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Bailamos, cantamos, bromeamos e hicimos mucho ruido durante toda la noche. Y los que más disfrutaron fueron los cumpleañeros. El anfitrión de la fiesta, Bobby, se encargó de que se diviertan al máximo.

Cuando nos cansamos de hacer loqueras y hablar tonterías, nos pusimos a descansar. Mientras tanto, Jennie fue a lavar los platos sucios con ayuda de Hanbin, y desde nuestro lugar podíamos escuchar lo mucho que hablaban y reían.

Bebí de mi vaso de refresco y por inercia miré a Lisa, y me preocupó su expresión. Miraba hacia la cocina con tristeza y temor, tal vez porque Hanbin estuvo hablando más con Jennie que con Lisa durante toda la noche.

Cuando se dio cuenta de que la miraba, me sonrió como si nada estuviera pasando por su cabeza, ni mucho menos su corazón.

─Deberíamos juntarnos más seguido ─dijo Jinhwan y todos estuvimos de acuerdo─. Incluso en la compañía. No creo que haya problema con eso. Ahora somos hermanos ─hizo comillas en el aire.

─Si es así, me pasaré todos los días por la sala de prácticas de BlackPink ─dijo Junhoe y yo sonreí.

─Eres bien recibido ─le dije y me guiñó el ojo. Mi corazón pegó un brinco por su acción que tanto me encantaba.

Continuamos hablando por unos minutos más, hasta que ya era hora de que se fueran. Era bastante tarde a decir verdad.

Caminamos a la puerta y comenzaron a despedirse. Miré con una mirada tierna al chico que tenía abrazado.

─Quédate ─le pedí en voz baja, para que sólo él pudiera escucharme. Junhoe miró de reojo a sus amigos, luego a mí, y después otra a vez a sus amigos.

─Buenas noches, chicos. Nos vemos mañana ─les dijo con una sonrisa y moviendo la mano en forma de despedida.

─Espero que estrenen el regalo ─dijo Bobby y Junhoe fingió que le pegaría, provocando que el primero se escondiera detrás de Chanwoo.

─Gracias a todos por venir. La pasé muy bien ─les dijo Lisa con un poco de timidez. Ellos le sonrieron.

─Nosotros igual ─respondió Jinhwan─. Nos vemos pronto ─se despidió con la mano al igual que los otros.

Cuando se fueron comenzamos a recoger un poco la casa, Junhoe ayudando. Y cuando terminamos me despedí de las chicas y fuimos a mi habitación. Tan pronto tuvimos privacidad, dejó sus regalos sobre mi cama, me tomó del rostro con delicadeza y unió nuestros labios en un lento y tierno beso. Mi órgano vital dio un vuelco al sentir sus labios por primera vez en la noche, y por la emoción que sentía al probarlos una y otra vez.

Su lengua pidió permiso para encontrarse con la mía y se lo concedí. Mis brazos estaban alrededor de su cintura y mis manos posadas en su espalda, acariciandosela.

En este momento sentía mucho más que dulzura en su beso, sentí que me demostraba lo mucho que me quería y lo alegre que estaba. Y eso me hizo feliz.

Cuando nos separamos nuestra respiración estaba agitada, y sonreímos. Le di un corto beso antes de alejarme de él y sentarme en la cama. Cogí el regalo de Bobby y Hanbin y lo abrí ante la mirada de Junhoe.

Abrí mis ojos de par en par al ver el contenido y en milisegundos sentí mis mejillas arder en fuego. Agarré las esposas envueltas en plumas rosas con una mano mientras que con la otra agarré una fusta y un cubre ojos envuelto en plumas del mismo color que las esposas. Alcé la mirada a Junhoe y este seguía de pie, con las manos detrás de su espalda y mirándome con una pequeña sonrisa inocente en el rostro, aunque sabía que por su mente no pasaba nada inocente.

Stay {Junhoe & Rosé}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora