Nuestra Primera Vez One-shot (YuuMika)

Parte Única

NARRADOR OMNIPRESENTE

Observar

Era lo único que podían hacer ya que no había caso.

¿De quiénes hablo?

De los padres de Yuichiro y Mikaela.

Sí; Guren, Shinya, Krul y Ferid.

¿El motivo?

Los dos primeros mencionados estaban con la cabeza en otro mundo por así decirlo ya que se acercaba su aniversario.

Y por ese motivo estaban pensando en los regalos que se darían mutuamente; diez regalos exactamente, uno por cada feliz año.

Iniciaron su relación a la tierna edad de 8 años y desde entonces fueron más unidos que nunca, soportando, escuchando, ayudando, siendo confidentes y amándose el uno al otro.

Ignorando a los que se oponían a las relaciones homosexuales, era su vida después de todo ¿no?

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—Feliz aniversario —se dijeron al uniónso.

Con sonrisas y sonrojos se felicitaban y daban sus respectivos regalos.

Palabras de amor, cumplidos y piropos fue lo que siguió.

Así como fue romántico su desayuno.

Alegre su paseo.

Y completamente divertido su visita al cine y al parque de diversiones.

Un poco cliché... Bueno, muy cliché pero a ellos no les importó.

Solo querían que ese día fuera único y especial.

Una vez que acabó el día y un hermoso manto de estrellas cubría el cielo partieron de vuelta a la casa de Yuu.

Allí se encontraba la última sorpresa del día.

A Yuuichiro le gustó la cara de sorpresa de Mika al abrirle la puerta cortésmente y que en el interior se vea una mesa decorada con la cena en ella.

Cortesía de Guren y Shinya el dejarles la casa sola y la cena... Más de Guren que suponía que su retoño tendría su "primera acción de seme", como él lo había llamado ya que desde que eran pequeños veía a Yuu como seme y a Mika como uke.

Sería un golpe bajo a su orgullo de hombre si su hijo se dejaba dar por ese rubio con cara de niña.

Por eso instó demasiado a Yuu a ser un buen "seme parte ortos".

No se había equivocado y sus esfuerzos rindieron sus frutos.

La velada fue maravillosa y espectacular; Yuichiro fue muy romántico, atento y caballeroso con Mika.

Una vez culminada la cena decidieron salir al patio trasero de la casa.

Aquello se había hecho una costumbre en ellos, por años, cada que acababan de cenar salían a admirar las estrellas mientras hacían la digestión.

Pero de un tiempo a otro en vez de contemplarlas preferían degustar como postre los labios del otro.

Ya cuando tomaron experiencia en besos más profundos y húmedos no podían parar, más que todo Yuichiro que siempre se le despertaba algo allá abajo, Mika no; aún conservaba esa inocencia lo cual Yuu sabía y esperaría hasta el momento indicado.

Según él, ese era el momento.

—Mgh Yuu-chan —se separó el rubio por la falta de oxígeno, aún los unía un leve hilo de saliva.

Una vez que recuperaron todo el aliento se miraron mutuamente y volvieron a unir sus labios en un dulce y excitante beso.

Y como en las otras ocaciones, algo despertó en los pantalones de Yuu.