Te Encontré || L.S.

• Capítulo 2 •

En cuanto el sol comienza a salir el rizado salta de la cama y se viste. Fue totalmente injusto que ayer solo se le permitiera a Niall conocer al nuevo chico. Así que irá a la habitación de este.

Baja al segundo piso donde la habitación de su amigo se encuentra, pasa por varios largos pasillos antes de llegar y al hacerlo toca la puerta. Repite la acción varias veces hasta que su rubio y aún somnoliento amigo la abre.

—¿Harry?

—Buenos días Niall, ¿puedo pasar?
—pregunta asomando la cabeza.

—¿Qué haces aquí tan temprano? Si te ven pueden regañarte. —Lo reprende haciendo espacio para dejarlo entrar.

—No hay problema, nadie me ha visto.

—¿Y dónde está Liam? —Cuestiona cerrando la puerta y frotándose los ojos.

—Sigue dormido, no se levanta tan temprano.

—¿Es una broma? Nadie se levanta tan temprano. ¿Por qué has venido?

—Quiero conocer al nuevo, ¿dónde está? —Pregunta emocionado.

—Sigue dormido, no lo despiertes. 
—Dice apuntando a la cama.

Harry se acerca a esta con cuidado y observa al chico dormido ahí. Tiene cabello castaño y su piel es bronceada, es algo pequeño para la edad que le dijeron tenía. Se ve tan tranquilo, ¿por qué decidirían dejarlo?

—Harry, ¿estás escuchándome?

El rizado voltea rápidamente negando con la cabeza. —Perdón. ¿Qué pasa?

—Te decía que Louis es algo tímido, en realidad lo es bastante, no te sientas mal si se asusta al principio.

—¿Louis? ¿Ese es su nombre?

—Así es. Es bonito ¿no?

—Bastante. —Responde girándose nuevamente al castaño.

—Como sea, yo aún tengo mucho sueño. ¿Te importa si vuelvo a dormir?

—No, claro que no.

—Bien. Puedes quedarte hasta que él despierte si es lo que quieres.

—Gracias. ¿Puedo sentarme aquí?
—Dice apuntando al pequeño sofá.

—Por supuesto. Ya sabes donde están los juguetes y las hojas para colorear. Sólo no hagas tanto ruido. —Le dice volviendo a acostarse.

—Lo prometo, gracias.

El rubio volvió a dormir y Harry se quedó en el sofá como dijo, sus pequeños pies columpiaban de este, así que los movía constantemente para matar el aburrimiento.
Cuando menos pensó ya estaba jugando con sus propios dedos y haciendo pequeños ruidos con la boca.

Después de un buen rato, el rizado se levantó del sofá y fue al baúl delante de la cama y tratando de no hacer ruido comenzó a sacar los juguetes que siempre usaba cuando iba a la habitación de Niall. Sacó todos los súper héroes que necesitaba, pero cuando buscaba a su favorito no lo encontró. Así que se dispuso a buscarlo por la habitación.

Comenzó a buscar en el ropero, y después detrás de los muebles pero no lo encontraba. —¿Dónde podrá estar? ¿Lo habremos dejado en nuestra habitación? —Preguntaba para sí.
Continuó y esta vez decidió buscarlo de bajo de la cama, del lado donde el castaño dormía. Mientras estaba debajo de ésta entornaba los ojos tratando de ver en lo obscuro, entonces las historias de los monstruos bajo la cama comenzaron a reproducirse en su cabeza.

Comenzó a paniquearse pero aún así seguía buscando, era su juguete favorito, y si estaba por ahí probablemente un monstruo podría comérselo. Tenía que encontrarlo teniendo o no miedo.