20.- Tortura

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Francis cruzó la calle corriendo, Castiel se colocó frente a Nathaniel en posición de defensa.

-¡QUE SUBAS AL AUTO!- El rubio agachó la mirada e intentó caminar, Castiel lo detuvo.

-Él no va a ningún lado con usted.- La voz del pelirrojo era seca.

-Tú no eres nadie para detener a MI hijo.- El señor encaró a Castiel.

-Usted no es nadie para golpear a MI novio.- La cara de Francis se deformó por completo, se quedó en silencio unos segundos, observando a Castiel, el rubio solo veía al suelo implorando que todo acabara ya. Por su parte, el pelirrojo luchaba con todas sus ganas por no partirle la cara en ese momento al señor.

Francis levantó bruscamente el brazo de Castiel alejándolo de su hijo. El pelirrojo estaba a punto de poner resistencia pero el rubio lo detuvo.

-Ya, ya... Voy ... Solo... No metas a Castiel en esto...- El rubio bajó la mirada, temblaba demasiado.

-Pero...- El pelirrojo observó al rubio.

-Lo siento Castiel...- Comenzó a alejarse.

-¡No, Nathaniel para!- Castiel detuvo al rubio del brazo pero este se soltó de un jalón.

-¡No Castiel! Tú no puedes hacer nada.- Nathaniel corrió al auto.

Francis se alejó.

Ahí se quedó Castiel, en silencio y sin poder hacer algo, era la primera vez en mucho tiempo que tenía miedo por alguien aparte de él. Apretó los puños.

"Tu no puedes hacer nada."

Las siguientes horas del día, Castiel corrió a su casa y estuvo intentando contactar al rubio, ni una sola señal.

Dejaba el quinto mensaje de voz.

-¿Nathaniel? Llámame en cuanto puedas, juro que si te hace algo lo mato ¡Contesta maldita sea! Siquiera un mensaje.- lanzó el celular al sillón.

Había sido un idiota al dejar ir al rubio... Lo había arruinado todo.

No hubo respuesta del rubio, ninguna.

Castiel no pudo dormir y a primera hora salió corriendo hacia el instituto, enseguida se dirigió a la sala de delegados, estaba Melody.

-¿Y Nathaniel?- La castaña lo ignoró, Castiel corrió y la encaró. -¡No estoy para esto! ¿¡Dónde está Nathaniel!?

-T-Tranquilo... Está enfermo, avisó su madre.

"Oh no..."

Entró a clases, todos estaban como siempre, el pelirrojo caminó al final del salón y tomó asiento con Lysandro.

-Buenos días.- Su amigo le sonrió.

-Cállate antes de que te parta la cara...

Toda la clase quedó en silencio, observando a los amigos.

-Entiendo.- Lysandro suspiró y siguió escribiendo en su libreta.

Todos volvieron a sus cosas.

Las clases fueron una tortura para el pelirrojo que en cuanto dio la hora del almuerzo corrió al extremo más alejado del jardín.

Marcó al rubio y otra vez saltó el buzón.

-Por favor Nathaniel... Por favor... Solo da una señal. Solo dime si estás bien o que puedo hacer para ayudarte...

Cortó. Esto no estaba bien, para nada.

Cada minuto sentía que el rubio corría un gran peligro, y así lo era.

Lysandro lo vio de lejos, Castiel negó con la cabeza y el albino se alejó.

Pasaron los días y según el instituto, Nathaniel "seguía enfermo." varios chicos habían intentado visitarlo pero sus padres se negaron. "se podrían contagiar" pero nunca decían de que.

Castiel era un zombie, no comía, no hablaba, no dormía y los intentos de Lysandro por hablar, eran muy mal llevados por el pelirrojo.

El timbre del almuerzo sonó y todos salieron.

Castiel revisaba su móvil, Nathaniel no se había conectado desde el día que su padre los vio.

Nathaniel ...

-¿Castiel?- El pelirrojo alzó la vista y observó a Priya.

-¿Qué quieres?- contestó seco y cortante.

-Me preocupa Nathaniel... ¿Sabes que ocurre? He intentado contactarlo pero nada.

-¿Yo por que sabría algo del delegaducho?

Priya sonrió.

-Se lo de ustedes... Nathaniel sabe que lo sé y me cuenta sobre su relación.

El pelirrojo asintió.

-No se nada de él... Ya van cinco días y no se nada... Su padre se lo llevó totalmente enfadado y...- sintió como un nudo se le formaba en la garganta y decidió callarse.

-Oh... Seguiré intentado contactarlo entonces... - La morena salió del salón.

Castiel cerró los puños, sabía que Nathaniel estaba mal, que desde hace días el rubio estaba viviendo un infierno... Lo sabía.

Corrió al sótano, puso el pasador y observó a Lysandro que alzó la vista sorprendido.

-¿Qué ocurre?

Castiel caminó hasta su amigo.

-¿Qué ocurre? Ocurre que soy un idiota, un jodido idiota. Francis me descubrió con Nathaniel y se lo llevó, se lo llevó a la fuerza... Él... Estaba totalmente enojado... Seguro Nathaniel está...- el nudo en la garganta se formó- Seguro la rubia está sufriendo... Seguro ese idiota le está dando palizas día y noche y yo... Yo no hago nada... Yo, no se que hacer... Nath está en problemas y todo por mi culpa.- lágrimas empezaron a salir del pelirrojo.- Ese día... Él estaba intentando contentarme... Por que me enojé por lo del laboratorio, pero no me enojé por eso, solo quería poner una barrera y hacerlo sentir que no me importaba tanto, solo quería mantener mi orgullo y él estaba luchando para que me abriera... ¡Él intentaba acercarse y yo lo alejaba! ¡Por mi actitud estúpida él me besó! ¡Por mi actitud Francis nos vio!- Las lágrimas salían sin control mientras Castiel empezaba a temblar.- Puede que Nathaniel este muerto y yo estoy aquí... Llorando como nena... - Castiel se dejó caer en el suelo, Lysandro se sentó a su lado.

-Tenemos que hacer algo... Irás a verlo hoy mismo.

-¿Cómo? Sus padres no han dejado a nadie acercarse a su casa.

-Ellos no lo sabrán.- Lysandro sonrió y Castiel lo observó sorprendido.

-¿Tú, Lysandro, me ayudarás a entrar a una casa de forma ilegal?

-Solo por una buena causa. Vamos, no perdamos tiempo.

El pelirrojo se limpió la cara con la manga de su chaqueta.

Lysandro ayudó a Castiel a levantarse, caminaron hacia la puerta y al abrirla vieron a Priya.

-Voy con ustedes.- sonrió.

Inesperado Control [ Castiel x Nathaniel ]Where stories live. Discover now