Capítulo 34.

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Las cosas iban bien, los días comenzaban a pasar y la espera por saber si Marinette había quedado en aquella universidad se acercaba cada vez más y vivir junto a Evangeline era una gran experiencia.

-Mari.- Hablo la castaña mientras se acercaba a la chica.- Hoy llegaré un poco tarde por el trabajo.- dijo y la azabache asintió.- no tendrás problemas en cenar tu sola?- pregunto preocupada ya que seria la primera vez en los pocos días que vivían juntas que llegaría tarde.

Por su parte Marinette sonrio ante la preocupación de la chica y negó, tomó su cuaderno y escrito algo para calmarla un poco.

<Sólo será una noche sin ti, creo poder sobrevivir a eso.>Escribió con gracia mientras le daba una sonrisa burlona.

-Bien.- sonrio divertida la chica mientras abrazaba a Marinette.- nos vemos después.- dijo con cariño mientras depositada un suave beso en la mejilla de la azabache.- Te quiero.- dijo en despedida mientras rompía el abrazo y salía de la casa.

Marinette miro con una sonrisa a la chica hasta que ella salió de la casa. Se sentía feliz de poder convivir más con Evangeline, realmente le gustaba estar con ella, pero sabía que Evangeline quería algo más con ella que una simple amistad y Marinette no estaba muy segura si ella podía dárselo. No es que no le gustará Evangeline, es decir, la chica era guapa e inteligente, amable, divertida, tierna, algo cursi y honesta, era casi imposible no fijarse en ella.

Pero Marinette sentía miedo, estaba insegura de que algo funcionará si ella decidiera dar un paso más, aun recordaba la vez que Evangeline le confesó sus sentimientos, Marinette aun no podía creer que existiera una persona que la pudiera amar o algo por el estilo, pero ahí estaba Evangeline declarando sus sentimientos sin miedo a ser rechazada.

Aún recuerda como la rechazó, contándole la verdad y el como se sentía, contándole su historia con su primer amor y el como terminó, diciendo como aquello la dejó y el como ahora no quiere una relación. Marinette ese día pensó que Evangeline la dejaría, pero se sorprendio al comprenderla y darle su apoyo en todo lo que ocupará.

Marinette quería a Evangeline, en serio la quería pero aun no estaba lista para comenzar algo con la chica.

Salio de sus pensamientos luego de escuchar el sonido de su estómago, tenía hambre, camino hacia la cocina y busco algo para comer, la cena de anoche sería una buena opción para no cocinar más.

Al terminar de comer comenzó a alistarse, no iba a quedarse toda la tarde en su casa si hacer nada, iba a ver a uno de sus amigos los cuales había estado muy ocupado las últimas semanas.

Sabía que el chico estaría en su casa, pues no había escuela y el chico no salía mucho de casa. Le daría una sorpresa con su peqeuña visita y también aprovecharía para pedirle un consejo con respecto a su relación con Evangeline.

Camino por la casa un poco antes de ir con su destino, entró en su habitacion y camino hacia uno de los muebles que tenía en el. Abrió unos de los cajones y miro su contenido, negó con su cabeza y cerró el cajón para salir de su habitación.

Salio de la casa con una enorme sonrisa en su rostro, sabía que las cosas estaban por cambiar, tenía ese presentimiento y aunque se sentía algo preocupada iba a arriesgarse para cambiar.

Tal vez si hubiera sabido lo que le esperaba en la casa de su amigo habría decidido no salir de su casa ese día.

En el camino pensaba en lo mucho que las cosas estaban mejorando, pensaba en cómo por fin estaba cambiando y olvidando el pequeño incidente de hace dos años.

Pero no podía sentirse feliz y lo sabía, estaba mintiendo y lo sabía, la conversación que tuvo con Nathaniel la había dejado pensando en lo que estaba haciendo, en sí era correcto lo que hacia. Tal vez depender de una droga para sentirse feliz no era bueno, pero las necesitaba.

