11

17 5 0
                                    

Tenía días que no hablaba con Jade. Sé que aún no tenía trabajo ¿En qué se estaría entreteniendo? Ugh... Parezco acosador.

Hace unas noches atrás escuché mucho ruido en su departamento cuando regresaba del trabajo, cosa que es rara ya que eran pasadas las 2 de la mañana.

Tomo mi guitarra y me siento en el sofá de mi balcón tocando unas notas. Escucho la puerta abrirse y no puedo evitar sonreír. Sigo tocando unas notas hasta que escucho su voz.

—¡Oye! ¡Muevete de mi sitio!

—Obligame.

Esa era la voz de un hombre. ¿Acaso ya tenía novio y no me dijo? Seguro es su hermano...¿Por qué me preocupo? No es como que tenga que contarme cada detalle de su vida. Aunque suele decirme mucho ¿Por qué obviaria ese detalle?

—¡Si me rompes mi sofá te quedas sin pelotas!

—¿Prefieres este sofá que a mí?

—Prefiero a Pato delante de ti.

—Hieres mis sentimientos.

—Ya deja de hacer teatro y quitate.—hace una pausa.— Gracias.

¿Estaba viviendo con alguien más? Tenía una pequeña molestia en mi estómago por ese pensamiento.
Niego con la cabeza y sigo tocando mi guitarra.

—¿Bebito?

—Hola.

—¿Como has estado?

—He estado mejor, mucho trabajo últimamente. —traté de sonar lo más tranquilo que pude.

—Ah, ya veo--

—Pajarita ¿Donde esta el pan? —aquella voz la interrumpe.

—¡En la alacena de arriba! —le responde.

Debía salir de la duda. No creo que pueda aguantar mucho.

—¿Ya conseguiste novio?

—No que yo sepa. ¿Lo dices por el intruso? —sonaba confundida.

—¿Por qué hablas con la pared? —de nuevo el tipo.

—Idiota, hablo con mi vecino.

—Pero al lado no vive nadie.

—Claro que sí.

Se empiezan a pelear por mi existencia. Divertido. Antes de poder decir algo y darle la razón a Jade el sonido personal de Milly suena en la sala, algo me dice que me toca trabajar hasta tarde.

El balcón de al ladoWhere stories live. Discover now