DÍA 1 - El comienzo (parte 2)

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Todos estaban en silencio.

Mamá terminó de servir la cena mientras papá aseguraba las ventanas y puertas. Crystal se sentó en la mesa luego de ayudar a traer los platos.

La situación estaba empeorando. Los disparos, sirenas y bocinas se volvieron poco a poco más frecuentes; el caos llegó bastante rápido desde la ciudad, teniendo en cuenta que no estamos tan lejos del centro. Parecía ese día endemoniado que llaman "mavidad" o algo así; mis orejas retumbaban.

La TV ya no funcionaba, no había imágenes en ella; era la radio la que sonaba y nos brindaba información. Cuando papá terminó su tarea se acercó para cenar y colocó el aparatito en el centro de la mesa a todo volumen.

- Aún no tenemos noticias del norte del país, donde aparentemente se originó el desastre. Lo último que recibimos fue que, al menos hace tres horas, el panorama no era muy distinto al nuestro ahora mismo. Todo parece indicar que su situación fue empeorando hasta cortar con todo tipo de...-

Papá tocó un botoncito y una voz diferente se escuchó.

-...y en mi opinión, si el gobierno no ha hecho nada hasta ahora significa que todo esto fue provocado por ellos ¡Piénsenlo! Armas biológicas soltadas por ellos mismos para inculpar a países de medio oriente y así justificar guerras contra...-

Esta vez mamá cambió la estación.

Crystal me pasó un trozo de col por debajo de la mesa sin que mamá o papá nos vieran, como era costumbre.

-En momentos como estos, solo Dios es la respuesta, amigos míos- decía otra voz con un acento extraño- el infierno en la tierra fue predicho en el versículo...-

-Que estupidez- comentó Harris cambiando otra vez la estación. Mamá lo regañó con la mirada.

En la siguiente emisora una mujer relataba.

-... no, no. Todo parece atender a un grave accidente biológico. No estamos en condiciones de revelar más datos clasificados en este momento, pero lo que sí podemos decirles es: tengan cuidado. No salgan de casa. Cierren todo y asegúrense de mantener la calma. Las fuerzas armadas del país  están haciendo todo lo que está en sus manos para contener la ola que avanza desde el norte, pero... sinceramente Jimmy, es implacable. No sabemos hasta donde puede llegar a...- la señal se interrumpió por un ruido extraño, y luego se apagó por completo.

El silencio volvió a reinar en la casa. Mis orejas me indicaron que algo venía. De pronto, un sonido estridente como una explosión hizo exaltar a todos.

La familia abandonó la cena y corrió hasta la ventana que papá todavía no había tapiado por completo.

Afuera la gente corría, los vecinos abandonaban sus casas en sus autos, llevándose algunas cosas con ellos. Parecían locos. Nunca vi a tantas personas comportándose así, ni siquiera los gatos actuaban tan extraño.

Por cierto, la señora Thurman, la vecina de al lado, ya había metido hasta a su gordo gato negro dentro del auto. Qué lástima, me divertía demasiado molestándolo.

-Cariño- dijo mamá - ¿Qué vamos a hacer?-

-No lo sé Margaret- le contestó él -Philip, ese cliente extraño que siempre me llama por lo del seguro, vive 30 km hacia el norte de la ciudad. Hablé con él, me dijo que todo parecía un infierno por allá, pero que piensa atrincherarse en casa para estar a salvo. Según él será una locura de no más de dos o tres días-

-¿Acaso viste cómo estaba todo en la ciudad? Parecía un manicomnio en llamas. No estoy segura de que aquí estemos a salvo. Podemos ir al sur, a casa de mis padres, hablé hace un rato con ellos y...-

-Cariño, tranquilízate. Todo estará bien mientras estemos aquí adentro. Tenemos seguridad suficiente. Te dije que contratar esa empresa de cerraduras blindadas nos serviría algún día-

-Piénsalo Harris. Siempre que hay caos hay saqueos. Siempre que hay saqueos hay peleas entre criminales y policías. Solo quiero lo mejor para Crystal-

-Yo también así lo quiero cariño- le dijo papá, apoyando las manos en sus hombros- Pero sabes bien...-

Algo se acercaba. Empecé a ladrar a la puerta, debía advertirles.

Alguien tocó con mucha fuerza. 

-¡Abreme Harris!-

-¿Quién eres y qué quieres?- Dijo papá nervioso desde atrás de la puerta.

-¡Soy yo, imbécil, Randy!-

Papá miró a mamá con sus ojos bien abiertos. Ella hizo dijo que sí con un gesto, el mismo que usaba Crystal para indicarme que me sentara. Harris destrabó y abrió la puerta.

Un hombre fortachón vestido de militar entró en la casa y abrazó con fuerza a papá. Qué sorpresa, sí que era el tío Randy; llevaba años sin venir a casa.

-¿Cómo estás hermano? Ha pasado un tiempo- murmuró Harris.

-Estoy a salvo, cabeza hueca. Y vine a ponerlos a salvo a todos ustedes-

El tío Randy es un ex militar que vivía solo en el campo. Nunca visitaba a su familia. Según lo que escuché hablar a mamá y papá, parecía que estaba un poco loco, producto de las cosas que vió en la guerra... aunque no termino de entender por qué eso lo volvió loco pero, en fin, aquí estaba.

-¿Ponernos... a salvo?- preguntó mamá.

-Así es Margaret, tengo que llevarlos conmigo. Esto se está saliendo de control en todo el país. Tengo camaradas informantes que me acaban de comunicar que no hay marcha atrás, el contador de muertes sigue subiendo-

-Espera un segundo Randy, no entiendo de qué demonios estás hablando- dijo papá mientras cerraba otra vez la puerta.

-Siempre fuiste un cabeza hueca, Harris ¿No te das cuenta de lo que está pasando al rededor? Esto es un caos. Es el apocalipsis, Harris-

-Randy, no digas estupideces delante de Crystal, por favor- el tío loco bajó su mirada y se percató de que la niña estaba allí.

Oh! Pero si es mi querida sobrinita ¡Estas enorme!- le dijo con voz de tonto- La última vez que te vi eras apenas un bebito-

-¿Quieres explicarme a qué se debe tu visita?- lo apuró Harris.

-Es muy sencillo- contestó con voz autoritaria; hasta yo me sentí presionado- vine a sacarlos de aquí. La guerra se está desencadenando de norte a sur, así que tenemos que huír alejándonos lo más posible. Las fuerzas armadas no pueden controlarlos-

-¿¡G-guerra?! ¿De qué estás hablando?-  titubeó papá exaltado.

El tío Randy lo tomó por los hombros y pegó su frente con la de papá. Lo miró con los ojos desorbitados, como si fuera a comérselo de un bocado. Me puse alerta por si había que defender a papá.

Randy le habló de manera calmada, como si estuviera diciendo algo obvio.

-La guerra entre los vivos y los muertos, cabeza hueca-




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⏰ Last updated: Aug 03, 2017 ⏰

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