JeongHan definitivamente no es una chica, pero se convertirá en una para ayudar a la mentira de su amigo Joshua, quien no perdió la oportunidad de argumentarle falsamente a su madre que tenía una prometida. La señora Hong no es una suegra muy fácil...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Mis pies bajo estos tacones, se ven extraños —fue lo único que dije, antes de levantarme y mirarme al espejo.
Hoy era el día. Ya ni siquiera sabía si realmente lo deseaba, lo ansiaba. Sentía un estrujón en el pecho que no me lo quitaba nadie. Llamaba preocupación a cualquier síntoma que sintiese.
JiLee planeó una cena, quizá para pasar un buen momento y estaba totalmente consiente de que su noche sería nada más que el recuerdo de una cena amarga. Mi corazón decía que no debía ser, que podríamos hablarlo cualquier otro día, pero ya no anhelaba esperar más. Era obvio que este escándalo nos iba a dar en la cara a todos.
—Jun y Joshua ya llegaron, es el restaurante lujoso que queda frente al parque. Esa mujer debió gastar una fortuna—indicó Dino desde la puerta, mirando su celular.
Mi espejo me mostraba un buen traje negro y eso me recordaba a que ni siquiera logré ver a Joshua.
De pronto Dino miró hacia arriba y provocó una ligera sonrisa cuando me vio vestido tal cual estaba.
— ¡Woah! Te ves muy hermosa, Han.
Hermosa, hermosa, hermosa, ¿cómo podría decirle eso a un hombre? No tuve más remedio que asentir, pues las circunstancias no me daban para discutirlo.
Sí, me veía muy bien.
—¿No te ha molestado que te diga así, verdad? —negué, siendo obvio—. Santo cielo, Han. Luces como una princesa y no miento.
—Gracias, Chan. Tú también te ves muy galán hoy.
—Lo sé —manifestó modesto—. Estoy realmente enamorado del traje. Pero, también estoy un poco preocupado por la situación de hoy, ¿no lo estás? Aunque he aclarado las cosas con Jun, sobre que me iré con él y si me deja solo, le cortaré la lengua —suspiró—. No lo sé, me parece extraño todo esto.
Asentí, totalmente de acuerdo con él.
—Por cierto, JiLee llamó y me preguntó por ti.
—¿Qué dijo?
—Que esperaba a que tú recordaras todo lo que te ha enseñado durante este tiempo —el menor se encogió de hombros—. No tengo idea de por qué lo dijo, pero-
Mi menté se montó la película completa en ese momento. De lo que aprendí con JiLee, cosas escasas quedaron en mi cabeza.
—Trae los libros más grandes de Joshua —apresuré, agitando mis manos. Si algo no manejaba del todo bien, era el usar tacones—. Debo practicar aunque sea una vez antes de irnos, mi caminar debe ser perfecto. ¡Perfecto!
...
Joshua
—¿Y mi mamá? —preguntó Jun, observando el celular.
