6. Celos.

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Era de noche, por la ventana se apreciaba los rayos impropios que emitía la luna. Esa luz chocaba contra el cuerpo frente y medio descubierto del azabache con peinado flamante que descansaba en la cama obviamente no durmiendo, su cuerpo es el que está relajándose. Hace una hora exactamente escuchó el ruido de carcajadas tanto femenina como de su marido en la cocina, el sonido de las copas haciendo un brindis los delataba. Se mantuvo en su habitación intentando decifrar cual era el tema a charlar pero estos parecian ser mudos y solo reían sin un chiste de por medio.

Respiró ondo, las sábanas encima de él fueron hechadas a otro parte lejos de su cuerpo dejándolo al desnudo. Una camiseta holgada de su esposo es lo único a su alcance, sin omitir un bóxer negro de elástico azul. Las risas se hacían fuertes junto con algo nuevo, el sentimiento que causa revuelos en múltiples relaciones y esa es los celos. ¿Cómo no sentirlos? Por su mente cruzaba la pregunta de cuándo Kakaroto ha reído con él así, porque eso dejó de pasar una vez que aceptaron casarse. Si tuviera la oportunidad de haber deseado que esto no pasara... ¿la tomará? Sacudió la cabeza ante esa tontería.

— Es mejor bajar...—un listón azul se encontraba tirado en el suelo así que lo tomó y amarró en su cintura de manera que el camisón blanco quedará como un tipo de vestido.

Bajó las escaleras teniendo una vista de una cabellera alborotada, el cuerpo perteneciente sentado entre las tantas sillas, sin embargo, una persona extra acomodada en las piernas de su esposo. Un joven de cabellos negros, de figura sencilla sosteniendo dos copas con vino tinto en ellas. Tanto su marido como la chica, no notaron la presencia de él, por lo tanto continuaron con los murmuros al oído y miradas directo a los ojos.

— ¿Interrumpo algo?

Entre leves risas, sus miradas se posaron en su rostro. Reconoció a la joven apenas chocaron miradas, era polos totalmente opuestos. Ella, belleza deslumbrante, simpleza, personalidad blanca, carísma encantadora y una sonrisa tierna, mientras él, un ejercitado y bien cuidado cuerpo, mirada cautivadora, complejo, personalidad agresiva, humor negro y una lasiva sonrisa. Teniendo a esa chica, ¿Por qué a él? ¿Qué vio ese tonto en su persona?

— Ugh, ya cuando empezaba a divertirme—escupió las palabras.

La joven, por nombre Videl, bajó del regazo y asentó ambas copas en la mesa con mucho cuidado de provocar un desastre y menos una molestia. Quien observaba eso, enterraba las uñas por sus costillas apenas y sus oídos escucharon tal juego de palabras, su mente se revolvia y esto provocaba un mareo, junto con las náuseas. Tal vez es esto lo que Kakaroto siente por cada palabra egoísta que le daba... se sentía de lo peor.

¡EVITA BESARME! [Yaoi/Gogeta] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora