un dulce y crujiente amor

oscura noche, cálido sentimiento

La vida está llena de buenos momentos, pero lamentablemente todo tiene un final.

Lincoln entendía eso, había pasado una increíble cena con los señores Cream y junto a Cookie. Después de aquella tediosa y extrañamente alegre cena, el joven Loud fue invitado a jugar algunos juegos de mesa que cookie ni siquiera había sacado de su envoltorio, su familia solía estar tan ocupada en sus actividades cotidianas que nunca tenían tiempo para convivir en familia, Cookie vio esto como oportunidad para poder desempolvar aquellos juegos y pasar una noche increíble con su familia y su discreto novio.

La noche fue agradables para todos, tanto Lincoln como Cookie estaban felices poder estar juntos y los señores Cream disfrutaban ver a su hija feliz. Claro que ninguno de ellos tenía idea de que los 2 chicos eran más que amigos, por el bienestar de su relación decidieron no comentarles a los señores Cream sobre su relación, al menos hasta el baile de primavera. Pasaron barias horas jugando juegos como monopoly o jenga. Finalmente, el chico Loud siempre perdía aquellos juegos, pero se sentía feliz ya que estaba con la persona que él quería y amaba.

Todo era diversión, hasta que el chico Loud vio el reloj de pared de la gran casa y se dio cuenta de la hora que era.

-¡¿son las 9:30?!- dijo exaltado el joven Loud.

-¿estas bien Lincoln?- pregunto Cookie al ver como se había asustado el peliblanco.

Lincoln voltio a ver vio como toda la familia se había alterado por el pequeño grito que soltó Lincoln, este se sonrojo a no más poder y es que al vivir en una casa tan ruidosa causo que Lincoln no supiera moderar su voz en caso de exaltación o de miedo.

-es... es que mis padres llegan hoy a casa... y no les avise que estaría aquí- dijo con mucha pena y vergüenza Lincoln ya que sus hermanas sabían que estaba en la casa de Cookie, pero ellas no sabían dónde quedaba la casa de la amante de las galletas.

-descuida Lincoln, ya te puedo llevar a tu casa- dijo la señora Cream al joven muchacho.

-no hay problema, yo puedo tomar el camión a mi casa, solo necesito saber dónde queda la parada para autobuses- Lincoln agradecía la amabilidad de los señores Cream y no quería molestarlos con tener la obligación de llevarlo hasta su hogar.

-de ninguna manera, ya es muy tarde como para que regreses tu solo en camión, a esta hora suele ser peligroso viajar en transporte público- dijo el señor Cream de manera seria hacia el joven Loud.

Lincoln al principio no estaba convencido en la idea de molestarlos haciendo que la madre de Cookie lo lleve hasta su casa, pero la determinación de los señores Cream era sumamente tenaz. Así que decidió aceptar el que lo llevaran a su hogar.

-yo los acompaño- dijo Cookie, pero segundos después fue detenida por la mano de su padre.

-lo siento jovencita pero ya es muy tarde y mañana tienes escuela- dijo es señor Cream.

Cookie quería protestar sobre el poder ir con Lincoln y su madre, pero el rostro de su padre fue suficiente respuesta para saber que él no cambiaría de opinión.

-¿al menos me puedo despedir de él?- pregunto Cookie poniendo unos ojos de cachorrito.

El señor Cream no quería que eso pasara, no porque no le agradara el joven peliblanco, si no que no le agradaba ver a su hija muy pegada a aquel chico o a cualquier otro chico. Era su princesa, su tesoro y no quería que cualquier barbaján se la quitara. Iba a protestar sobre el comentario de su hija, pero logro ver la mirada fulminante de su esposa que le daba a entender que no fuera a hacer una estupidez.