Capítulo 24

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Tadeo llegó a mi habitación, observó todas las fotos que tenía en la pared, los cuadros que hace unos años atrás había pintado y luego se sentó en mi cama a lado mio.

- ¿Y bien que quieres? - Tadeo rasco su nuca y me observó por un momento en silencio.

- Quiero disculparme por lo que viste hoy. - Yo tiré una risita y sostuve la mirada.

- ¿Disculparte? ¿Por ser exhibicionista con Mónica en tu auto? Pregunté.

- tranquilo Madsen, a mi poco me importa lo que hagas con tu vida.
- Tadeo me observaba molesto.

- ¿Osea que no te importo?
- Preguntó de forma dramática.

- Tadeo se cruzó de brazos. -Si me importas, pero no me importa lo que hagas con todas las chicas con las que te acuestas.

- Entiendo. - contestó soltando aire de su boca.
- Sofi yo te quiero mucho, ya no quiero causarte malas impresiones.

- Tranquilo Madsen, ya no hay nada que me sorprenda de ti. Pero quisiera saber porque eres así.

Tadeo tomó de mis manos y respiró profundo. - Está bien Sofi te diré.
- Te escucho. -Me acosté en mi cama y Tadeo se acostó a lado mio.

Hay dos motivos por los cuales soy así. Y claramente sé que no es excusa, pero igual te lo diré. Uno: Mi padre y dos : Fernanda, mi ex novia.

Desde que tenía 9 años mi papá ejerció un gran puesto en la Universidad de Oregón, desde ese día todo cambio.

- Papá dejó de ir a mis partidos de Fútbol, dejó de ir a las reuniones de la escuela y a los eventos del día del padre. Ya no hablaba con él como antes, lo consideraba mi amigo. Mi papá llegaba a la casa descargandose conmigo de todos los problemas que tenía en su trabajo, me gritaba, me decía cosas feas y llegó a arrepentirse de mi existencia. Yo crecí y él me decía que tenía que cuidar de mi apariencia, su prestigio era antes que todo lo demás.

Dejé de hablar con él, solo lo hacía para pedir dinero o para medio saludarlo y eso fue lo peor, que por él y su estúpido puesto, las personas me hablaban por interés.

Conocí a Fernanda desde primaria.
Pero ella empezó a cursar conmigo en 4to año , sin duda hermosa , de estatura alta, pelo corto hasta los hombros color café oscuro , ojos color celestes claros, de tes blanca y labios carnosos. Siempre me había gustado desde primaria pero ella no me hacía caso, antes mi familia era de clase media no teníamos mucho dinero y a ella al parecer le importaba eso, Ya que su padre era un importante empresario. Cuando mi papá empezó a generar mucho dinero, Fernanda comenzó a hablarme. ¡Claro en ese entonces yo era un tonto y ciego! Me enamoré perdidamente de ella y en 4to año de preparatoria aceptó ser mi novia. Todo parecía estar bien entre nosotros hasta que empezó a ser exigente, mi papá me daba dinero los fines de semana y Fernanda me pedía dinero, perfumes todo lo que se le antojaba y yo de estúpido se lo daba.

Se enojaba cada vez que le decía que no tenía y empezábamos a pelear.

Una noche mis padres salieron y la casa quedó sola. Invité a Fernanda a pasar y platicamos un rato. Le confesé que era virgen y ella se asustó.

- ¿Virgen? Pregunté extrañada.
-¡Si era virgen a los 17 Suena tonto pero si, lo era.

Fernanda me confesó que también lo era. Empezamos a besarnos y de eso pasó a lo otro. Lo hicimos , pero lo que me extrañó es que parecía una chica experimentada, no había incomodidad, no como cuando es tu primera vez.

En cambio yo, era un manojo de nervios, no sabía nada de sexo ¡Claro era mi primera vez!

En su momento no tomé importancia a eso.

Pasó el tiempo y ya era nuestro último año de preparatoria, la amaba tanto , así como era. A veces no respondía mis llamadas, me hablaba después de dos días y eso me alarmaba . Peleabamos más cada día y me dolía pelear con ella , le llevaba rosas para reconciliarme con ella y lo único que me decía era que no sólo con flores iba a poder conquistarla.

