15.- Los Juegos: días 9 y 10 -Peligro inminente-

632 105 17
                                    

A la mañana siguiente, Chris parece sentirse mejor. Su fiebre ha desaparecido y recuperó el apetito; si bien se queja de que la cabeza le duele y que está un poco cansado.

-Entonces deberías seguir durmiendo-sugiere Viktor.

-No, ya dormí lo suficiente-rechaza y se pone serio- Además, tenemos cosas de las que ocuparnos.

Se refiere, por supuesto, a la inminente confrontación contra Georgi y Anya. Desconoce si llegaron a reencontrarse ya, pero apenas lo hagan, les darán caza sin dudarlo, por lo que deben estar preparados si acaso esperan tener alguna oportunidad contra la pareja profesional.

En cuanto a Georgi, pudieron comprobar de primera mano que su punto fuerte es el combate con armas que le permitan aprovechar su fuerza física. Anya, por su parte, sigue siendo un misterio.

-En el primer día, los cuchillos fueron su arma de elección-rememora Viktor-Tiene una puntería excelente, igual que con las lanzas...

Recrea su primer y único contacto en el Centro de Entrenamiento y la manera tan poco discreta en que ella trató de llamar su atención, coqueteándole sin éxito y como al día siguiente intentó lo mismo con Georgi, excepto que en esa ocasión sí que consiguió atraerlo.

-¿Algo más que sepamos de ella?-cuestiono Christophe.

-Recuerdo que Georgi le enseñó a manejar algunas armas durante los entrenamientos-informa Viktor-Estuvieron juntos todo el tiempo, pero no creí que en serio fueran una pareja hasta que empezaron los Juegos.

Chris frunce el ceño y Viktor prácticamente puede ver los engranajes de su mente funcionando, ideando alguna estrategia que les permita salir con vida de lo que se avecina. Aunque tomando en cuenta los antecedentes de sus planes, se mantiene un tanto escéptico acerca de qué tanto los ayudaría ser tan previsores. Por lo que sufrieron, los Vigilantes podrían ocasionar un nuevo temblor, una avalancha, o hasta enviarles otra manada entera de mutantes; efectivamente arruinando toda planeación que pudieran realizar.

-¿En qué piensas?-pregunta a su amigo cuando se cansa de esperar.

-En que no tengo ni idea de qué hacer.

Suelta una risita genuina una vez que se sobrepone a la inesperada respuesta.

-Bueno, ya somos dos.

La plática sigue mientras se escucha el conteo de bajas para los tributos restantes, el cual Viktor ignora a favor de revisar y limpiar la herida de Chris, esta vez combinando la medicina del frasquito con las hierbas que recolectó el día anterior. Quisiera decir que va mejorando y la infección comienza a ceder, pero mentiría; así que trata de combatir el sentimiento de impotencia enfocándose en el peligro inmediato.

-Tendríamos que tomarlos desprevenidos-recomienda tras considerarlo-Preferentemente encontrarlos antes que ellos a nosotros y pelear de acuerdo a nuestros términos.

-Dudo mucho que el truco de la carnada vuelva a funcionar-opina Christophe, probando a abrir y cerrar la mano varias veces y flexionando el codo, como para evaluar si la movilidad de su brazo lastimado se ha alterado-Y tendríamos que estar preparados para lidiar con todo tipo de armas, no sabemos de qué puedan disponer.

-En ese caso, tampoco un ataque a distancia sería útil-se lamenta en un suspiro-Quizás hasta tuvieran otro escudo...

Christophe se gira abruptamente para contemplarlo y Viktor arquea una ceja, no comprendiendo su reacción. Puesto que su amigo permanece en silencio, considera que la alusión al enfrentamiento con Pierre lo hizo sentir incomodo, así que abre la boca con la intención de disculparse, sin embargo Chris se le adelanta.

Everything remains as it never wasWhere stories live. Discover now