I Need U || JiKook

Hermanos (1/2)

Las distintas enfermeras rodeaban la camilla en dirección a la sala de emergencia, los distintos olores a medicinas inundaban sus fosas nasales y la impaciencia iba incrementando a medida que corría hacia la amplia puerta pero antes de lograr pasarla, una de las enfermeras lo detuvo indicándole que debía esperar afuera.

-Es mi culpa... por mi él esta sufriendo.

El recuerdo de esos ojos al mirarlo suplicante en la escalera lo toma desprevenido sin poder evitar revivir el momento a cada instante en su mente, logrando así destrozarle el alma al recordar como este le había brindado apoyo, amor y felicidad que no había tenido desde hace mucho y sin embargo fue capaz de defenderlo y amarlo de una manera que el jamas había pensado posible. Gotas saladas caían por sus mejillas sin parar por esos momentos donde le hacia sonreír sinceramente, donde le daba a entender que la vida no era solo malos momentos sino que también podemos sonreír con pequeños pero buenos momentos.

-¿Familiares del paciente Park Jimin?- anuncio el doctor mirando con atención los papeles que sostenía.

-¿Si?- se levanto de un salto al escuchar al doctor de unos veinticinco años hacer presencia en la sala.- ¿Como esta Jimin?

-Bueno, el paciente se encuentra estable y los golpes son leves, su cabeza sufrió un gran impacto pero despertara pronto. Lo bueno es que lo trajo rápido antes de que sufriera otras consecuencias.

-¿Puedo verlo?

-Si, se encuentra en la habitación 328

-Se lo agradezco mucho doctor...

-Jin, Kim SeokJin un gusto- extendió su mano y la aceptó.

-Soy Jeon JungKook, gracias por todo.

El frió sale como si hubiese estado retenido en la habitación durante un siglo y desease escapar al abrir la puerta de esta, sobre la camilla yacía Jimin a un lado estaba una mesita y del otro un sofá, la ventana era cubierta por largas cortinas oscuras y la luz era tenue. Se acerco a la camilla entrelazando sus manos con las de Jimin al mismo tiempo que una débil sonrisa se formaba en su rostro.

-Sabes... estos últimos días me e sentido muy feliz... g-gracias...

Una lágrima descendía por su mejilla, con sus ojos cerrados pensó en esa noche donde ambos se convirtieron en uno y sin darse cuenta, una sonrisa se forma en su rostro. Por otro lado, ahí se encontraba el, sorprendido por las palabras de su pequeño, hizo un esfuerzo para llegar a deslizar su dedo por su cara y limpiar la inocente lágrima, algo que sorprendió a Jungkook.

-Pequeño no llores.

-Y-yo...

-¡¡Tu, bastardo!! ¿Que le hiciste a Jimin?

Los dos voltearon hacia la puerta encontrando a nada menos que al causante de lo que ha estado sucediendo. El cual solo se dedicaba a asesinar al menor de los tres con la mirada.

-Y-yo n-nada, e-es-ta m-malinterpretando la s-situación... -respondió en un hilo de voz.

-Lárgate de aquí imbécil.

-¡¡No lo haré hasta acabar con ese maldito callejero!!

-N-no y-yo...

El castaño retrocedía con temor a medida que el otro se acerca peligrosamente a él, en ese instante sentía el miedo y la angustia al mirar al alto. De fondo estaban los insultos, hacia el alto, de un Jimin inmóvil, y los que iban dirigidos a su persona por ese que lo estaba acorralando.

Tal vez el mundo le estaba cobrando por aquel día en que miro a un perrito en la calle y paso de él.

Se merecía lo que él creía que iba a pasar, por tratar tan mal a Jimin en ese instante...

Se lo merecía por ser un mal hijo, como esa mujer solía decirle...

Se merecía eso y mas por ser una desgracia...

Tal vez y si se merecía lo que estaba por ocurrir...

Es solo un sueño más, un rasguño próximo y el dolor por unos minutos.

Sus ojos no detectaron en que instante el puño del otro se aproximo a su cara, pero antes de que este llegase pudo ver a lo lejos a Jimin tratando de levantarse para llegar hasta ellos.

-¡¡Detente!!, ¡¡ChanYeol!!!

Y solo pudo ver como en ese instante recibía el fuerte golpe y un camino de sangre descendía por todo su mentón, al mismo tiempo que el pelinaranja corría hacia ellos y luego era golpeado por el alto cayendo de lleno en el suelo.

Sus ojos casi se salen de sus orbes al ver a Jimin en el suelo y en tal estado. Recogió todas sus fuerzas y con mucho valor se situó frente al alto mirándolo fijamente.

-A veces somos incapaces de ver hasta la mas brillante estrella entre todas las demás, somos incapaces de aceptar pero jamas de considerar las opiniones opuestas, cuando nuestro mundo se vuelve negro no debemos decolorar el de otro, simplemente volver a pintarlo, no podemos juzgar sin conocer, a veces no valoramos la sugerencia de otros y en muchos casos estas son capaces de cambiarte la vida, al no encontrar felicidad no es necesario esconder la de los demás, si tienes un buen corazón y eres humilde todo sera posible, por ultimo... jamas menosprecies a los demás, no sabes que puede pasar mas adelante...