Tal vez ocultarles el hecho de que habia dejado el psicólogo por decision propia a sus amigos no era una gran idea, ella sólo estaba harta de ir todos los días a tratar de "hablar" con un señor que no hacia un intento por entenderla realmente.

Además de ocultarles sus demás problema. ¿Estaba siendo mala amiga al no decirles la verdad?

Antes de que se diera cuenta ya se encontraba frente a la casa de su rubio amigo, pero ahora tenía varias cosas en su cabeza, tanto buenas como malas, tal vez hablar honestamente con Adrien la ayudará a sentirse mejor, y tal vez fue mala idea no haber tomado su medicina antes de salir pero no habia nada que la alterará de alguna forma...

El timbre sonó y la azabache sonreía mientras esperaba que la puerta se abriera, el carro negro que había afuera de la propiedad del rubio era nuevo para Marinette, tal vez el chico tenía visitas.

-Marinette?- Hablo el chico al abrir la puerta, parecía sorprendido y asustado.-¿Qué haces aquí?-pregunto mirando nerviosamente el interior de la casa.

<Hola a ti también.>Dijo Marinette con una sonrisa. <Estoy bien gracias.>

-Lo... lo siento es sólo que me sorprendí un poco al verte aquí.-dijo el chico pasando su mano por el cabello.

<No te preocupes.> dijo Marinette quien notaba a su amigo todavía nervioso. <Mal momento para una visita?> pregunto y miro a el rubio dudar entre hablar o no.

-La verdad es que...- pero antes de que pudiera decir algo una voz sonó. Una que Marinette nunca olvido.

-Adrien ¿Quien es tan importante como para dejarme esperand...?- La chica calló al ver a la azabache en la puerta.

Ambos corazones comenzaron a latir con intensidad, luego de 2 largos años ambas volvían a verse.

Chloe pudo notar como el cabello de la azabache había crecido, los dos años le habían hecho justicia a la azabache ya que su cuerpo se encontraba bien formado, se veía aun más hermosa que antes a los ojos de la rubia.

Pero Marinette no estaba viendo el cambio de la rubia, ella estaba recordando todo lo que había pasado aquel dia en el hospital, recordando. Por fin luego de 2 años volvía a verla.

-Marinette...- Hablo Chloe tratando de acercarse a la pequeña.

¿Qué debía decir? ¿Cómo debería dirigirse a la chica que abandonó? No lo sabía, tenía mucho que no hablaba con ella, no sabía como hablarle, tenía miedo.

Marinette cerró sus ojos rápidamente y negó con su cabeza rápidamente, quería que fuera una ilusión, una mala y cruel broma de su mente causada por la falta de su medicina, se negaba a creer que aquello que veía fuera la realidad.

Sintió como le comenza a faltar el aire, sus músculo se tensaron un poco y sintió enormes ganas de correr pero su cuerpo no se movía, no le obedecía, sintió sus manos temblar, ahora sabía que había sido mala idea no haber tomado aquellas pastillas.

-Marinette, te encuentras bien?- pregunto Adrien al mirar a su amiga en un estado diferente y distante.

Ella sólo negó y retrocedió unos pasos, cerró sus ojos y dejó de oír a su amigo, trató de controlar su respiración como su doctor le había dicho, pero la ansiedad era más grande.

El sudor se hizo presente y un nudo en la garganta se formó, comenzó a sentir miedo, su corazón latía a gran velocidad y su pecho comenzó a doler, sentía ahogarse y eso la estaba desesperado, su piel comenzó a perder el color y sus ojos se nublaron.

-Marinette!- se acercó Adrien asustado al ver a su amiga colocar sus manos en su pecho.-Por Dios Marinette... - dijo mientras se colocaba a su lado para sostenerla.

Chloe por su parte miraba asustada a la chica, su miedo era enorme, no sabia como reaccionar y veía con terror como la chica que amaba sufría un ataque de algo que desconocía.

Marinette miro a su amigo antes de caer inconciente al suelo.


























Su reencuentro feliz, ok no, pero pudo ser peor.

Espero que les guste y voten, comenten y me manden dinero.

Nos vemos.

Lo que te quiero decir....|Yuri|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora