"En medio de la Tempestad"

Capítulo 4: "Una luz de esperanza: El escape"

Un joven de cabello de flama escuchaba que alguien lo llamaba con voz cansina.

Prin...princi...príncipe Vegueta, príncipe Vegueta, escuchaba el joven cabello de flama buscando con la mirada nublada por las lágrimas el lugar de donde provenía la voz.

Prin...princi...príncipe Vegueta, soy yo Bar........., Bar...dock, decía con voz cansina el hombre de cabello alborotado haciendo que el joven de cabello de flama lograse ubicarlo y corriera a pesar del dolor que sentía en sus cuerpo a darle el encuentro.

Señor Bardock, aún esta vivo, dijo Vegueta tomando la mano del mal herido hombre al llegar junto a él.

Príncipe Vegueta estoy muriendo, pero usted está vivo, nuestro amado planeta está a punto de estallar pero usted aún puede salvarse, decía Bardock con voz cansina.

Para qué, perdí a mis padres, a mi hermano, a mis amigos a mi gente, para que debo salvarme sino tengo a nadie más, si ni siquiera tengo un planeta donde vivir, decía Vegueta con rabia en su voz.

No príncipe se equivoca, siempre hay una luz de esperanza en medio de cualquier tempestad, usted no está solo hay un Sayayín más que vive y si lo encuentras ambos podrían vengar a nuestra raza, es mi hijo Kakaroto, solo lo vi cuando nació, él fue enviado al planeta Tierra para evitar ser eliminado pues su poder de pelea era insignificante pero yo sé que si tú lo buscas y entrenas con él puedes ayudarlo a sacar el poder Sayayín que lleva dentro, príncipe ¡por favor¡ busque a mi hijo y juntos venguen a toda nuestra raza, decía Bardock con voz cansina.

Pero ya no queda tiempo, decía Vegueta.

Si, príncipe, si queda tiempo aún, yo se que lograra salir de aquí, no pierda la esperanza, tome su nave y escape de la explosión ahora mismo, decía Bardock.

Pero usted, dijo Vegueta al tiempo que Bardock cerro los ojos.

Señor Bardock, señor Bardock, dijo Vegueta moviendo el cuerpo inerte del hombre de cabello alborotado.

Está muerto, dijo Vegueta con tristeza mientras las palabras del hombre de cabello alborotado vinieron a su mente: "Siempre hay una luz de esperanza en medio de cualquier tempestad, usted no está solo hay un Sayayín más que vive y si lo encuentras ambos podrían vengar a nuestra raza, es mi hijo Kakaroto, solo lo vi cuando nació, él fue enviado al planeta Tierra".

Una luz de esperanza, dijo Vegueta caminando como pudo hacia la parte trasera del castillo donde estaba su nave que aún no era alcanzado por las llamas.

Vegueta llego a él y subió en ella, la programo rápidamente y a los pocos segundos su nave salio disparada hacia el espacio exterior, a los pocos minutos su planeta estallo.

Vegueta miro con nostalgia desde su nave como su planeta, su raza fue hecha polvo ante sus ojos.

Prometo que los vengaré, prometo que las personas que acabaron con mi raza, con mi familia, con mis seres queridos pagaran por esto, lo pagaran, pensaba Vegueta mientras veía desde su nave el espacio vacío en el lugar que antes había ocupado su planeta.

Planeta Tierra:

Un atractivo joven de cabello alborotado junto a un anciano se instalaba dentro de una amplia habitación.

Esta habitación es muy cómoda abuelito, ¿no lo crees?, decía Gokú.

Si hijo, dijo el anciano al tiempo que un joven de pañoleta blanca amarrada en la cabeza entro a la habitación.

¿Ya acaban de instalarse?, dijo Piccolo.

Si ya estamos por terminar, dijo Gokú.

Entonces vienen al comedor la cena ya esta servida, dijo Piccolo.