que hacer el exámen de práctica, estás en el pro-equipo automáticamente, felicidades y espero ayudarte a pulir más tu talento. ――el profesor empezó a aplaudir y todos hicieron lo mismo. Choi agradeció el apoyo de todos y viendo como Jimin empujaba su mejilla con su lengua enfadado y queriendo vengarse paso a su lado.

――Nada mal para una pulga, ¿No crees?
Sonrió irónico.

boy's don't ✮ pjm Donde viven las historias. Descúbrelo ahora