14 [+18]

2.4K 162 44
                                    


Nuestras bocas no podían despegarse de la otra, Jane soltó un jadeo en cuanto nos dimos la oportunidad de respirar y de pronto mi cuerpo fue asaltado por un escalofrío que me dejó sin aire. Me tomó del cabello enmarañado, lo jaló mientras me mordía el cuello y la clavícula. Me ardían las heridas, sus caricias se llevaban la suciedad y traían sensaciones que hace mucho no experimentaba. Jamás había estado con una mujer, pero ya me había besado con varias en algunas fiestas de la banda. La adrenalina corría por mis venas, controlando mis movimientos acariciando toda la piel tersa que se encontraba y concentrándose en las cicatrices apenas perceptibles. Tenía menos de las que creía, por lo que o su habilidad para esquivar era impresionante o su cutis lo era aún más.

     Nuestras miradas se encontraron, y ella besó cada parte de mi rostro inclusive mi hueco izquierdo. La abracé tan fuerte como pude, y un gemido de agonía se me escapó sin pensar. Jane me reconfortó con tanta dulzura que temí porque no fuera real, que estuviera haciendo lo mismo que me hizo Jeff antes de marcarme, o peor aún, que esto ni siquiera estuviera pasando y al despertar aún estuviera atada a esa cama del infierno. Siguió besando mi cuello, y de pronto nuestros labios se acariciaron para terminar en una feroz batalla de lengua y suspiros.

     La ducha silenciaba nuestros besos, y los hilos de agua corriendo desde la frente de Jane hasta su barbilla eran seguidos por mis labios. Quería ser lo más cuidadosa posible, creer que toda esta vida llena de mierda era un mundo aparte y que en este momento mi única preocupación era hacer que Jane sintiera tanto placer como yo. Nuestros cuerpos estaban pegados a tal grado que cualquier movimiento involuntario me erizaba la piel y me excitaba aún más. Toqué sus pechos con deseo, los besé, lamí y mordí gozando de los suspiros de la chica que me rodeaba y jugaba con mi cabello. Antes de meter mi mano en su entrepierna, ella me detuvo.

     —Estamos duchándonos, ¿recuerdas? —su sonrisa me avergonzó más de lo que pensé, y traté de recobrar la compostura mientras Jane buscaba un jabón de baño que no tenía idea que estaba ahí. La espuma en sus manos comenzó a acrecentar y me pasó el jabón para hacer lo mismo—. Date la vuelta, tallaré tu espalda.

     Sus manos bajaron desde la altura de mis hombros hasta mis muslos. Algunas heridas que estaban cicatrizando comenzaron a arder, dándome a entender que la costra que las cubrían estaba cayendo por la fricción de sus manos y el agua que se llevaba todo el jabón a su paso. Tocaba mi trasero intencionalmente, apretándolo y restregándolo contra su cuerpo, y bajo la ducha sentí como mis mejillas se calentaban y enrojecían. Escuché una risa detrás de mí.

     —¿Te gusta? —Murmuró en mi cuello con malicia, y el estremecimiento de la excitación me hizo soltar una palabrota, haciéndola reír aún más.

     Sus manos de pronto se colaron por mi vientre y subieron lentamente hasta mis pechos. Estos tenían marchas pequeñas a causa de los dientes de Jeff, y la presión de las manos de Jane al principio me causaron molestia, al darse cuenta fue masajeando más dulcemente y lo compensó agregando besos en la espalda y el cuello. Mi cuerpo era continuamente limpiado por sus manos cubiertas de espuma, y dando una pequeña ojeada al suelo pude ver como mi suciedad era absorbida por el drenaje de la ducha. Me pregunté que tan diferente me veía ahora después de semanas sin ducharme. Cuando mi cuerpo y cabello fueron lavados, me sentía otra persona.

     Como instinto mi cuerpo se apretó contra el de Jane, y ella jadeó tan provocativamente que mi mente se nubló. Me doy la vuelta para encarar a Jane, y sus manos anteriormente en mi pelvis ahora estaban siendo aprisionadas contra la pared de azulejos empañados. Ella al principio estaba un poco aturdida, pero recobró la compostura tan pronto captó la cantidad de deseo que emanaba de mí.

INESTABLE || Jeff The Killer (Libro 2)Where stories live. Discover now