Capítulo 25

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Al cabo de casi una semana entera, ya estaban instalados en su nuevo hogar. La busqueda de una casa cómoda para seis personas no fue tan difícil, aunque el precio era algo elevado, cada uno poniendo un porcentaje no fue tanto. Para Sasuke había sido un poco difícil alejarse de la casa en la que vivió toda su vida, desde que nació, hasta ahora, pero al fin y al cabo, un cambio no hacía daño a nadie. Itachi y Deidara regresarían posiblemente un mes, Menma ya iba de camino a la nueva residencia en compañía de la Hyūga, mientras que Naruto y Sasuke permanecían en la casa en espera del Namimaze. La sospechas que Sasuke tenía sobre el nuevo comportamiento de Naruto con el embarazo fueron ciertas, era mucho más protector que antes, además de ser mucho más tierno y algunas veces hasta hablaba con su bebito por las noches.

Ahorita, el patio estaba con una mesa y una parrilla con la cual, iban a celebrar al nuevo miembro en la familia, todo a petición e idea de la Hyūga. La casa no contaba con una protección muy avanzada, Sasuke desde un principio no quiso sentirse encerrado en una prisión, por lo cual, el jardín apenas era divido por una hilera de flores, siendo de gran provecho para cierta muchacha el poder entrar con facilidad. Llevaba unos minutos observando a los dos muchachos en el patio, al verlos entrar a la casa, ingresó a la propiedad procurando no ser descubierta. En la mesita que estaban los vasos de Sasuke y Naruto, depósito tres envases con un poco de líquido cada uno.

—¿Cuál era cual...? —miró rápidamente hacia la puerta revisando que no haya nadie, su mirada volvió a posarse en los envases recordando las indicaciones

—El azul es para que se duerma como por una semana o un poco más, con el amarillo quedará paralizado por... no sé cuánto tiempo, y con el rojo dormirá por un mes... o más.

Le había explicado su aliado el día anterior. No sabía que echarle a la bebida, así que optó por verter un poco de cada uno.

—Lo peor que puede pasar... es que se muera... y la verdad no me importa.

Un escalofrío recorrió toda su espalda al presenciar un fuerte golpe en la misma mesa, su concentración era tal que no se percató del rubio que la había visto en su hogar.

—¡¿Qué estás haciendo aquí?! —la miró con una notoria molestia

—Y-yo... este... —mordió su labio tratando de arreglar la situación, aunque más que obvio, no había forma

—De aquí no te vas a ir. —la tomó por la muñeca con fuerza e hizo que se sentara en una de las sillas —¡¿Qué estabas planeando?!

—¡Nada! ¡¿Qué no puedo venir?!

—¡No intentes poner excusas! De haber querido venir tocas la puerta como una persona normal, no entras por el patio, ¡habla de una vez! ¿Acaso querías hacerle daño a Sasuke? —cruzó sus brazos frente a ella

—De hacerle daño es hace mucho, y no me importa lo que tenga que hacer, ¡y si tengo que matarlo a él y a ese mugroso engendro pues lo hago!

—¡Con mi hijo no te vas a meter! —alzó la voz amenazante

—Jaja... no me conoces... Na-ru-to. —sonrió

—Te equivocas... tú no me conoces a mi.

—¿Qué pa...? ¿Sakura...?

Sasuke iba saliendo al patio al escuchar todo el alboroto proveniente de este, sus ojos se abrieron de par en par al presenciar aquella escena. De una sabía que la pelirosa no traía buenas intenciones.

En la fachada principal de la casa, otros dos muchachos iban ingresando con total alegría, una más que el otro.

—-¡Llegamos...!

Mi Novio Es Una Celebridad [NARUSASU]Where stories live. Discover now