Capítulo único.

4.8K 754 311
                                    

Reto dado por el grupo de Facebook KiriBakuKiri.

Pareja: Bakugo Katsuki x Kirishima Eijiro.

Temática: Muerte de un personaje.

Palabras: 565.

. . . 

i.

Bakugo había sufrido las consecuencias del terror en Eijiro y ahora, estaba en el hospital. 

El pelirrojo no podía sentirse más culpable. 

ii. 

Los doctores le dijeron que quizá no se repondría: haberse sobreexigido y recibido una mordida de un quirk venenoso, era demasiado.

Eijiro sabía que Katsuki no era débil.

iii.

El día que pudo visitar a Katsuki al hospital, Kirishima lloró como un bebé. 

El rubio se limitó a acariciarle el cabello en silencio.

iv.

Eijiro iba todos los días al hospital por Bakugo, no importaba la hora o la situación: cuando Bakugo despertaba, siempre veía el rostro sonriente de Eijiro.

Bakugo fingía que no le dolía respirar cuando él estaba cerca.

v. 

Midoriya visitó a Katsuki junto a Kirishima, y cuando éste abandonó la sala por un café, miró a los ojos a su amigo de la infancia. 

— Kacchan, ¿realmente estás bien?

La falta de respuesta de Katsuki le dejó un mal sabor de boca a Izuku.

vi.

Un día, Bakugo miró a Kirishima a los ojos y lo interrumpió en su habitual parloteo. 

— Deberías dejar de venir, estás desperdiciando tu estúpido tiempo de héroe. 

Los ojos carmín de Kirishima reflejaron una sola cosa: temor. 

  — Jamás podría dejarte, Katsuki... yo debí recibir ese veneno.

— No digas idioteces, maldito cabello de mierda.

Porque Bakugo jamás podría haber soportado ver a Kirishima postrado en una cama.

vii.

Cuando una tarde Kirishima llegó al hospital, encontró a Mitsuki llorando y a Masaru consolarla. 

Los doctores les habían dicho que el veneno se expandió y Katsuki había perdido su quirk.

Eijiro no pudo dar la cara a los padres de Bakugo y se fue.

viii.

Pasó una semana y al fin pudo ir al hospital sin dar media vuelta.

  — Es mi culpa...

— ¿¡Cuándo vas a dejar de decir estupideces, Kirishima!? 

  — ¡Yo tendría que haber perdido mi quirk! ¡Yo tendría que estar sufriendo! ¡No tú, Katsuki! 

  — ¿¡Quién mierda te crees que eres para manejar mi vida!? ¡Si decidí salvar tu puto culo es mí problema, bastardo! 

ix.

Kaminari y Hanta al fin pudieron visitar a Katsuki, su vida como héroes era bastante agitado, pero pudieron tomar un par de días libres para estar con su amigo. 

  —  ¿Cuándo le dirás a Kirishima?

Hanta miró al rubio eléctrico. La seriedad con la que Denki hablaba logró perturbar a Bakugo.

  — Probablemente... nunca.

x.

Un día, Bakugo simplemente tuvo dificultades para respirar. Ya no podía fingir más frente a Eijiro.

Sintió que tenía los días contados.

xi.

Al pelirrojo le dolía verlo conectado a tantos cables, la culpa era demasiada aunque Katsuki renegara de eso. 

  — Deja de verme con esa puta mirada, Kirishima.

— ¿¡Por qué lo hiciste!? Tenías un mejor futuro como héroe que yo y...

  — Porque me gustas, grandísimo hijo de puta.  

xii.

La felicidad de la confesión no duró demasiado. A pesar de los esfuerzos de los profesionales médicos, lo más predecible sucedió:

Katsuki Bakugo murió dos días después.

Lo único que aliviaba a Kirishima era que no había sufrido, sólo durmió y jamás despertó.

xiii.

Eijiro, como todos los días, deja un tulipán en la misma tumba de hace años. 

Una costumbre que adquirió, desde la muerte de Bakugo, fue visitarlo todos los días, sin importar si se encontraba enfermo, y decirle lo que hubiera querido decir ese día.

  — También me gustas, Katsuki. 

I like you too | KiriBaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora