anniversary gift

29 8 3
                                    


Sungyeol no sabía qué regalarle a su novio por su aniversario.

El año pasado tuvo la brillante idea de regalarle una playera oficial con el logo de su banda favorita por el frente y con su cara estampada en la espalda. "No podrás usarla si terminas conmigo", le dijo en el momento en que el mayor estalló en carcajadas. El antepasado fueron cupones, la mayoría de comida y otros hechos por él mismo donde ofrecía favores de sus mejores amigos. Nope, no de él. De sus mejores amigos.

Este año no sabía qué darle, y no podía romper su racha del mejor regalo en su tercer año.



Mordió la punta del lápiz, saboreando el barniz amarillo entre sus dientes, mismos que escupió antes de limpiar su lengua al pasarla por la manga de su suéter.

—Qué asco. —Murmuró Daeyeol al entrar al departamento y ver las acciones de su hermano.

—¿Nadie te enseñó a tocar la puerta, animal? —Se quejó el mayor al recargarse completamente sobre el sofá.

—Hyung, estás en la sala, también vivo aquí. —Dijo, moviendo las llaves para hacerlas sonar.

—Ah... Vete a tu cuarto, estoy ocupado.

—¿Qué haces?

—No sé qué regalarle a DongWoo este año. Daeyeol, debo hacer algo grande, ¿entiendes? —Respondió, haciendo ademanes con las manos para hacerle saber qué tan grande debía ser su regalo este año.

—Bueno, algo más ridículo que la pla-¡ay! —Un pellizco en al brazo lo hizo hacer una mueca.

—¡Fue genial! —Le reclamó muy, muy molesto.

—Bueno... de la genial playera, no puedes tener muchas ideas. Lo comprendo.

—¿Qué sugieres que haga?

—Tengo una idea, pero no sé si te vaya a gustar...








—El traje me hace ver gordo.

—Te ves bien, hyung.

—Daeyeol... tienes que ser sincero.

—Te ves genial, hyung.

—Mhn.

El menor de los Lee le dio un par de palmadas en el pecho y se dio media vuelta.

Sí, la estupenda idea de Daeyeol había sido organizar una cena romántica. Al principio le pareció ridículo, y más que eso, absurdo. ¿Una cena? ¡Cenaba todos los días! ¿Romántica? Él... ¡Veía películas románticas todos los días!

Sin embargo, el tiempo se le vino encima y además, el menor le dijo que podría tener una noche de pasión si la cita le iba bien.

Sí, Daeyeol pasó de ser un ridículo a ser un genio. 

Parecía que todo estaba en orden. La pequeña mesa en el jardín reservado tenía un mantel blanco; había revisado el lugar una y otra vez con ayuda de su hermano menor. Las luces eran adecuadas, las sillas estaban en su lugar, la cena estaba casi lista, las velas y las flores sobre la mesa y los petalos marcando un camino lucían geniales... Sólo faltaba que llegara su novio.  Casi parecía una escena sacada de película. 

Y él se moría de nervios. 



—¡Yeol! —La voz de Dongwoo alarmó al mencionado. Le daba la espalda, por lo que no podía verlo. Suplicó para sus adentros el no verse gordo, porque si su hermano le mentía, no se lo perdonaría jamás.

Respiró profundamente y se dio la vuelta. Delante de él, parado junto a la mesa, Dongwoo lloraba como bebé.

—Be... bebé. —Se acercó rápidamente al mayor, abrazándolo a medias. — ¿Tan malo es esto? Todo fue idea de...

—Es precioso, Yeol. —Interrumpió.

—Mía, mía, fue mi idea. ¿Te gusta, mi amor? —Insistió, levantando su rostro para secar sus lágrimas con los pulgares.

—Me encanta. Me encantas, Lee Sungyeol. —Aprovechando que su novio sostenía su rostro, se acercó para besarle. El más alto sonrió.

—Te amo, hyung. —Murmuró.

—Te amo más, Sungyeol. —Le respondió, juntando sus frentes al mismo tiempo que sonreía.




Y justo como Daeyeol lo prometió, su hermano mayor tuvo su noche de pasión.















Día tres: viñeta de romance. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 04, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Fiction 15'Day.Where stories live. Discover now