Fernanda después de un tiempo empezó a actuar indiferente, con una actitud muy fría, hasta podría decir que empezaba a guardar rencor hacia mi, nunca lo entendí.

Una noche entré a una fiesta que un compañero había preparado, entré y habían muchas parejas besándose. Pasé directo para ir al baño y encontré a Fernanda en la posición mas atrevida con un chico... la tenía por detrás y ¡te imaginarás lo que le hacía! Le grité que era una puta y salí de ese lugar. ¡Maldita sea! Yo estaba muy enamorado de ella, fui un gran estúpido.

Ese día empecé a beber botella tras botella, hasta que quedé ebrio en mi cuarto, lloré por ella toda la noche, recordando esas imágenes en mi cabeza.

Al día siguiente me levanté con resaca y vomité todo lo que había tomado. Mamá me preparó una taza bien cargada de café y le conté todo lo que había pasado.

Fui a la prepa y me encontré con ella, ella pidió hablar conmigo y nos salimos a la cancha de fut a hablar.

*Flashback*

- ¿Qué quieres Fernanda?- Dije rechazandola. - Amor Perdóname por favor , fue un grave error, yo no quería lastimarte. - ¿Qué dices Fernanda? Lo hiciste desde que te vi coger con tu amiguito. ¡Eres una perra! - Le grité.

- ¡No me hables asi! - Dijo alterada. - No quiero verte más Fernanda terminamos.

- Fernanda me dió una bofetada y respondió. - ¡Eres un imbecil! Tu me has quitado mucho, tu y toda tu familia.

- ¡¿De que hablas?! Estar contigo fue un gran error, y no te metas con mi familia.- Contesté.

- Sabes de todas maneras iba a terminarte. - dijo Fernanda sonriendo. - ¿A que te refieres? La tomé por el brazo apretándole fuerte la mano. - A que tu no me interesas, nunca me interesaste. Pero pronto descubrirás la razón.

- ¡Me das asco!- gruñí tomándola por el brazo - ¡Suéltame Tadeo! -Gritó Fernanda. - La tiré al piso y me fui antes de que pudiera enfurecer.

Desde ese entonces las chicas solo se acercaban a pedirme favores de hablar con mi papá para poder entrar a la universidad de Oregón y yo les pedía a cambio sexo, ellas no se negaban, deseaban estar conmigo. Y así deje de pensar en el amor y lo enterré junto con mi pasado. Y comencé a ser el mujerigo de la universidad ,toda chica que aceptaba estar conmigo debía acatar mis reglas: ellas jamás se debían enamorar de mi, y ninguna muestra de afecto, solo sexo.

Me convertí en un monstruo , pero Fernanda fue quien lo desató, Fernanda y mi padre me convirtieron en esto que soy.

Miré a Tadeo con semblante triste.

- Entiendo, las personas que llegan a nuestras vidas suelen cambiarnos para bien o para mal, mi intención no es juzgarte, jamás debí referirme mal de ti sin saber tus razones. - Tadeo suspiró.

- lo sé pequeña, aunque no excusa, me odio a mi mismo por ser así , yo me busqué esa mala fama ¿ahora entiendes? No soy así por que siempre he sido así, sino que todo empezó a raíz de que mi padre se volvió tan importante y Fernanda me usó y traicionó. Quizás lo tomé como una distracción para olvidarme de Fernanda.

- Mi mejor amigo siempre intentó sacarme de este infierno de lujuria pero yo jamás le hice caso. Él se fue a México hace 1 año y no lo he visto desde entonces.
- Tadeo me abrazó fuerte, aferrandose a mi.

- Lo siento pequeña, lo siento por decepcionarte, sé que esa no es excusa suficiente para ser el hijo de perra que soy con las mujeres, pero disculpa por tener haberte mostrado ese lado asqueroso de mi. - Si odias eso de ti, debes cambiarlo.- Lo observé y de sus ojos grises se escapo una lágrima. - Lo he intentado Sofía pero si bajo la guardia, podría ser peor, no quiero enamorarme ¿entiendes?

- No vas a enamorarte solo deja eso aún lado, nada te llenará, sólo estás adentrándote más a ese abismo. - Lo intentaré Sofia, lo intentaré.

Tadeo besó mi frente y se despidió de mi.

Ahora todo empezaba a tener sentido...

Prohibido Enamorarse ©Where stories live. Discover now