The Walking Dead Reborn (Daryl Dixon)

We are the strength to fight

Anteriormente en The Walking Dead Reborn...

Me puse encima de sus piernas y rodee su cuello por mis brazos, me acerque a su rostro y...

- Tu eres maravilloso -le dije cerca de sus labios.

Y finalmente nos besamos.

Y ahora...

★Somos la fuerza para luchar★

Angi POV

Acostumbrarse a un nuevo lugar siempre es difícil y más aún cuando tienes que lidiar con idiotas como Aiden y Nicholas. No llevábamos ni una semana y ya habían dos personas que no nos querían aquí, por el simple echo de que Gleen se había enfrentado a ellos por su modo de actuar.

Y ahora se encontraban en medio de una pelea en que también decidió participar mi Daryl, por que él siempre estaba dispuesto a defender a los suyos por encima de cualquier cosa y esa era una de las cualidades que más me gustaban de él.

- ¡Daryl! -aparecieron Rick y Deanna para intentar calmar la situación.

Rick, quien vestía un traje de policía al ser ese su trabajo asignado por Deanne, intento hacer entrar en razón a su hermano mientras él seguía teniendo a Nicholas contra el suelo, sin dejar que escapara ni se moviera.

- ¡Escuchadme todos, Rick y su grupo ahora forman parte de esta comunidad, así empezad a aceptarlo! -dijo Deanna haciéndose respetar como líder.

Todo el mundo se quedo en silencio tras haber escuchado las palabras de Deanna, pero entendieron el mensaje, al volver a hacer, lo que estaban haciendo sin dar mayor importancia al asunto.

- Daryl... -me acerque a él y puse mis manos en su brazo para intentar tranquilizarlo y al parecer lo conseguí, pues enseguida sus músculos se relajaron y se separó de Nicholas, dejándolo libre.

Aiden y Nicholas se fueron tras la regañina de Deanne y todo volvió a la normalidad.

- ¿Estas bien? -le pregunte preocupada al ver que tenia algunos moratones por los golpes que había recibido en su pelea con Nicholas.

- Sí, no te preocupes -guardo silencio durante unos segundos- Siento haber empeorado las cosas -y agachó la mirada apenado.

- Hey no te disculpes, me encanta que quieras defender a los tuyos, estoy y siempre estaré muy orgullosa de ti -dije haciéndolo sonreír

- Gracias amor -me beso pero se separó al ver que Rick se acercaba a nosotros.

- Daryl, Angi me gustaría hablar con vosotros fuera de los muros de algo importante.

- Claro -le seguimos hacia fuera de Alexandria donde también vimos a Carol esperándonos en medio del bosque.

- ¿Qué pasa aquí? -quiso saber mi marido al ver las miradas de complejidad de Rick y Carol.

- Creemos que este sitio no es seguro si continúan viviendo con la idea de no saber que hay detrás de los muros -hablo Rick- Por eso deberíamos conseguir alguna arma para estar seguros.

- ¿Y como pretendéis conseguirla? Hay alguien vigilando la armería -dije esta vez yo.

- Esta noche habrá una fiesta en honor a nuestra llegada, será la oportunidad perfecta para colarnos puesto a que todos estarán en esa fiesta -dijo Carol- Puedo hacerlo yo.

- Esta bien, pero ve con cuidado de no levantar sospechas -la apoyo Rick.

Vimos como un caminante se acercaba a nosotros con la intención de probar nuestra carne, pero no se lo íbamos a permitir.

- Yo me encargo -dijo Daryl mientras le apuntaba con su ballesta.

- No espera, lo haré yo -le detuvo Carol- No puedo volver con el cargador lleno si he dicho que saldría a inspeccionar la zona -apunto al caminante y gasto todo el cargador en él.

- Actuad con normalidad y será mejor que esto quede entre nosotros, si lo sabe más gente es más probable que nos descubran -nos aconsejo Rick.

- Sí tienes razón.

Volvimos a Alexandria con un concepto diferente a la primera vez que entramos, pues ahora eramos conscientes de lo que pasaba en este lugar.

Alexandria era un lugar seguro, pero esta gente no sabia aprovecharlo, se confiaban tanto en los muros que no tenían el mayor interés en aprender a defenderse, a matar a caminantes y algún día aquello les causaría algún desastre inevitable.

Pero para eso estábamos nosotros, un grupo de sobrevivientes que aprendimos a enfrentar a este nuevo mundo con todas las fuerzas que teníamos por defender aquello que nos importaba.

Nuestra familia.

Y ahora lucharíamos por este lugar, para tener un futuro en el que poder vivir.

Por que somos la fuerza para luchar.

- No estoy muy seguro de que esto llegue a funcionar -dijo mi hombre al entrar en nuestra casa.

Nos sentamos en el sofá del salón y nos quedamos unos segundos en silencio dejando que solo nuestras miradas hablasen.

- Haremos que esto funcione, por nosotros y por el grupo. -le asegure mientras me acurrucada en su hombro- No quiero separarme de ti, pero tengo que ir a ver a Maggie -le bese la mejilla y me levante- Volveré antes de ir a la fiesta.

- De acuerdo, nos vemos entonces -me dio un último beso antes de salir.

Hacía algunos días que Maggie quería contarme una cosa, pero no había tenido la oportunidad de hablar con ella por el tema de la boda y todo lo demás, pero ahora estaba libre y por eso toda la atención era para mi mejor amiga.

- Hola Maggie -dije una vez que ella me abrió la puerta de la casa que compartía con Gleen.

- Hola Angi, pasa -me dejo pasar y nos dirigimos hacia el salón para hablar tranquilamente.

- Bueno por fin soy toda tuya, así que cuéntame.

- Estoy embarazada -dijo con una gran sonrisa en su rostro.

- ¿¡Qué!? -estaba realmente feliz por ella- Eso es fantástico Maggie, felicidades, ya se lo has contado a Gleen

- No todavía no, pero se lo diré esta noche.

- Le vas a hacer tan feliz Maggie, ya me estoy imaginado la cara que pondrá -dije haciéndola reír.

- Gracias Angi, la verdad es que estoy muy nerviosa.

- No te preocupes, estoy segura de que Gleen te ayudará mucho y también me tienes a mi para lo que sea.

- Sabia que podía contar contigo -me abrazo.

- Siempre Maggie.

Estuvimos hablando un poco más, hasta que decidí volver a casa por que ya se estaba haciendo tarde.

Pero que Maggie estuviera embarazada me hizo pensar en la posibilidad de que algún día podría formar una familia con Daryl, la idea de verle con un bebé fruto de nuestro amor en sus brazo, me hacía inmensamente feliz.

Pero quien sabe el tiempo lo dirá.