❀ m o n o l o g u e ❀

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Estar en detención era aburrido y tétrico, ¿por qué me encuentro aquí? Bueno según la dirección de la escuela está estrictamente prohibido saltar en la bicicleta desde las escaleras principales o bueno el hecho de meter una bicicleta en la escuela está prohibido. Tenía demasiadas ganas de saltar en las mesas y gritar para aliviar el ambiente tenso bajo las garras del viejo amargado con gafas redondas y una calva más brillante que mi futuro.

El sonido de la puerta hizo que saliera de mi trance a la calva del viejo y que mi mirada curiosa fuera a ver quién había sido él desafortunado que me iba acompañar lo que restaba de la tarde encerrados como prisioneros, ¡exijo un abogado! ¿quién lee las reglas? Bah, adultos... ¿Oh? ¿De qué estaba hablando antes de eso? ¡Sí! ¡La puerta! 

Al ver a la chica parada con una cara de pocos amigos y rodando los ojos cada que el maestro le sermoneaba que tenía que ser puntual y esas cosas, ella sólo asentía a cada palabra que él decía para que acabará más rápido. Me puse analizarla. Traía desabotonada un botón de la playera de nuestro uniforme, la falda de cuadros estaba igual, traía unas mallas negras de red y unas botas militares de plataforma que la hacían más alta; traía arrastrando su mochila de mezclilla que estaba desgastada, traía el suéter del uniforme en la mano, su cabello castaño caía por sus hombros con rizos no muy elaborados y un rostro de bebé apesar de su aura de metalera.

—Kim Jennie...— iba volverla a regañar.

—Ambos sabemos que sus palabras van y salen de mi cabeza— interfirió. Su voz era una dulzura para mi parecer, podría hacer mermelada con ella. —Así que mejor quedémonos así— finalizó Jennie antes de sentarse hasta el fondo de la habitación aunque era muy raro ya que eramos dos personas castigadas.

—¿Me quieres tomar los pelos de estúpido?— preguntó exaltado.

—¿Cuáles?— susurré, aunque fue lo suficiente audible ya que Jennie se rió de eso.

—¿Usted se unirá a esta espeluznante rebeldía señorita JiSoo?— juró por Siwon que este señor le va dar un ataque de tic si no se tranquiliza.

—Pues, es tentador la oferta— admití riéndome.

Su tic había empezado, la manera de parpadear constante su ojo izquierdo era muy peculiar y más en la manera que exaltaba su cabeza cada que pasaba.

—Vuelvo en unos minutos— salió por las puertas dejándonos a nosotras solas.

—Último día del semestre y estoy aquí encerrada, maldita Lalisa, no debí aceptar su apuesta— bufe.

—Yah, tus quejas se escuchan aun si pongo los audífonos— exclamó Jennie desde su lugar.

Ella era una clase de bad girl con cara de bebé y voz de bebé.

—No necesito a otro Min YoonGi en el mismo aula de clases, gracias— sonreí burlesca.

Ella se rió amargadamente. Tomó su mochila y se dirigió hacía la ventana que se encontraba abierta.

—Yah, que seas una amargada sin vida social no significa que tengas que suicidarte— ella se rió sarcásticamente.

—Tengo más vida social que tú, niña sin cerebro— rodé mis ojos. 

—Sí tengo cerebro, Kim Jennie— exclamé apuntándola a lo último.

—Como sea— ella tiró su mochila por la ventana y miró que no hubiera nadie.

—¿A dónde vas?— pregunté intrigada lo que iba hacer.

—¿Te importa?— preguntó con ironía.

Monologue ❀ JenSoo ✔Where stories live. Discover now