La lista de Tamara Wilson

Capítulo 9

Alejandro se empezaba a quitar el pantalón, estaba nerviosa ¿Cómo había llegado a esta situación? no lo sabia pero tenia que salir de aquí. No lo pensé y salí corriendo hacia las escaleras recordando el camino a su habitación en donde me encerré lo mas rapido posible.

—¡Abre la puerta!— escucho la voz de Alejandro gritando mientras la toca

—No quiero salir— respondí sintiendo Como el calor se apoderaba de mis mejillas

—¿Me tienes miedo?— Me pareció escucharlo sonreir.

—¡Claro que no!

—Entonces sal de ahí.

—No pienso salir de aquí— me crucé de brazos.

—No me moveré hasta que no salgas

—Pues estarás ahí toda la noche

Cinco minutos después escuchó otra voz que se acerca.

—Alejandro—dijo la voz femenina preocupada —¿Dónde esta Tamara?

—Está encerrada en mi habitación— bufo—pensó que era el baño, al parecer tiene "asuntos de mujeres".

No puedo creer que fuera capaz de decir semejante cosa, eso no pasó en ningún momento.

—Eso es mentira—abrí la puerta.

—Oh cariño no te preocupes, se que estas cosas pasan —puso sus manos en mi rostro—espera aquí— se movió a otro cuarto, al parecer su habitación

—Eres un mentiroso—Reproche 

—¿Qué querías que dijera?— preguntó despreocupado

—No lo se ¿¡La verdad!?— Pregunté mientras mis mejillas enrojecian. 

Alejandro estaba a punto de hablar cuando su madre llegó de nuevo ¡Con unas toallas íntimas en sus manos!

—Aquí tienes cariño—las pone en mi mano 

—Esto es un mal entendido yo no.. —quise explicar mientras me sonrojaba más.

—No te preocupes, conmigo no tienes que excusarte, esto me paso muchas veces—Guiño un ojo- puedes ponertelas en el baño de Alejandro

—Per..

—Pero nada, ve y ponte una, te traigo varias porque no se que ropa interior tienes puesta— Alejandro detrás de ella estaba a punto de llorar a causa de la risa 

Quede completamente sola en la habitación muriendo de vergüenza pero esto no se quedaria asi, busque en todos sus cajones hasta que por fin encontré lo que buscaba ¡Una pintura roja!, entre en el baño moje papel con la pintura y pinté todo su inodoro y  claro sus pantalones.

Luego de unos minutos en donde tuve que fingir que había tenido un "accidente" por fin baje a la cocina

—¿Todo resuelto?— Alejandro me miró con media sonrisa.

—Mejor te callas—lo fulmine con la mirada.

—Mas te vale que no hayas ensuciado mi baño 

—Solo te dire una cosa, no creo que salgas con jeans en mucho tiempo—dije sonando mas manipuladora de lo que quería 

—¿A qué te refieres?— Cuestionó confundido

—Ya lo entenderás

Nos dirigimos al comedor donde un aroma a pollo frito invadia mis fosas nasales y me abría el apetito de inmediato

—Pasa querida ¿todo bien ahí abajo?— bajo la voz acercándose a mi.

—Todo bien—respondí con vergüenza