Macarons

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Macarons: macarrones

🌑🌒🌓🌔🌕

Namjoon miraba fijamente a Seokjin con una expresión de pánico, mientras que el dueño de la cafetería lo había comenzado a mirar con una tierna sonrisa, la cual poco a poco se transformaba en una mueca que expresaba todo su nerviosismo. El pobre joven no entendía por qué aquel cliente lo miraba tan fijamente y asustado. Jimin por su parte notó que el ambiente entre ellos se estaba tornando un tanto extraño, por lo que decidió empujar levemente a su amigo, ya que este no despegaba sus ojos del otro hombre.

—Hyung ¿No dijiste que irías a continuar leyendo? — Sonrió y pestañeó muchas veces seguidas mirando a Seokjin — Entonces, señor ¿pagará la cuenta hoy? — agregó dirigiéndose a Namjoon.

—Sí... Debo pagarla, de verdad sigo muy avergonzado — dijo de manera tensa Namjoon mientras miraba a Jin, quien permanecía de pie mirando al mesero —, ayer me... Distraje con lo confortable que es este lugar.

—¡No! — dijo con un tono de voz algo elevado Seokjin — Digo... La casa invita, no se preocupe por pagar, por favor — Muy sonrojado miró al moreno, evitando mirar a su amigo porque de seguro tendría la burla en su expresión.

—No puedo aceptar, por favor permíteme pagar la cuenta de ayer — insistió.

—Insisto en que no es necesario, Señor — recalcó en su insistencia, sonrojándose aún más porque lo acababan de tutear.

—Pues yo insisto en que quiero pagar — comenzó a sacar su billetera — ¿Cuánto es por lo que bebí ayer?

—Son ₩5000 — dijo Jimin harto de la ridícula discusión — Y me los quedaré de propina por escuchar esto. Hyung, siga usted atendiendo al cliente — antes de retirarse recibió el dinero con una pequeña reverencia y guiñó un ojo a su amigo.

Un estupefacto Seokjin siguió con la mirada a Jimin, quien se alejaba con el dinero que Namjoon le había entregado y comenzaba a subir las escaleras, de seguro a limpiar la segunda planta y abrir el balcón. Lentamente dirigió la mirada hacia el hombre que acababa de carraspear frente a él. Sonrió frunciendo con nerviosismo el ceño mientras una corriente eléctrica le recorría la espina dorsal al hacer contacto visual directo con él.

—L-Lamento lo ocurrido, realmente quería invitar... — Se disculpó mientras acomodaba su ya perfectamente ordenado peinado — ¿Decidió qué quiere pedir?

—En primer lugar, que dejes de tratarme de usted, soy Namjoon y creo que tenemos la misma edad — Solicitó firme pero amablemente — Y en segundo lugar, alguna recomendación tuya.

A Seokjin se le subieron todos los colores habidos y por haber al rostro, estaba impresionado por la confianza con la que le hablaba aquel hombre. Rápidamente pensó en qué tenía preparado que quedase perfecto para acompañar con una taza de "double espresso", ya que Namjoon tenía ojeras bajo los ojos y parecía haber dormido poco. Sonrió un poco al tener la idea perfecta.

—Está bien, cliente, pero no cumpliré su primera petición hasta que haya venido al menos cinco veces — sentenció entretenido el pastelero y se retiró.

Namjoon se impresionó y no pudo hacer nada más que sonreír y seguir al apuesto hombre con su mirada. Llevaba un pantalón negro levemente ajustado y una ligera y fresca camisa color azul cielo fajada al pantalón. Apoyó el mentón en su mano y soltó un largo suspiro. Estuvo unos minutos mirando la puerta por la que el dueño de sus pensamientos había desaparecido, hasta que saltó en su lugar con brusquedad al recibir una notificación en el celular. Era del usuario que siempre leía sus historias y le dejaba comentarios... Había dejado uno nuevo.

❝Amour☽Croissante❞ ; NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora