Best Friend lll

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Los pasillos eran largos y de apariencia sombría, realmente de nada importaba que hubiese luces por todos lados. El ambiente ya estaba ahí, pesado.Tony estaba seguro que ni con las calcomanías que adornaban la habitación de Peter ese lugar podría verse mejor.

Entró ignorando a la seguridad que se esforzaba en no tratarlo de manera descortes, porque bueno, él era Tony Stark. Las puertas fueron abiertas sin mucha intención de ocultar su presencia, o mínimo, de ser cuidadoso.

Madera elegantemente tallada chocó contra la pared, llamando la atención de esa manera a los que se encontraban dentro de la pieza. Sabía muy bien que dentro de ella habían personas importantes, no cualquiera tenía permitido tratar temas tan... delicados para el país.

-Disculpe Señor Stark ¿Sabe usted que aquí y ahora de discute un tema importante? - uno de los ministros recuperó un poco la compostura para mirar al guardia impotente al no detener a tal invasor.

-¡Oh! Me perdí buscando el baño - lamentó sarcástico - Por eso vengo, amable ministro - Tony hizo gala de su porte al entrar como si fuese una habitación de su casa, o cualquier cosa con menos importancia de la debida - Steve Rogers no es asunto que a ustedes le concierne decidir, ni siquiera el hablar de eso con el público- su nombre, ese del hombre a quien defendía, las palabras, cada letra de su nombre estaban tan bien pulidas por su lengua, dichas en un tono diferente, con anhelo que se supo disimular.

-¿Sigue siendo parte del ya casi extinto grupo de los Vengadores? Según sé, usted había dejado muy claro al mundo que no tenía nada más que ver con él fugitivo héroe de guerra, negándole permanentemente de ese título - el hombre no estaba a gusto de verle metiendo las narices en ese asunto.

Tony no se movió, ni siquiera parecía inmutarse a las palabras que sólo su corazón herido habían soltado ¿Las recordaba? Por supuesto que sí, con tanta claridad como lo eran el tono azul de los ojos de su amado hijo.

Con el rostro en alto, las gafas de sol y uno de sus costosos trajes, hablando como si nada fuese, restandole valor.

"Steven Rogers no es más un vengador, mucho menos un héroe. Ha mancillado el nombre, lo que juró ser, la bandera que le protegió. Por favor, ya no me relacionen más con ese hombre, tan decepcionado estoy como todos ustedes."

Aún las palabras rebotaban en su mente, aún imaginaba la expresión de Steve. Herido, en una habitación blanca, con una sola mesa y un solo café ya frío por el olvido... Con sus ojos azules con el brillo que amaba perdido.

-Eso es cierto - aceptó con tranquilidad al tiempo que rodeaba la mesa con los presentes en ella - Pero es una persona ¿Criminal de guerra? Sí, pero por favor, recuerden que se sacrificó por el mundo y el país, y sin pedírselo ofreció de nueva cuenta su servicio- les recordó, molestándose un poco al ver los gestos despectivos en todos los ministros.

-Traicionó a la patria, de nada sirve lo que haya hecho en un pasado lejano - la voz de la mujer que ahora se unía a la conversación era lo más cercano al desprecio en vibraciones sonoras.

Iron Man hizo un mohín mientras se dirigía la cabeza de la reunión.

-Quise hacerlo de la mejor manera posible, créanme, me imaginé hasta tomándome un té con todos ustedes mientras reíamos de manera extraña - comenzó calmó, bastante para lo que de verdad necesitaba ese tema- Pero, ustedes no quieren cooperar. Rogers queda a mi cargo. Fue un vengador y yo, como actual líder de los Vengadores decido que hacer con pasados y/o actuales miembros.

El hombre de avanzada edad no pareció sorprenderse mucho ante lo que casi dictaminó el ajeno.

-He de suponer que esto está atado por lo que siente ¿No? - el castaño tragó grueso.

Frost and rosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora