2✻Infierno

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-Pero quiero ayudarte- me da la mano, la verdad, es muy mono, nunca antes  me había tratado así un chico, y mira que tengo una larga lista de estúpidos impertinentes- te acompaño hasta tu limusina- ¿Ha dicho limusina enserio? No voy a ir, me niego a subirme a eso y parecer una creída.

-Eres muy diferente a los demás chicos, no conozco a nadie en ese internado y me preguntaba si me darías tu número para hablar-se sorprende porque he sido directa- me gusta saber que hay alguien humano por el mundo y que puedo hablar con él.

Me sonríe y me da un papel, parece que ya lo tenía preparado, me deja con mi chófer y mi supuesta limusina.

-Veo que esta mejor señorita Miller, creo que el enfermero ese se ha pillado por ti porque no para de mirarte- reímos- me he dado cuenta de que solo llevas dos maletas ¿Tienes alguna más?

-No tengo ninguna más ¿Por qué lo preguntas?

-No se estoy acostumbrado a que las chicas que vienen aquí lleven más de seis maletas- soy especial, lo sé, me abre una puerta de la limusina, pero me niego a entrar.

-¿Puedo sentarme en el sitio del copiloto?- le pongo un puchero.

-Nunca nadie me ha pedido sentarse conmigo delante en el copiloto- se sorprende.

-Es que no quiero estar ni dentro ni sola porque me aburro- andamos hasta delante y me abre la puerta del copiloto.

-Si me hubiesen avisado antes me habría traído algo más pequeño- asiento sonriente.

Esas dos horas en coche de la estación al internado se me pasan volando ya que el chófer que ahora se que se llama Mauro y yo tenemos una conversación animada de todo. Al parecer trabaja aquí porque tiene 10 hijos y una mujer de quien cuidar y que en otros trabajos no tendrían para abarcar todas las necesidades de esta gran familia. Me ha dicho que tiene un hijo de mi edad en el internado porque no es "como los demás hijos de la familia" que es un supuesto incomprendido que no encaja con su familia y que hasta que se ubique quien es y como es se queda aquí porque la madre no le aguanta y como Mauro es el único que intenta entenderlo pues se queda aquí cerca de quien si puede y quiere ayudarle.


👑


Acabamos nuestra conversación cuando ya estábamos entrando por la puerta del mi nuevo infierno aunque a decir verdad, parecía más la casa blanca que otra cosa, aparca justo en la puerta y diviso a muchísima gente ya aquí aún siendo el primer día en el que puedes dejar a tus hijos.

Salgo y pongo los brazos a los lados de mi cadera. Alguien se tropieza con uno de mis pies y con un acto reflejo me giro y la agarro del brazo para que no toque suelo.

-¡Eh! ¡para de tocarme con tus malditas manos horribles!- le hago caso, y dejo que caiga al suelo, parece que ha caído encima de un charco porque me ha salpicado en las deportivas- ¿se puede saber que te pasa estúpida?

-Me has dicho que deje de tocarte y te he hecho caso, no se de que te quejas- todos los presentes se ríen de ella- haberlo pensado antes de decirme nada rubia.

-Has destruido mi nuevo vestido- lloriquea como una nena mimada.

-Okey, eso si ha sido culpa mía, si quieres te compro uno nuevo- ofrezco no muy confiada.

-¡Es de diseño! ¡Cuesta más de cinco mil!- ay va, comprar una multinacional me cuesta menos- ¡Esto es un auténtico desastre!

Bueno, al menos no ha hecho la de Draco Malfoy, algo estamos progresando.

Se levanta súper indignada de ese charco y aparecen sus perritas mientras la central lloriquea porque se ha ensuciado un poco la ropa. Todos siguen riéndose pero noto como alguien tiene la mirada bien fija en mí. Paso la vista a mi alrededor al segundo me parece ver a alguien, pero luego desaparece. Decido olvidar ese sentimiento, necesito llegar a secretaría para que me den la llave de mi habitación, no tengo ni idea de sí tengo a alguien o es una habitación por persona. Cuando consigo ubicarme llego a secretaría y entro, aquí hay más cola que cuando te dan muestras de comida gratis, pero luego la fila se divide en 3 aparte.
Me acerco a una de las secretarias.

-Hola soy nueva y no se donde ponerme- algunos se quejan.

-Cariño somos tres secretarias yo soy Camila y esta fila es para los que este no es el primer año, Laura es la secretaria del director y Rebeca es para las personas nuevas- me señala a la chica que tiene la menor cola- ella te ubicará ve a hablar con ella.

Le doy las gracias y voy hacia la chica que me ha mandado la otra secretaria. Cuando llego ya me toca a mí. Gracias a dios no tengo que esperar una cola, estoy cansada, sí ya se que he dormido demasiado pero caería de nuevo a dormir aquí mismo en el piso.

-¿Hola tu eres Rebeca no?

-Si cariño que deseas- me mira de arriba a abajo- ¿Eres primeriza aquí?

-Pues supongo, no se con que te refieres a eso- arrugo la nariz un poco confundida.

¿Primeriza? Ni que fuese una monja recién llegada a la iglesia. Juro que acabo de llegar y ya me dan ganas de correr al menos doscientos kilómetros para escapar.

Esas son mis bragas joder [Editando-Resubiendo...]🍭Where stories live. Discover now