Abriendo Caminos

¿Solo se trata de vivir ?

Solo se trata de vivir?. . .

Muchas veces poco pensamos ó cuestionamos nuestro diario vivir, si bien es cierto que llegamos a él producto de elecciones y decisiones no es menos cierto que pocas han sido debidamente analizadas ó adecuadamente tomadas. Luego aquella realidad en la que nos hallamos nos resulta por momentos normal, ó que está bien ó que hicimos todo para modificarla y sin embargo terminamos diciendo: listo! nos adaptamos, pero siguen rondándonos los peros, y si hubiera, si a lo mejor las circunstancias pudieron ser distintas,, si yo hubiera actuado diferente, si alguien se hubiera interesado en mí, en mis problemas, mis intereses, mis necesidades, quizás otra sería la historia. Se me ocurren y a vos te irán surgiendo un montón de cosas que incluso ya habías olvidado. El propósito de decirte esto y de habérmelo dicho también es volver la mirada a nosotros mismos, para buscar aquello que no nos atrevimos a sacar, muchas veces por miedos, por prejuicios, por no querer asumir costos de una postura adulta responsable. Muchos pueden ser los condicionantes en nuestras vidas, eso está claro pero nadie puede quitarnos los sueños, nadie puede impedir que iniciemos nuestro propio proceso de crecimiento personal.

Según hé leído, muchas cosas de nuestro ser actual se han ido formando desde la misma gestación, más aún desde nuestra concepción, el embarazo y la primera infancia, pero ello no significa que no podamos modificar aquello que nos molesta, que nos limita, que en definitiva pasa a ser una mala característica nuestra y que nos gustaría despojarnos de ella si es posible, ó cuando menos limarla hasta que dé lugar a otros aspectos nuestros que sabemos podemos desarrollar y que generarán en nosotros la luz que estamos buscando.

Hay un momento para cada cosa aunque parece sólo una frase y muy dicha, no le resta valor. Si estamos desconformes tendremos avisos, a los que a veces no atendemos, no miramos, no oímos, ni siquiera los asociamos a nuestro descontento personal. A veces se llega a tocar fondo y nos encontramos en un mar de desorientación, otras seguimos arrastrando nuestras preocupaciones, obligaciones, responsabilidades y sólo dejamos un pequeño pero profundo margen para enterrar allí en la oscuridad las marcas del dolor, del sufrimiento, del desconsuelo, de la falta de sentido, de la ausencia de sueños. El simple hecho de reconocernos en estas palabras es un comienzo.

El conocimiento de los que nos han precedido, la experiencia, el interactuar positivamente con otras personas nos va abriendo de a poco nuestro abanico de posibilidades en lo que queremos ser en nuestras vidas. Conociendo lo que somos y lo que tenemos, ya es algo, no debemos torturarnos ni exprimirnos para ver esto que somos, que queremos ser ó quizás no lo sabemos y nos sentimos incapaces de averiguarlo.

Ya estamos de acuerdo en algo, no importa en cuanto, cada uno nos situaremos en un lugar que no es precisamente el de nuestra habitualidad. Lo bueno es habernos reconocido necesitados de algo, ir en su búsqueda, prepararnos para ello pero no con pertrechos de guerra sino con herramientas que todos tenemos al alcance, que no requieren de gran inversión, lo que necesitamos es tiempo, reflexión, ganas, mente abierta, dejar de lado la opinión de otros por que se trata de un camino personal e intransferible en donde hagamos lo que nos surge, lo que nos desarrolla, nos hace bien, lo que nos completa, lo que en algún momento puede plenificarnos.

No será fácil quizás, lo cierto es que muchas veces nos embalamos y con la misma rapidez nos desinflamos, allí es cuando debemos poner a prueba nuestra voluntad, nuestra determinación para lograr algo diferente , debemos urgar en nuestros recuerdos para recordar lo que hemos sentido tras algún logro: la alegría, el sabernos que somos capaces, el haber sorteado los más variados obstáculos, el no haber escatimado en nada, las posibles ó supuestas limitaciones ya no lo eran, nos resultaba poco lo mucho que hacíamos, el tiempo volaba y no se nos agotaba la energía porque el estímulo nos sostenía.

A veces no hacemos y buscamos excusas pero cuando de verdad queremos hacer vamos al frente dispuestos a hacer realidad nuevos caminos.