Capítulo 7.

1.1K 84 64
                                    

Tres terminaba de alistarse para la salida que tenía con sus padres, ella aún no sabía para que necesitaban su presencia en dicha salida, sólo aceptó.

Terminaba de arreglarse frente al espejo, solo pensaba en la platica que tuvieron sus amigas hoy en la tarde con respecto a cuatro, todas estaban perdidamente enamoradas de él, aunque ella no las culpaba porque sabía que el era lindo.

Tres miraba su atuendo una y otra vez, no lograba convencerse así misma, los vestidos claramente no eran su estilo, su madre la obligó a usarlo, era de un color turquesa, ella era fan de los colores, pero en vestidos puestos en ella no.

—¿Porque tengo que ir vestida así? –Dijo tres viendoce de nuevo en el espejo.

—¡Kuki! ¡Hora de irnos! –Dice su mamá desde la planta baja.

Número tres se armó de valor y bajo dispuesta a decirle a su mamá que no iría, se acercó a la cocina y la vio tan emocionada con esta salida, estaba sonriendo como nunca antes la había visto, su valor se esfumó en ese instante, no se atrevía a deshacer la alegría de su mamá con unas simples palabras.

—Que bueno que ya llegas, Kuki. –Número tres sonríe. –Cuidame esto. –Le da un pequeño pastel.

—¿Para quien es, mamá? –Dice tres tomándolo en sus manos y viendolo con confusión.

—Es para...

~En la casa del árbol~

Número cuatro y número dos estaban creando la operación E. N. A. M. O. R. A. D. O.

Estar
Necesitado de
Amor
Mediante
Operaciones
Relacionadas a la
Alegría
De
Otro

Ambos estaban sentados en los sofás con sus piernas cruzadas, mientras sacaban ideas para hacer que número tres se enamore de cuatro, ellos no eran expertos en niñas, pero no perdían nada con intentarlo.

—Creo que sería mejor regalarle un robot gigante. –Dice dos rascando su nuca. Cuatro lo ve raro.

—No creo que a tres le gusten los robots.

—¿Porque no? Los robots son cool. –Dice dos levantando sus pulgares con ánimo.

—Daah, ¡es una niña! ¡Las niñas no tienen buenos gustos! –Dice cuatro en tono de obvio, dos asiente convencido.

—Hum... –Dos toca su barbilla pensando, una idea pasa por ella rápidamente. –¡Oh! ¡Yase!

—Nada de calzoncillos. –Dice cuatro arto de esa idea, dos achina los ojos y lo ve.

—No estaba pensando en eso. –Dice dos girando los ojos. –Aunque aún sigo considerando que es una gran idea. –Cuatro lo fulmina con la mirada y dos decide hablarle de su idea. —¿Que te parece chocolates?

—Quiero que me ame, no que engorde. –Dice cuatro girando los ojos.

—¿Quien quieres que te ame?

Rápidamente los dos chicos se tensan al saber que era cinco quien preguntaba. Desesperados cuatro le hace señas a dos para que mienta, el no sabe que trata de decir y lee sus labios.

—Estabamos... ¿Jugando? –Dice dos, cuatro se da una palmada en la frente.

Cinco los mira un poco confundida, pero las caras y gestos de ambos hicieron que se le escapara una risa.

Eres Mia Número 3. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora