7-Te Estaré Vigilando

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Justo en frente de mí, cerca, mirándome. Estaba León.

—León, ¿qué estás haciendo?— pregunté.

Él no respondió, sólo se quedó ahí, en silencio, su cara estaba en blanco, pero me di cuenta que tenía las manos apretadas en un puño, sabía lo suficiente de su lenguaje corporal como para saber que estaba enfadado.

—León, muévete. Tengo que...

—La nota era una falsificación.— su voz era baja y profunda.

En cierto modo me lo imaginé, pero aún así quería irme.

—Entonces déjame volver a la clase de matemáticas.— traté de avanzar hacia él, hacia la libertad.

Su brazo salió disparado, bloqueando mi salida. En un movimiento rápido, me apretó contra la pared presionándose contra mí. Tragué saliva, volviendo la cabeza, así no podría mirarlo, y para que nuestros rostros no se tocasen, sus manos estaban a ambos lados de mi cabeza apoyadas en la pared.

—León, muévete.— susurré.

—¿Qué crees que estás haciendo?— gruñó.

Levanté una ceja. —¿Qué que hago? ¡Eres tú!

Se presionó contra mí más fuerte, mi estómago se revolvió en los sentimientos que estaban floreciendo.

—¡No!— gruñó, furioso. —Te lo he dicho. ¡Eres mía!

—León, no soy tuya.— contesté firmemente

Sus manos golpearon la pared con furia. —Mírame.— ordenó.

Negué.

Él respiró profundamente. Esta era la señal de que estaba profundamente enfadado. Movió su mano, agarró mi barbilla con brusquedad y me obligó a mirarlo, poco a poco me encontré con sus ojos marrones, me miraba enfurecido. Sentí miedo por alguna razón, a pesar de que sabía que León nunca me haría daño.

—Si alguna vez te veo con otro chico, hablando con él o haciendo cualquier otra cosa, te juro que les daré una paliza.— me advirtió, su voz era baja y peligrosa. —No te va a gustar. Y ya sabes lo que quiero decir.

—León

Me interrumpió. —Eso incluye esa mierda que estabas haciendo allí, en el pasillo. ¿Entendido?

Negué, enojada, frunciendo los labios.

Apretó los labios. —Nati, no me pruebes. Te lo vuelvo a preguntar. ¿Me has entendido?

Estaba haciendo demasiada presión contra mí, casi no podía respirar, mi corazón latía con fuerza. Asentí vacilante a pesar de que no quería.

Él sonrió, apartándose un poco. —Bien. Ya sabes lo mucho que me gusta cuando estás de acuerdo conmigo.— me acarició, apreté las manos en su pecho, empujándolo.

—Tengo que volver a clase.— dije firmemente.

—¿Ahora?— sonrió. Estaba feliz porque había "acordado" con él. Me limité a asentir, ¿eso era estar de acuerdo?

—Sí. Ahora.

—Está bien.— me besó en la mejilla, cerca de los labios. Me estremecí y me mordí los labios para no tener el impulso de responderle. Se quedó quieto hasta que lo empujé.

—Nos vemos más tarde, amor  ¿vale?— dijo, su mano me impidió avanzar.

Dudé.

—Nos vemos más tarde, ¿vale?— repitió con más fuerza.— Y sabes que lo haré. Tenemos que... hablar de nuestra ruptura.— gruñó, evidentemente enojado.

—León, me voy.

Me atrajo hacia él. —No hasta que no estemos de acuerdo.

Suspiré. —Está bien, ¿feliz?

Me sonrió, mostrándome los dientes “Maldito imbécil” —Mucho.

—Me tengo que ir.

Me soltó. Y me alejé. Abrí la puerta. Justo cuando estaba a punto de irme, volvió a hablar.

—Me alegra ver que no estés usando la misma ropa que llevabas en la fiesta.— dijo, pude notar la cólera en cada una de sus palabras.

Me estremecí mientras continuaba hablando.

—Te estaré vigilando. Natalia.— dijo mi nombre con voz ronca.

Gemí mientras reía. Pero no quería enfrentarme a él. Tomé una respiración profunda.

—Me voy.— dije.

Me alejé, pero no antes de escuchar sus últimas palabras.

—Y nos vemos más tarde.— había una promesa en su voz.

Podía sentir su mirada en mi espalda mientras me alejaba de él.

Iba a tener que pensar en algo más tarde. O preguntarle a Ruth.

Una cosa era segura, y es que no podía, de ninguna manera, rendirme.

¿Quién sabe lo que pasaría?

EX NOVIO POSESIVO | Leon GoretzkaWhere stories live. Discover now