Lo que te quiero decir....|Yuri|

Capítulo 33.

Varias cajas de cartón se encontraban en la habitación, Marinette sabía que aun faltaban mucho tiempo para saber si había pasado el examen o no, pero Evangeline la había convencido de irse a vivir con ella antes diciendo que sin ella comenzaría a engordar por seguir comiendo comida rápida.

-para el viernes tendrás todo en cajas.- dijo Nath quien vino a ayudar a su amiga.

<Lo se, Evangeline quiere que me mudé lo más pronto posible.>dijo Marinette con su singular lenguaje de señas.

-Le gustas.- dijo sonriendo a la chica.

<Lo se, me lo dice cada vez que tiene la oportunidad.> dijo la azabache sonrojada pero con una sonrisa adorable.

-¿Quieres que subamos las cajas al auto para comenzar a llevar algunas cosas?- pregunto mirando las varias cajas que había y las cosas que aun faltaban por empacar.

<Sólo dejame confirmar si Evangeline esta en casa.> Dijo y sacó su celular para mandarle un mensaje a su amiga.

"Hey Evangeline! estas en casa?" Guardo su celular pero rápidamente obtuvo su respuesta.

"Si Mari, ¿Ocupas algo? ¿Vas a venir?"

La azabache sonrio al leer su mensaje.

"Sólo quería saber si puedo comenzar a tu casa a dejar algunas de mis cosas."-mando el mensaje esperando ansiosamente la respuesta de la chica.

"Oh eso es grandioso! claro ven aquí te espero <3"

La sonrisa de la azabache creció por su rostro lo cual era fácil de leer, Nath veía a su amiga con miedo, sabía que en cualquier momento esto podría terminar, en cualquier momento la pequeña burbuja de su amiga se quebraria y la azabache tocaría fondo nuevamente.

Adrien había hablado con ellos unos días atrás contandoles la situación y la reciente aparición de Chloe, esta de más decir que todos estaban en desacuerdo de que la rubia tratará de acercarse a la azabache, sin embargo no harían nada en contra de ella.

Nath miro a su amiga seguir mandando mensajes con Evangeline, la vía tan feliz y eso le gustaba, aun recordaba esos días de tristeza y lagrimas que solían azotar a la pequeña. El sólo esperaba que la castaña  fuera lo que Marinette necesitaba para ser feliz.

-Tal vez quiera leer algo cuando este en esa casa.- dijo al ver los libros de los estantes.

Tomo algunos libros de aquel viejo estante y se sorprendió al ver varios frascos con pastillas tras ellos. Los libros resbalaron de sus manos cayendo al suelo, el sonido provocó que la azabache mirará a su amigo pero al notar lo que había descubierto dejó caer su móvil.

Corrió rápidamente frente a el y comenzó a tomar los frascos.

-M-M-Marinette....- comenzó el chico viendo como su amiga guadaba los varios frascos en una caja.-¿Qué... que es eso?- pregunto refiriéndose a los frascos.

La azabache escuchaba a su amigo y mordió su labio con nerviosismo. Tendría que explicarle, tenía que decirle de su problema y lo odiaba.

Cuando ya no hubo más frascos dejó la caja en el suelo y voltio a ver a su amigo quien lo veia asustado y sorprendido, respiro profundamente tratando de buscar el valor para comenzar a hablar y levantó las manos.

<Tengo que decirte algo...>

[...............]

Chloe caminaba por las calles de París, se debatía entre ir a buscar a Marinette o no, tenía miedo, se sentía igual que hace dos años.
Pero deseaba verla, así que lo haría sin importar nada.